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lunes, 25 de febrero de 2019

12 ideas para fomentar la lectura de los niños en casa

¿Te gusta que tus hijos se aficionen a la lectura? Aquí tienes propuestas para que los libros formen parte de su vida de una forma natural.

FAMILY READING

El éxito apabullante de Harry Potter y sus 7 entregas hizo que muchos niños en todo el mundo se volvieran fans de la lectura: en casa, en el autocar yendo al colegio, en las horas de recreo, los fines de semana… Miles de ellos se disfrazaron de Harry o de alguno de sus personajes.

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Si quieres que tus hijos se vuelquen en los libros y quieres dinamizar la lectura en casa, dispones de muchos recursos para lograrlo.

Beneficios de la lectura

Introducir la lectura adecuada a cada edad en la educación de un niño es facilitarle el enriquecimiento de su inteligencia. La lectura activa la imaginación y la fantasía, favorece el desarrollo neuronal y su plasticidad, hace que aumente la capacidad de abstracción y verbal del niño, le ayuda en sus habilidades relacionales
Educativamente, la lectura es un instrumento de primer orden, así que los padres interesados en la buena formación de sus hijos se interesan por que los libros formen parte de la vida del menor.
Es muy positivo que los niños integren cuentos en su línea de conocimientos, tanto escolares como extraescolares. ¿Cómo pueden fomentar este punto los padres y familiares? Aquí te proponemos 12 ideas:
Galería fotográfica 

Libros entre los juegos

Los libros son juegos educativos. El pequeño aprende a leer mientras se divierte y este punto es importante porque asociará la idea de lectura a la satisfacción.

Tú puedes inventar un cuento a partir de otro cuento

“No eran 7 enanitos sino 8. ¿Cómo vas a llamar al octavo?” Y así puede desarrollarse una nueva acción de Blancanieves.

Da voces a la Naturaleza

Seguro que conoces el cuento de la cigarra y la hormiga, o el de la liebre y la tortuga… Haz que vuestra mascota hable y verás que no hay parque o jardín (o comedor) que no esté lleno de criaturas.

Los cuentos de siempre

Los cuentos tradicionales son una fuente extraordinaria de riqueza cultural. Si eres mamá o papá, bastará con que te sepas unos 12 cuentos tradicionales. La mayor parte de ellos tratan aspectos relacionados con valores perennes: la lealtad, la amistad, la valentía, el espíritu de servicio…

¿Dónde nos ponemos?

Haz que se familiarice con la lectura como una de las actividades que se hacen por toda la casa: en el comedor, las escaleras ¡o el baño!

Crea su pequeña biblioteca

En su habitación, lo lógico es que los niños vayan creando su propia biblioteca. Verás qué pronto necesitáis una Billy de Ikea. Son libros que les van a acompañar toda la vida o que pasarán a otras manos.

Jugad a ser bibliotecarios

Carniceros, médicos, mecánicos, maestros… entonces, ¿por qué no bibliotecarios? Puedes hacer préstamo de libros, ordenar los que ya tienes en casa, leerlos a otros niños…

En el cumpleaños

Un libro es un regalo espléndido. Que no falte nunca en el cumpleaños de los niños, para que lo valoren tanto como el material deportivo, los muñecos o cualquier otro objeto.

Personaliza un cuento

Por internet puedes encontrar cuentos que permiten la “customización”: añades el nombre de tu hijo, el país donde vivía, alguno de sus gustos, un punto en el que crees que debe mejorar…

Antes de dormir

Este hábito es maravilloso. Antes de que cierre los ojos, permaneced juntos y le cuentas o lees un cuento. A los niños les ayuda a conciliar el sueño y suele ser un gancho formidable para que se aficione a la lectura de forma continuada.

Lleva un diario de lecturas

Anota la edad del niño y el libro que le has leído. Va bien si tienes varios hijos, para saber qué funciona con cada uno y a qué edad. Puedes anotar qué valores aporta cada título y qué es lo que más les gustó a tus hijos.

Los audiolibros, una gran idea

El audiolibro es un formato que te ayuda si no se te da bien el teatro o la lectura en voz alta. Suele haber audiolibros leídos por actores de doblaje o con un gran poder para recitar. Este tipo de lectura también enriquece la educación musical de los pequeños.
Los audiolibros pueden servirte para muchos casos: una excursión en el coche, un viaje familiar, el trayecto al colegio o de vuelta a casa…
Y siempre es de gran ayuda si tú no tienes mucha imaginación: antes de llegar a casa, ponte el audiolibro y así recuerdas qué puedes contar a los pequeños.
Dolores Massot, Aleteia











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