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miércoles, 23 de junio de 2021

Evangelio del día

 

ChristianArt 
 
Mateo 7:15-20 Cuidado con los falsos profetas que vienen a vosotros disfrazados de ovejas
 
 

La oveja disfrazada de lobo, Pintado por Sarah McRae Morton, Pintado en 2017, Pintura al óleo sobre lienzo
 © Sarah McRae Morton

Jesús dijo a sus discípulos: 'Guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros disfrazados de ovejas, pero en el fondo son lobos rapaces. Los podréis reconocer por sus frutos. ¿Acaso se pueden sacar uvas de los espinos o higos de los cardos? Del mismo modo, un árbol sano produce buenos frutos, pero un árbol podrido, malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol podrido dar frutos buenos. Todo árbol que no produce buenos frutos es cortado y arrojado al fuego. Te repito que podrás distinguirlos por sus frutos".

Comentario

Bulle

San Ignacio de Antioquia (¿- c. 110)
obispo y mártir
Carta a les Efesios, 13-15


Por nuestros frutos nos reconocerán

Procurad reuniros con más frecuencia para celebrar la acción de gracias y la alabanza divina. Cuando os reunís con frecuencia en un mismo lugar, se debilita el poder de Satanás, y la concordia de vuestra fe le impide causaros mal alguno. Nada mejor que la paz, que pone fin a toda discordia en el cielo y en la tierra.
Nada de esto os es desconocido, si mantenéis de un modo perfecto, en Jesucristo, la fe y la caridad, que son el principio y el fin de la vida: el principio es la fe, el fin es la caridad. Cuando ambas virtudes van a la par, se identifican con el mismo Dios, y todo lo demás que contribuye al bien obrar se deriva de ellas. El que profesa la fe no peca, y el que posee la caridad no odia. “Por el fruto se conoce el árbol”; del mismo modo, los que hacen profesión de pertenecer a Cristo se distinguen por sus obras. Lo que nos interesa ahora, más que hacer una profesión de fe, es mantenernos firmes en esa fe hasta el fin.
Es mejor callar y obrar que hablar y no obrar. Buena cosa es enseñar, si el que enseña también obra. Uno solo es el maestro, que “lo dijo y existió” (Sl 32,9); pero también es digno del Padre lo que enseñó sin palabras. El que posee la palabra de Jesús es capaz de entender lo que él enseñó sin palabras y llegar así a la perfección, obrando según lo que habla y dándose a conocer por lo que hace sin hablar. Nada hay escondido para el Señor, sino que aun nuestros secretos más íntimos no escapan a su presencia. Obremos, pues, siempre conscientes de que él habita en nosotros, para que seamos templos suyos y él sea nuestro Dios en nosotros.

Oración

Señor Dios nuestro:
La actual renovación en la Iglesia
y los cambios en nuestro mundo
han hecho vacilar
muchas de nuestras certezas y seguridades;
y a veces no sabemos qué terreno pisamos.
Danos, Señor, una fe firme, una profunda confianza,
y la sabiduría de tu Espíritu.
Ayúdanos a mantener nuestro sentido crítico,
para que no corramos detrás de falsos profetas;
pero, aun así, que nos mantengamos abiertos
a toda renovación auténtica
que nos acerque más a ti
y nos ayude a dar buen fruto,
por Jesucristo nuestro Señor.


















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