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sábado, 21 de mayo de 2022

Especialmente para los que NO suelen ir a Misa los Domingos

    Aquí podemos ofrecerle sólo unos pocos aspectos de las mil maravillas de la Santa Misa

La Eucaristía es la principal y central razón de ser del sacramento del Sacerdocio.

Si la Eucaristía es centro y cumbre de la vida de la Iglesia, también lo es del ministerio sacerdotal. Por eso, con ánimo agradecido a Jesucristo, nuestro Señor, reitero que la Eucaristía es la principal y central razón de ser del sacramento del Sacerdocio, nacido efectivamente en el momento de la institución de la Eucaristía y a la vez que ella.

San Juan Pablo II
Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia, n. 61

Enseñar y hacer amar y venerar a la Sagrada Eucaristía.

No hay actividad alguna que pueda anteponerse, ordinariamente, a ésta de enseñar y hacer amar y venerar a la Sagrada Eucaristía.

San Josemaría Escrivá de Balaguer
Homilía Sacerdote para la eternidad, 13-IV-1973




Mediante vuestro ministerio el sacrificio espiritual de los fieles se vuelve perfecto.

Mediante vuestro ministerio el sacrificio espiritual de los fieles se vuelve perfecto, porque unido al sacrificio de Cristo que por vuestras manos y en nombre de toda la Iglesia se ofrece en modo incruento en el altar en la celebración de los santos misterios.

S.S. Fransisco
Homilía IV domingo de pascua

¡No hay peligro de exagerar!

No hay peligro de exagerar en la consideración de este Misterio, porque "en este Sacramento se resume todo el misterio de nuestra salvación".

San Juan Pablo II
Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia, n. 61

Reciban a menudo la Sagrada Comunión.

Oh, cristianos, ¿desean ustedes probar su verdadero amor hacia sus seres queridos que se han ido? ¿Desean mandarles su más preciosa ayuda y la llave Dorada del Cielo? Reciban a menudo la Sagrada Comunión por el reposo de sus almas.

San Buenaventura, Doctor de la Iglesia


Debemos ser conscientes de la magnitud del don de la Eucaristía.

Al dar a la Eucaristía todo el relieve que merece, y poniendo todo esmero en no infravalorar ninguna de sus dimensiones o exigencias, somos realmente conscientes de la magnitud de este don.

San Juan Pablo II
Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia, n. 61

Dos corazones palpitando juntos.

En cuanto desciendo en el corazón de quien vive en mi Voluntad, pronto consumo los accidentes de la hostia, porque sé que accidentes más nobles y a mí más queridos están listos para aprisionarme, para no hacerme salir de aquel corazón que me dará no sólo vida en él, sino vida por vida; no estaré solo, sino que estaré con mi más fiel compañía, seremos dos corazones palpitando juntos, amaremos unidos, nuestros deseos serán uno solo, así que Yo permanezco en ella y en ella hago vida, vivo y verdadero, como la hago en el Santísimo Sacramento.

Jesús a la Sierva de Dios Luisa Piccarreta
Volumen 16; 5 de Noviembre de 1923



























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