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martes, 6 de julio de 2021

Santa María Goretti, mártir al ser violada y defender su pureza

 

MARIA GORETTI


Murió a causa de las heridas que sufrió al ser violada. Su asesino y violador declaró en su proceso de canonización

Santa María Goretti nació el 16 de octubre de 1890, en Corinaldo (Italia). Era la tercera de siete hijos de una familia pobre aunque muy piadosa.

Emigraron a Ferriere di Conca para trabajar al servicio del conde Mazzoleni. Allí la familia compartía casa con otra familia: Giovanni Serenelli y su hijo Alessandro, que tenían otro estilo de vida. El padre Serenelli era alcohólico y Alessandro era grosero y rudo. La cocina era el espacio común.

Pronto falleció el padre de los Goretti de paludismo y su madre se tuvo que poner a trabajar mientras María y los mayores cuidaban de los hermanos pequeños.

Quería hacer la Primera Comunión a toda costa

María era inteligente y piadosa. Había recibido el bautismo y la confirmación. Rezaba el rosario, contemplaba el crucifijo, hacía oración… Su madre le dijo que no podía recibir la Primera Comunión porque no tenía instrucción y no podría aprender el catecismo. Además, no tenían dinero para comprarle un vestido. La niña rogó a su madre y finalmente una persona de la zona le dio la instruyó mientras que otras familias le prestaron el vestido. Así, recibió la Primera Comunión el 29 de mayo de 1902.

Alessandro Serenelli tenía 19 años, era fuerte y en varias ocasiones había dicho frases obscenas a María. Ella se dio cuenta de que el chico quería abusar de ella y comenzó a pedir a su madre que regresaran a su pueblo natal. Pero la madre creyó que era un capricho de niña y no le dio más importancia.

Un día, Alessandro llevó a María a la cocina cuando ella estaba sola en casa cuidando a una de las bebés. La agredió sexualmente a pesar de que ella se resistió, diciéndole que lo que pretendía hacer era un pecado.

El chico amordazó a María Goretti. Primero le mostró un puñal y ella siguió sin consentir. Luego él le arrancó la ropa y María pudo deshacerse de la mordaza.

No hagas eso, que es pecado. Irás al infierno, dijo María.

Alessandro Serenelli le asestó varias cuchilladas, hasta que creyó que la había matado. Después tiró el cuchillo y se marchó. Pero cuando estaba ya en la puerta la oyó gemir, Entonces recogió el arma y volvió sobre sus pasos para matarla. De nuevo la acuchilló y se marchó a su habitación.

En total, María Goretti recibió 14 heridas graves, pero no había muerto. Recobró la conciencia y avisó al señor Serenelli con un grito.

La llevaron al hospital y el médico registró heridas en el pericardio, el corazón, el pulmón izquierdo, el diafragma y el intestino.

El perdón

María pudo recibir los últimos sacramentos. En el momento de darle la comunión, el sacerdote le preguntó:

-María, ¿perdonas de todo corazón a tu asesino?

Ella contestó:

-Sí, lo perdono por el amor de Jesús, y quiero que él también venga conmigo al paraíso. Quiero que esté a mi lado. Que Dios lo perdone, porque yo ya lo he perdonado.

Al poco falleció.

Conversión de Alessandro en la cárcel

Alessandro Serenelli fue detenido, procesado y condenado a 30 años de cárcel. Decía que no se arrepentía de nada, pero unos años más tarde fue a visitarlo monseñor Blandini. Cuando este se marchó, lloró desconsoladamente.

En sueños santa María Goretti se apareció a Alessandro, tras lo cual este se arrepintió y escribió una carta a monseñor Blandini. Decía: «Lamento sobre todo el crimen que cometí porque soy consciente de haberle quitado la vida a una pobre niña inocente que, hasta el último momento, quiso salvar su honor, sacrificándose antes que ceder a mi criminal voluntad. Pido perdón a Dios públicamente, y a la pobre familia, por el enorme crimen que cometí. Confío obtener también yo el perdón, como tantos otros en la tierra».

Alessandro cumplió 26 años de condena. Luego fue hortelano de un convento de capuchinos y más tarde fue admitido en la orden terciaria de san Francisco. Su conducta fue ejemplar.

Relató su propio crimen

Fue llamado como testigo en el proceso de canonización de María Goretti.  Explicó por qué lo hacía: «Debo reparación, y debo hacer todo lo que esté en mi mano para su glorificación. Toda la culpa es mía. Me dejé llevar por la brutal pasión. Ella es una santa, una verdadera mártir. Es una de las primeras en el paraíso, después de lo que tuvo que sufrir por mi causa».

En la Navidad de 1937, Alessandro fue a Corinaldo y pidió perdón a la madre de santa María Goretti por el crimen que había cometido. Ella le respondió:

-Si María te perdonó -balbucea-, ¿cómo no voy a perdonarte yo?»

Oración

Señor, Dios, que eres fuerza de las almas inocentes y te complaces en los corazones limpios, tú que otorgaste a santa María Goretti la palma del martirio en la edad juvenil, concédenos, por su intercesión, la constancia en tus mandamientos, así como a esta virgen le diste la victoria en el combate. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.

Dolors Massot, Aleteia 

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