Entradas populares

sábado, 23 de febrero de 2019

Una oración de la Biblia para antes de tener relaciones en el matrimonio

Las Sagradas Escrituras proporcionan una oración única que los esposos pueden rezar antes de unirse

SEKS PO ŚLUBIE

Algunos piensan que sexo y religión se oponen entre sí, que las relaciones sexuales son “sucias”, “contaminadas” o incluso “pecaminosas”.
Sin embargo, la Iglesia siempre ha destacado la santidad del acto conyugal. San Juan Pablo II escribió en Familiaris Consortio: “En virtud del misterio de la muerte y resurrección de Cristo, en el que el matrimonio cristiano se sitúa de nuevo, el amor conyugal es purificado y santificado”.
Debido a esta santidad, la Iglesia busca proteger y proteger este hermoso acto entre marido y mujer y alienta a las parejas a unirse según el plan de Dios para el matrimonio.
Una forma de hacer esto, que puede parecer extraña, es orar en pareja antes de tener relaciones sexuales.
Esto no deja de tener precedentes, ya que Sara y Tobías, según el Libro de Tobías de la Biblia, oraron juntos en su noche de bodas y fueron protegidos de un demonio que estaba matando a los esposos anteriores de Sara. La oración santificó su acto y los acercó más de lo que podían imaginar.

Quizás le interesa: Hacer el amor es 'hacer oración'

Muchas parejas tienen esta costumbre, que puede ser una manera para acercarse más a Dios, al mismo tiempo de unirse al cónyuge, cuerpo y alma.
Esta es la oración completa que Tobías y Sara rezaron en su noche de bodas:
“¡Bendito seas tú, Dios de nuestros padres, y bendito sea tu Nombre por todos los siglos de los siglos! Bendígante los cielos, y tu creación entera, por los siglos todos. 6.Tú creaste a Adán, y para él creaste a Eva, su mujer, para sostén y ayuda, y para que de ambos proviniera la raza de los hombres. Tú mismo dijiste: No es bueno que el hombre se halle solo; hagámosle una ayuda semejante a él. 7.Yo no tomo a esta mi hermana con deseo impuro, mas con recta intención. Ten piedad de mí y de ella y podamos llegar juntos a nuestra ancianidad”.
Philip Kosloski, Aleteia







No hay comentarios:

Publicar un comentario