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domingo, 11 de julio de 2021

Especialmente para los que NO suelen participar en la Santa Misa

 Aquí podemos ofrecerle sólo unos pocos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa

Jesús se ofreció a sí mismo como sacrificio y hostia.

La voluntad de su Padre fue que su bendito y glorioso Hijo, a quien nos dio para nosotros y que nació por nuestro bien, se ofreciese a sí mismo como sacrificio y hostia, por medio de su propia sangre, en el altar de la cruz; no para sí mismo, por quien todo fue hecho, sino por nuestros pecados, dejándonos ejemplo para que sigamos sus huellas. Y quiere que todos seamos salvos por Él y que lo recibamos con un corazón puro y con nuestro cuerpo casto. Pero son pocos los que quieren recibirlo y ser salvos por Él, aunque su yugo es suave y su carga ligera 2CtaF 6-15.

San Francisco de Asís
Carta a toda la Orden


El sacerdote deja de hablar por sí mismo.

¿Cómo es que sucede el cambio del pan en el Cuerpo de Cristo? Es por medio de la Consagración. ¿Con qué palabras se logra la Consagración? Es con las palabras de Jesús. Cuando llega el momento de lograr este Sagrado Misterio, el sacerdote deja de hablar por sí mismo; entonces habla por la persona de Jesús.

San Ambrosio
Doctor de la Iglesia

La Santísima Eucaristía es como el compendio y el centro de la religión cristiana.

El misterio de la sagrada Eucaristía, instituida por el Sumo Sacerdote, Jesucristo, y por voluntad de El constantemente renovada por sus ministros, es como el compendio y centro de la religión cristiana.

Venerable S.S. Pio XII
Carta Encíclica MEDIATOR DEI

La tibieza queda herida de muerte si nos acercamos a la Eucaristía.

"La tibieza queda herida de muerte, sobre todo, si nos acercamos a la Eucaristía. Si hacemos de la Santa Misa dominical el centro de toda la semana. Si buscamos momentos para visitar, en una iglesia, a Jesucristo presente en el Tabernáculo".
P. Fernando Pascual, LC

Pensemos lo que sucedería si hacemos de la Santa Misa Diaria el centro de toda nuestra vida.

La fortaleza del amor modeló el prodigio de la Eucaristía.

Para santificar a las almas fue necesaria la fortaleza de la sabiduría que realizó la Encarnación, y la fortaleza del dolor que produjo el misterio del Calvario, y la fortaleza del amor -fuerte como la muerte- que modeló el prodigio de la Eucaristía.

Siervo de Dios Mons. Luis María Martínez
Vida Espiritual

En la Eucaristía Jesús viene... 

- Viene con tanta claridad que no hay corazón tan ciego y en tinieblas tan densas que no pueda iluminar y purificar con su presencia.

- Viene tan lleno de santidad y de gracia, que no hay indolente e indevoto al que no pueda excitar a mover a devoción.

Santa Matilde de Hackeborn





Apostolado de la Santa Misa Diaria








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