Algunos consejos para sobrellevar el confinamiento
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Quedarse en casa sin poder salir ha supuesto muchos retos: hemos tenido que trabajar y estudiar desde casa, los nervios han empujado los límites de muchas personas, y la convivencia se ha vuelto, en algunos casos, muy difícil. Uno de los retos más complicados es poder armonizar los distintos temperamentos de la familia en un mismo espacio por tanto tiempo. Vemos entonces que algunos siguen un horario de trabajo rígido, mientras que otros son mas relajados. Unos limpian obsesivamente mientras otros no se paran del sofá y ven todas las teleseries imaginables. Algunos niños se vuelcan en sus tareas escolares, mientras que otros luchan con sus padres cuando toca comenzar.
Estas diferencias de carácter o de temperamento pueden traer problemas si hay poca comprensión y empatía. Muchas veces somos incapaces de ponernos en los zapatos del que tenemos al lado y comprender sus miedos, sus gustos y su manera de hacer las cosas, y el verlo todo el día frente a nosotros pues puede elevar los conflictos.
Aquí algunos consejos para sobrellevar el confinamiento si tienes distintos temperamentos en casa:
- Suelta un poco el control: si eres de carácter controlador o líder, o te gusta que los miembros de tu familia sigan tu manera de hacer las cosas, es momento de soltar un poco el control. Lo más probable es que varios en el hogar quieran hacer las cosas distinto a como las haces tú, uy eso está bien. Si eres madre o padre es delicado reconocer la delgada línea que hay entre mantener la disciplina y controlar lo que tus hijos hacen todo el día. Una manera de establecer límites es reconocer cuales son los objetivos a los que se apunta, y no prestarle tanta atención a los métodos. Por ejemplo: si el objetivo es cumplir con algún encargo dentro de casa, pues nos fijaremos entonces solo en que aquel hijo lo cumpla, y no estaremos pendientes de corregir el tiempo que tarda, a que hora lo realiza, o si lo hace exactamente como yo lo haría. Aprender a soltar el control muchas veces es difícil, sin embargo, puede aliviar mucho la tensión en el hogar.
- Horario flexible: la diferencia en temperamentos es también diferencia en manejo del tiempo, o en horas productivas. Sería ideal que todos en la casa quisieran y pudieran hacer las mismas cosas a la misma hora, pero la realidad es que hay algunos más rápidos, otros más lentos, a unos que les va mejor concentrarse temprano en la mañana y otros que son más nocturnos. Un horario flexible, que permite ajustar las horas de trabajo, estudio y recreación, a las necesidades de cada uno, es vital para mantener la armonía.
- Respetar el espacio de cada quién: no tenemos que saber exactamente lo que esta haciendo cada miembro de la familia en cada momento del día. Respetar las conversaciones, actividades o tiempo a solas de mi pareja o de mis hijos, es darles un espacio necesario para poder sobrellevar la crisis. Esto es difícil, sobre todo para aquellas personalidades extrovertidas que necesitan estar en comunicación constante. Hay que hacer el esfuerzo de mantener este espacio personal cuando no hay espacio físico, sobre todo con los adolescentes.
- Cuidado con la susceptibilidad: hay temperamentos que pueden sufrir más durante estos tiempos porque son muy sensibles y se toman cualquier conflicto de manera personal. SI tenemos una persona así en nuestra familia hay que cuidar mucho su salud emocional, tratar de evitar las confrontaciones y los conflictos cargados. Si nosotros somos los susceptibles, pues hay que hacer el esfuerzo de no tomarnos todo de manera personal. Si nuestros hijos están portándose mal, o nuestra pareja esta especialmente irritable, no lo hacen para molestarnos, sencillamente, cada quien tiene la libertad de expresar sus emociones y no es algo que puedan cambiar.
- Es el momento perfecto para vivir la caridad: la caridad se define en un plano terrenal como un sentimiento o actitud que impulsa a interesarse por las demás personas y a querer ayudarlas, especialmente a las más necesitadas; para los católicos implica amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. En estos momentos de confinamiento tenemos al prójimo muy cerca, y en muchos casos son también los mas necesitados. Tenemos una excelente oportunidad de mostrar nuestra caridad, nuestra comprensión, debemos perdonar rápido, olvidar aquellas cosas que me molestan, comprender las diferencias. Es lo que se nos pide en esta situación extraordinaria y es también una muestra de amor por nuestra familia.
María Verónica Degwitz, Aleteia
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