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sábado, 19 de junio de 2021

Evangelio del día

 

ChristianArt 
 
Mateo 6:24-34 No te preocupes por el mañana: tu santo Padre conoce tus necesidades
 
 
Esperando el mañana, Foto de Francesco Deste, Realizada en 2020, Impresión en gelatina de plata
© Francesco Deste

Jesús dijo a sus discípulos Nadie puede ser esclavo de dos amos: odiará al primero y amará al segundo, o tratará al primero con respeto y al segundo con desprecio. No se puede ser esclavo de Dios y del dinero.

Por eso te digo que no te preocupes por tu vida y por lo que has de comer, ni por tu cuerpo y por cómo has de vestirlo. La vida es más importante que el alimento, y el cuerpo más que el vestido. Mira los pájaros en el cielo. No siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Puede alguno de vosotros, con toda su preocupación, añadir un solo codo a su duración de vida? ¿Y por qué preocuparse por la ropa? Piensa en las flores que crecen en los campos; nunca tienen que trabajar ni hilar; sin embargo, te aseguro que ni siquiera Salomón con todas sus galas se vistió como una de ellas. Ahora bien, si así viste Dios a la hierba del campo que hoy está ahí y mañana se echa al horno, ¿no cuidará mucho más de vosotros, hombres de poca fe? Así que no os preocupéis; no digáis: "¿Qué vamos a comer? ¿Qué vamos a beber? ¿Cómo vamos a vestirnos?" Son los paganos los que ponen su corazón en todas estas cosas. Vuestro Padre celestial sabe que las necesitáis todas. Poned vuestro corazón primero en su reino y en su justicia, y todas estas otras cosas se os darán también. Así que no os preocupéis por el día de mañana: el día de mañana se ocupará de sí mismo. Cada día tiene sus propios problemas".


Comentario

Bulle

Juliana de Norwich (1342-después de 1416)
reclusa inglesa
Revelaciones del amor divino (Révélations de l'amour divin, ch 85, Le Livre des révélations, coll. Sagesses chrétiennes, Cerf, 1992), trad. sc©evangelizo.org


“No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo” (Mt 6,34)

Mucho me maravilla que a pesar de nuestra necedad y ceguera acá abajo, nuestro Señor en su bondad nos mira sin cesar con benevolencia y alegría. El placer más grande que le podamos hacer es estar convencidos realmente y con inteligencia y alegrarnos con él y en él. Porque, lo mismo que hemos estado desde siempre en su providencia, estaremos para siempre en la bienaventuranza de Dios, alabándolo y agradeciendo. Nos ha amado y conocido antes del origen de los tiempos, en un designio eterno.
Fue con amor eterno que nos creó, con este mismo amor nos cuida: no permite jamás que seamos heridos hasta el punto de perder nuestra beatitud. Por eso, en el tiempo del juicio, cuando todos seremos elevados hasta el cielo, veremos claramente en Dios los secretos que ahora nos son velados. Entonces, nadie estará tentado de decir; “Señor, si hubiera sido distinto, habría estado perfecto”. Todos diremos de una sola voz: “¡Bendito seas, Señor! Es así y todo está bien. Vemos verdaderamente que todo se cumplió según el orden que has querido antes del comienzo de los tiempos”. (EDD)

Oración

Dios misericordioso, fuente y origen de nuestra salvación, haz que, mientras dure nuestra vida aquí en la tierra, te alabemos constantemente y podamos así participar un día en la alabanza eterna del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
















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