Evangelio según San Mateo 12,14-21.
En seguida los fariseos salieron y se confabularon para buscar la forma de acabar con él. |
Al enterarse de esto, Jesús se alejó de allí. Muchos lo siguieron, y los curó a todos. |
Pero él les ordenó severamente que no lo dieran a conocer, |
para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isaías: |
Este es mi servidor, a quien elegí, mi muy querido, en quien tengo puesta mi predilección. Derramaré mi Espíritu sobre él y anunciará la justicia a las naciones. |
No discutirá ni gritará, y nadie oirá su voz en las plazas. |
No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia; |
y las naciones pondrán la esperanza en su Nombre. |
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
San Hipólito de Roma (¿-c. 235) |
“Este es mi servidor, a quien elegí”
Esta es nuestra fe…: Fue el Padre quien envió la Palabra (Jn 1,1), al fin de los tiempos… Le dijo que se manifestara a rostro descubierto, a fin de que el mundo, al verla, pudiera salvarse… Sabemos que se hizo hombre de nuestra misma condición, porque, si no hubiera sido así, sería inútil que luego nos prescribiera imitarle como maestro (Jn 13,14.34). Porque, si este hombre hubiera sido de otra naturaleza, ¿cómo habría de ordenarme las mismas cosas que él hace, a mí, débil por nacimiento, y cómo sería entonces bueno y justo? |
Para que nadie pensara que era distinto de nosotros, se sometió a la fatiga (Jn 4,6), quiso tener hambre y no se negó a pasar sed, tuvo necesidad de descanso y no rechazó el sufrimiento, obedeció hasta la muerte y manifestó su resurrección, ofreciendo en todo esto su humanidad como primicia, para que tú no te descorazones en medio de tus sufrimientos, sino que, aun reconociéndote hombre, aguardes a tu vez lo mismo que Dios dispuso para él… |
Cuando contemples ya al verdadero Dios, poseerás un cuerpo inmortal e incorruptible, junto con el alma, y obtendrás el reino de los cielos, porque, sobre la tierra, habrás reconocido al Rey celestial; serás íntimo de Dios, coheredero de Cristo, y ya no serás más esclavo de los deseos, de los sufrimientos y de las enfermedades, porque habrás llegado a ser dios… Cristo es el Dios que está por encima de todo )cf Rm 9,5): (…) él es quien renueva al hombre viejo (Col 3,9), al que ha llamado desde el comienzo imagen suya (Gn 1,27), mostrando, por su impronta, el amor que te tiene. Y, si tú obedeces sus órdenes y te haces buen imitador de este buen maestro, llegarás a ser semejante a él. (EDD) |
Oración
Señor nuestro Dios, luz de la humanidad en Cristo Jesús, llenos de alegría y confianza te pedimos acceso a tu poder omnipotente, tu poder contra toda maldad, pecado, muerte y esclavitud. Que nos sintamos cercanos a tu poder omnipotente. Escucha nuestro llanto, ya que somos y siempre seremos tus hijos, a quienes has prometido redención y liberación. Juntos nos aferramos a esta promesa y venimos ante ti diciendo: «Nosotros somos tus hijos en Jesucristo el Salvador, a quien tú has enviado a nosotros». Escúchanos a tus hijos; bendícenos a cada uno, y bendícenos como un pueblo, y permítenos servirte en medio del sufrimiento de nuestro mundo. Amén.
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