Solamente podemos ofrecer unos cuantos aspectos de las maravillas que encierra la Misa
La fe te lo asegura.
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No veas en el pan y en el vino meros y naturales elementos, porque el Señor ha dicho expresamente que son su cuerpo y su sangre: la fe te lo asegura, aunque los sentidos te sugieran otra cosa.
San Cirilo de Jerusalén |
Jesús sólo es diverso el modo de ofrecerse en la Santa Misa.
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Se trata de una sola e idéntica víctima y el mismo Jesús la ofrece ahora por el ministerio de los sacerdotes, Él que un día se ofreció a sí mismo en la cruz: sólo es diverso el modo de ofrecerse.
Conc. Ecum. Tridentino |
La Misa hace presente el sacrificio de la Cruz.
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La Misa hace presente el sacrificio de la Cruz, no se le añade y no lo multiplica. Lo que se repite es su celebración memorial, la « manifestación memorial
» por la cual el único y definitivo sacrificio redentor de Cristo se actualiza siempre en el tiempo. La naturaleza sacrificial del Misterio eucarístico no puede ser entendida, por tanto, como algo aparte, independiente de la Cruz o con una referencia solamente indirecta al sacrificio del Calvario.
San Juan Pablo IIEcclesia de Eucharistia |
Ofrecemos siempre el mismo Cordero
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Nosotros ofrecemos siempre el mismo Cordero, y no uno hoy y otro mañana, sino siempre el mismo. Por esta razón el sacrificio es siempre uno sólo [...]. También nosotros ofrecemos ahora aquella víctima, que se ofreció entonces y que jamás se consumirá.
San Juan Crisóstomo |
La Eucaristía es un don demasiado grande.
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El hombre está siempre tentado a reducir a su propia medida la Eucaristía, mientras que en realidad es él quien debe abrirse a las dimensiones del misterio. La Eucaristía es un don demasiado grande para admitir ambigüedades y reducciones.
San Juan Pablo II Mane nobiscum Dómine |
¿Quién nos podrá separar o dividir?
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Concorpóreos con Él y con los demás. ¿Quien podrá separar o dividir (...) a los que por aquel único santo cuerpo fueron hechos uno con Cristo? Porque si todos participamos de un solo pan 1Cor 10,7, formamos todos un solo cuerpo, pues Cristo no se puede dividir.
San Cirilo de Alejandría |
Ofrecernos a Dios junto con Cristo.
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No olviden los cristianos que, junto con su divina Cabeza, han de ofrecerse ellos mismos con sus preocupaciones, dolores, angustias, miserias y necesidades.
S.S. Pio II | |
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