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Evangelio según San Mateo 1,1-16.18-23. Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: | Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. | Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; | Esrón, padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. | Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; | Jesé, padre del rey David. David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. | Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá; | Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. | Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; | Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón, padre de Josías; | Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia. | Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel; | Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre de Azor. | Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud; | Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob. | Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. | Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. | José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. | Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. | Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados". | Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: | La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros". |
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Un madre digna del que la creó ¡Venid, naciones todas; venid, hombres de cualquier raza, de cualquier lengua, de cualquier edad, de cualquier dignidad! ¡Venid con alegría, festejemos la natividad de la que es la alegría del mundo entero! Si incluso los paganos honran el aniversario de su rey... ¿qué deberíamos hacer nosotros para honrar el de la Madre de Dios, por quien toda la humanidad ha sido transformada, por quien el dolor de Eva, nuestra primera madre, ha sido cambiado en gozo? En efecto, Eva escuchó la sentencia de Dios: «Parirás hijos con dolor» (Gn 3,16); y María: «Alégrate, llena de gracia... es Señor está contigo» (Lc 1,28)... | Que toda la creación esté de fiesta y cante el santo nacimiento de una santa mujer, porque de ella nace un tesoro imperecedero... Por ella la Palabra creadora de Dios se ha unido a la creación entera, y festejamos el fin de la esterilidad humana, el fin de la enfermedad que nos privaba de poseer el bien... La naturaleza ha cedido paso a la gracia... Tal como la Virgen Madre de Dios debía nacer de Ana, la estéril, también la naturaleza quedó sin dar fruto hasta que la gracia trajo el suyo. Era preciso que abriera el seno de su madre aquella que debía dar a luz al «primogénito de toda criatura» en quien «todo subsiste» (Col 1,15.17). | ¡Joaquín y Ana, dichosa pareja! Toda la creación os es deudora; por medio de vosotros ha ofrecido al Creador el mejor de sus dones: una madre digna de veneración, la única madre digna del que la creó. |
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Oración
Padre Celestial, Tú has querido que en María se reflejase tu amor.
¡Gracias por habernos dado una madre tan perfecta!
Ella es para nosotros una nueva revelación
de todos los tesoros de bondad que se encuentran
escondidos en tu corazón paterno,
nos muestras hasta qué punto Tú eres bueno y dulce en tu amor.
Con su ternura y su solicitud, ella nos hace conocer
el afecto delicado y vigilante que te une a Tí con nosotros,
puesto que toda la fuerza de tu amor materno desciende
a ella de tu corazón de Padre.
En María no hay nada que no le haya sido dado
expresamente por Tí: ella trae a nosotros tú imagen,
nos hace descubrir tu rostro de amor.
Sin el consuelo de su presencia y la continuidad de
sus atenciones, nos faltaría una de las pruebas más
evidentes de que Tú estás continuamente cercano a
nosotros, para sostenernos, consolarnos, y protegernos.
Su mirada bondadosa y su inmensa piedad para
con los pecadores, como somos nosotros, nos invitan
a creer que tu misericordia es inconmensurable y
que no se deja vencer por la ingratitud y por la maldad.
María nos muestra cómo Tú nos amas y nos impulsa
a confiarnos completamente a tu amor.
¡Te damos gracias porque te agrada manifestarte
y darte a nosotros a través de ella! Amén.
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