La última arremetida contra la Iglesia de parte del régimen de Daniel Ortega sucedió con un asalto en la madrugada y con la salida de más religiosas
El pasado 10 de mayo hubo una misa de acción de gracias por la fundación del Instituto Técnico Santa Luisa de Marillac ubicado en San Sebastián de Yalí, Jinotega. «La educación debe ser fuerte y tierna», se recordaba en aquel entonces a través de las redes sociales.
En ese sentido, un día antes, el 9 de mayo, se celebró a esta fundadora con el siguiente mensaje:
«Hoy la Iglesia celebra a Santa Luisa de Marillac, mujer fuerte y generosa. Formadora de catequistas, maestras y enfermeras. «Estamos llamadas a tratar a los pobres exactamente como lo haríamos a Jesús: con capacidad, amabilidad, compasión y generosidad», enseñó que nuestra forma de servicio es tan importante como el servicio en sí».
Toma y expulsión de religiosas
Sin embargo, todo esto -cargado de espíritu de servicio y amor a los más necesitados- contrasta con lo acontecido recientemente vinculado a este instituto.
Según reseñaron diversos medios locales como Despacho 505, en la noche del 29 de mayo, la Policía leal al régimen de Daniel Ortega se tomó con violencia el sitio educativo, algo que también fue difundido por la abogada Martha Molina, la autora del trabajo de investigación titulada «Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?».
Pablo Cesio, Aleteia
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