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sábado, 30 de agosto de 2025

«Estoy cansado de ser trans»: el asesino de niños de Minneapolis lamentó haberse «lavado el cerebro»


Robert (Robin) Westman tenía un auténtico problema con su identificación sexual, aunque no se ha dado a conocer si se sometió a tratamientos o solo hizo un cambio legal de sexo.

Robert (Robin) Westman tenía un auténtico problema con su identificación sexual, aunque no se ha dado a conocer si se sometió a tratamientos o solo hizo un cambio legal de sexo.

La personalidad y motivaciones del joven varón trans de 23 años Robert Westman (Robin tras asumir legalmente el sexo femenino) es la principal incógnita que presenta el crimen que cometió este miércoles en la escuela católica de la Anunciación en Minneapolis.

Este jueves se desveló la identidad de las dos víctimas mortales, asesinadas cuando asistían a misa en el arranque del curso escolar. 

Se trata de Harper Moyski, de 10 años, y Fletcher Merkel, de 8 años. Sus familias emitieron sendos comunicados de pesar y agradecimiento, y expresando el deseo de que nunca se repita una tragedia semejante y de que se den pasos significativos "ante la violencia con armas y la crisis de salud mental" en el país. 

Harper Moyski (a la izquierda) y Fletcher Merkel, los dos niños asesinados cuando asistían a misa en su colegio.

Harper Moyski (a la izquierda) y Fletcher Merkel, los dos niños asesinados cuando asistían a misa en su colegio.

También se supo que uno de los dos niños en estado crítico es la pequeña Sophia Forchas, de 12 años, que fue atendida por su propia madre, enfermera en la unidad de cuidados intensivos pediátricos en la clínica Hennepin, a la que acudió para ayudar en cuanto supo lo sucedido sin saber que su hija estaba entre los heridos.

De los 18 heridos, todos son niños salvo tres octogenarios fieles de la parroquia, y no se espera que ninguno corra peligro vital.

El odio, contra todos... pero los disparos, contra niños en misa

¿A quién odiaba exactamente Westman para provocar una carnicería tan cruel como ha sido y pretendía? La policía ha recogido en el lugar de los hechos 116 cartuchos de fusil, tres de escopeta y uno de pistola, que parece haberse encasquillado al dispararse.

¿Contra quién dirigía su rabia? Aborrecía a los niños y se complacía en fantasías violentas sobre matarlos y convertirse "en el monstruo horrible y espantoso que se alza sobre esos críos impotentes".

Según el fiscal de Minnesota al cargo del caso, Joe Thompson, Robert/Robin "estaba obsesionado con matar niños" y dejó cientos de páginas de "odio puro e indiscriminado": "Expresó su odio contra casi cualquier grupo imaginable. Expresó odio contra los negros. Expresó odio contra los mexicanos. Expresó odio contra los cristianos. Expresó odio contra los judíos. Parecía odiarnos a todos", aunque sin embargo expresaba su admiración hacia otros asesinos en colegios, a quienes terminó imitando.

La madre, por ahora, no colabora

Alguien que podría ayudar a esclarecer sus intenciones es su madre, Mary Grace Westman, ex empleada de la escuela durante cinco años hasta 2021. Pero en el momento de escribirse estas líneas ni se ha puesto en contacto con la Policía ni ha sido localizada por ésta.

Los Westman son una familia católica, y el propio Robert acudió al colegio donde perpetró la matanza, en el que se graduó en 2017. 

Mary Grace firmó en 2020 los papeles en los que su hijo se cambiaba legalmente de sexo, una decisión que, si bien no está claro si guarda relación con el crimen, sí que parece estar relacionada con la perturbada identidad del criminal.

NBC News recoge el testimonio de un antiguo trabajador de la escuela que afirma que Robert/Robin solía visitar el despacho del director por problemas de disciplina y que no tenía amigos. Su madre le comentó los problemas que el cambio de sexo de 'Robin' suponían para su propia fe católica: "Decía 'No sé qué pensar al respecto'... No sabía qué sentía, pero le pesaba mucho".

Se lavó el cerebro a sí mismo como trans

Según los datos recopilados por el New York Post a raíz de su diario manuscrito, que él mismo mostraba en Youtube, el joven también parecía arrepentirse de su 'transición': "Solo lo conservo [el pelo largo] porque es prácticamente el último vestigio de ser trans. Estoy cansado de ser trans. Ojalá nunca me hubiese lavado el cerebro a mí mismo".

"Me arrepiento de ser trans", insistía: "Ojalá fuese mujer, pero sé que no puedo conseguir ese cuerpo con la tecnología de la que disponemos hoy. Y tampoco puedo pagármelo".

Esta dicotomía le producía una auténtica desazón: "Me gusta sentirme sexy y mona, pero mi rostro nunca se corresponde con lo que siento. Odio mi cara. Quizá por eso me gusta tanto disfrazarme. Puedes darte a ti misma un cuerpo y una cara nuevos".

Robin/Robert Westman

Robin/Robert Westman

O, en otra página: “No quiero vestirme de chica todo el tiempo, pero creo que a veces realmente me gusta. Sé que no soy una mujer, pero definitivamente no me siento como un hombre".

El cuaderno en el que Westman ideó la masacre en la iglesia.

El cuaderno en el que Westman ideó la masacre en la iglesia.

"No puedo cortarme el pelo ahora porque supondría una vergonzosa derrota", añadía, "y podría suponer un preocupante cambio de carácter por el que podría ser denunciado. Simplemente, me estorba".

"Es probable que me lo corte el día del ataque", sentenció.

Caremelo López-Arias, ReL 

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