Entradas populares

martes, 24 de septiembre de 2019

El obispo Munilla, Premio ReL 2019, ofrece cinco consejos para ser «misioneros» en el día a día

Reconocido con el galardón «Impulso Misionero»

Monseñor José Ignacio Munilla es obispo de San Sebastián desde 2010
Monseñor José Ignacio Munilla es obispo de San Sebastián desde 2010

Monseñor José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián, ha sido reconocido con el Premio ‘Impulso Misionero’ de Religión en Libertad, que esté 2019 celebrará la segunda edición de unos galardones que reconocen a personas volcadas con la nueva evangelización, la cultura cristiana así como con la defensa de la familia, la vida y la libertad religiosa.
El prelado vasco será uno de los premiados de esta nueva edición por su constante preocupación por la evangelización no sólo a través de su misión como pastor en San Sebastián sino también por la labor que realiza para llevar el mensaje de Jesucristo de una manera amable y novedosa a través de las redes sociales, llegando a un público amplio y muy diverso. Monseñor Munilla dirige también el programa Sexto Continente de Radio María, en el que dos veces por semana trata temas de total actualidad que preocupan a los católicos, ofreciéndoles luz y argumentos para enfrentarse a ellos.
La entrega de premios, el próximo 16 de octubre
Religión en Libertad irá desvelando en los próximos días los nombres del resto de premiados, personas e instituciones que en su día a día trabajan de manera infatigable para llevar el Evangelio al mundo. La entrega de estos galardones se producirá el próximo 16 de octubre a las 19.30 horas en el Auditorio de la Facultad de Económicas de la Universidad San Pablo CEU de Madrid (Calle Julián Romea 23, Madrid). La entrada será totalmente libre hasta completar aforo.
Así fue la I Edición de los Premios Religión en Libertad que se celebró en septiembre de 2018 en Madrid
En declaraciones a ReL, el obispo de San Sebastián habla de cómo él mismo evolucionó sobre la conveniencia de utilizar las nuevas tecnologías para evangelizar hasta llegar al convencimiento de que era una necesidad. “Al principio fui reticente a la utilización de las redes sociales. Pensaba que la radio era más que suficiente como altavoz complementario a nuestra predicación directa… Pero la experiencia me ha demostrado que existen personas en todo tipo de situaciones, y que se encierra una gran intuición en aquel versículo del evangelio de San Juan: “Echad las redes al otro lado de la barca y encontraréis” (Jn 21, 6). No podemos contentarnos con llegar solo a algunos; ya que la sed de Jesús alcanza a todos”, explica monseñor Munilla.
Además, el prelado de 57 años asegura haber “entendido que existen diversas órbitas concéntricas, que permiten que las redes sociales sirvan como ‘lanzaderas’ de aproximación a los contenidos más profundos…”.
¡Por tierra, mar y aire!
Preguntado sobre la evangelización en una sociedad secularizada como la de España y con muchos jóvenes que ya no han tenido contacto con la Iglesia, Munilla lo tiene claro: ¡¡Por tierra, mar y aire!! Para empezar, es un error hablar de los jóvenes en general. La familia será siempre un vínculo imprescindible para llegar a muchos de ellos, sin olvidar las amistades y los compañeros de estudio y de trabajo”.
Pero igualmente, recalca el obispo, “es importante el encuentro con los jóvenes en el ámbito de la reivindicación de la justicia social, en las propuestas y experiencias concretas de solidaridad con los más necesitados, en el continente digital, en la música, en la naturaleza, en el arte… Es clave que hagamos entender a nuestros jóvenes que el auténtico antídoto del conservadurismo no es el progresismo, sino la extroversión misionera”.
Cinco útiles consejos
Por último, José Ignacio Munilla ofrece cinco consejos a los católicos para ser “misioneros” en su día a día:
1- Priorizar la conversión personal.
2- Cultivar la sensibilidad para escuchar las voces de un mundo que gime.
3- Hacer nuestro el lema ignaciano de “En todo amar y servir”, hasta el olvido de nosotros mismos.
4- Hablar de Jesús hasta por los poros, sin excluir por la lengua.
5- Dirigirle de vez en cuando a Dios, con la máxima sinceridad, la siguiente pregunta: “Señor, ¿qué quieres de mí?”
Javier Lozano, ReL

No hay comentarios:

Publicar un comentario