"Que los jóvenes de nuestra comunidad abran sus corazones a Tu voluntad..."
cfr. Philip Kosloski, aleteia
Aunque lamentemos el cierre o la consolidación de parroquias, muchos opinan que es algo temporal y que en las próximas décadas veremos mucho más sacerdotes de calidad que se convertirán en pastores y liderarán la siguiente generación de católicos.
Una de las formas más prácticas para ayudar a fomentar las vocaciones en la parroquia es retar a los jóvenes que lleven vidas de santidad. Sin una amistad profunda con Cristo, nadie puede descubrir su vocación específica.
Para reflexionar sobre las vocaciones, recemos por vocaciones de calidad, démonos cuenta de que no necesitamos simplemente más sacerdotes y monjas, sino hombres y mujeres santos que respondan a la llamada de Dios.
Oremos
Te damos gracias, Dios nuestro, por
tu llamada del Bautismo
a ser tu pueblo.
Te respondemos otra vez con nuestro "Sí".
Danos fidelidad para tu causa
y para nuestra vocación.
Renueva con un espíritu de
entusiasmo a todos los que
se dedican al servicio de
tu pueblo.
Da a nuestros jóvenes el deseo
de dedicarse a este servicio
en la vida religiosa, en el
sacerdocio, o como diáconos
y ministro laicos.
Llena sus corazones con tu
Espíritu de Sabiduría para
que proclamen tu evangelio,
y den testimonio de tu presencia
entre nosotros.
Amén.
tu llamada del Bautismo
a ser tu pueblo.
Te respondemos otra vez con nuestro "Sí".
Danos fidelidad para tu causa
y para nuestra vocación.
Renueva con un espíritu de
entusiasmo a todos los que
se dedican al servicio de
tu pueblo.
Da a nuestros jóvenes el deseo
de dedicarse a este servicio
en la vida religiosa, en el
sacerdocio, o como diáconos
y ministro laicos.
Llena sus corazones con tu
Espíritu de Sabiduría para
que proclamen tu evangelio,
y den testimonio de tu presencia
entre nosotros.
Amén.
Papa Francisco
Padre de misericordia, que has entregado a tu Hijo por nuestra salvación y nos sostienes continuamente con los dones de tu Espíritu, concédenos comunidades cristianas vivas, fervorosas y alegres, que sean fuentes de vida fraterna y que despierten entre los jóvenes el deseo de consagrarse a Ti y a la evangelización. Sostenlas en el empeño de proponer a los jóvenes una adecuada catequesis vocacional y caminos de especial consagración. Dales sabiduría para el necesario discernimiento de las vocaciones de modo que en todo brille la grandeza de tu amor misericordioso. Que María, Madre y educadora de Jesús, interceda por cada una de las comunidades cristianas, para que, hechas fecundas por el Espíritu Santo, sean fuente de auténticas vocaciones al servicio del pueblo santo de Dios.
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