Después de la Santa Comunión, Jesús posee vuestro corazón.
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Después de la Santa Comunión, Jesús posee vuestro corazón; deteneos a saborear las dulzuras que produce su presencia en el alma. Pero no podréis amarle, si no tenéis la fuente viva del santo y puro amor, es decir, el Espíritu Santo. Es el mismo Jesucristo quien nos lo enseña; El que cree en mí, dice, verá salir de su seno arroyos de agua viva, según la expresión de las Escrituras.
San Pablo de la Cruz
Fundador de los Pasionistas |
La Eucaristía reanima el alma y fortifica el cuerpo.
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Con frecuencia la Eucaristía reanima el alma y fortifica aún el cuerpo, ¡Oh misericordia infinita de nuestro Soberano Bien! Esta maravilla viene del gran vigor que este Pan de los ángeles comunica al alma y se hace sentir en el cuerpo.
San Pablo de la Cruz Fundador de los Pasionistas |
Las palabras propias de Jesucristo.
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Puede ser que me digáis que el pan que recibís del altar, es pan común y ordinario. No hay duda que antes de ser consagrado era pan común; pero al punto que se dijeron las palabras de la consagración, se convirtió ese mismo pan en la Carne de Jesucristo. Si me preguntan: ¿Qué palabras son las que sirven en esta consagración? Digo que nos valemos de las palabras propias de Jesucristo.
San Ambrosio Doctor de la Iglesia |
Vivid de modo que merezcáis comulgar todos los días.
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Si el pan de la Eucaristía es el pan cotidiano, ¿por qué le recibís una vez al año solamente? Recibidle todos los días para conseguir todos los días el fruto. Vivid de modo que merezcáis comulgar todos los días, a la verdad, el que no es digno de recibirle todos los días, tampoco merece recibirle una vez al año.
San Ambrosio Doctor de la Iglesia |
Recibid todos los días este pan de vida.
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Sabéis que el Santo Job ofrecía sacrificio por sus hijos, receloso de que hubiesen pecado en pensamiento o en palabras: ¿cómo, pues, sabiendo vosotros que siempre que se ofrece el sacrificio se hace memoria de la muerte, resurrección y ascensión de Jesucristo, y de la remisión de los pecados? ¿Cómo, vuelvo a decir, los que esto sabéis, no recibís todos los días este pan de vida?
San Ambrosio Doctor de la Iglesia |
Verdadera comida y verdadero maná.
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Con carne y con maná que nos figuran el precioso Cuerpo de Jesucristo, se alimentó el pueblo de Israel: Jesucristo es para nosotros verdadera comida y verdadero maná, no ya en figura, sino en verdad; por su verdadera humanidad es realmente carne, y un pan que vive por su divinidad; de suerte, que cuando comemos el cuerpo de Jesucristo, participamos de su divinidad y de su humanidad.
San Ambrosio Doctor de la Iglesia | |
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