Cuánta sabiduría...
1. Di mal ejemplo y lamentablemente hubo quien me imitara.
2. El dolor frente al que fui indiferente.
3. Las personas a las que lastimé o causé daño de cualquier forma.
4. Las palabras necias, vulgares o groseras que salieron de mi boca.
5. Las promesas que no cumplí.
6. Las cosas que compré y que no necesitaba o que nunca utilicé.
7. El tanto tiempo y mucho esfuerzo que mostré para conceder algún perdón.
8. Los ratos en que he podido y debido orar más y sobre todo con más amor.
9. No haber corregido a tiempo a los que tenía que haber educado mejor.
10. Haber callado tantas palabras de reconocimiento, elogio o ánimo para quienes lo merecían y necesitaban.
11. Haber huido tantas veces de la Cruz.
12. La soledad de Cristo en el sagrario me duele.
13. Haberme quejado mucho más de lo que he agradecido.
14. Atribuirme los triunfos a mí y los fracasos a las circunstancias.
15. Ser cómplice de chistes contra Dios, la fe o la Iglesia.
16. ¡Tanto tiempo simplemente perdido; tiempo que ya no puedo recuperar!
17. Haber perturbado la inocencia de alguien o bloqueado los sueños de algún otro.
18. Aprovecharme de que alguien me quería para sacar algún provecho.
19. Disfrutar la adulación aun sabiendo que es falsa.
20. Personas a las que no visité porque me parecían poco interesantes, educadas o útiles.
21. Me faltó amar; amar mucho más a Dios y muchísimo más a mi prójimo.
Artículo originalmente publicado por fraynelson.com
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