Entrevista con el postulador de la causa de Carlos de Foucauld
El próximo 15 de mayo de 2022, Charles de Foucauld será canonizado por el papa Francisco durante una misa en la Plaza Saint-Pierre de Toulouse. El padre Bernard Ardura, presidente del Comité Pontificio para las Ciencias Históricas, será el postulador de la Causa de Canonización del padre de Foucauld. Fue él quien trabajó en el reconocimiento del milagro que permitirá al bienaventurado francés convertirse en santo.
Pocos días antes de la canonización, habla con I.MEDIA sobre este milagro que salvó a un joven carpintero, Charle, que cayó más de 15 metros en una obra en 2016. Nos cuenta que este joven, que sobrevivió milagrosamente al accidente, por el momento no ha pedido el bautismo. Nos explica por qué el Papa Francisco considera a Charles de Foucauld un santo para nuestro tiempo.
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¿En qué sentido fue especial para usted la postulación de la Causa de Charles de Foucauld?
El milagro que permitirá a Charles de Foucauld convertirse en santo es bastante singular. Pertenece a una categoría poco frecuente de milagros. No se trata de una «cura» sino de un caso llamado en Italia: «Scampato pericolo», expresión que se puede traducir como: «Peligro evitado».
Igualmente, ha sido necesario probar técnicamente que el joven Charle escapó de una tragedia que debería haberlo conducido a la muerte o la tetraplejia. El caso fue estudiado por un ingeniero aerodinámico, teniendo en cuenta la duración de la caída o la velocidad a la que el joven carpintero llegó al suelo. Los médicos, estadística en mano, dedujeron de esta información los efectos esperados. Resulta que lo ocurrido no se corresponde con los efectos predichos por la ciencia. Charle se precipitó y un reposabrazos le atravesó el costado. Ningún órgano vital resultó afectado, tampoco tuvo secuelas, ni psíquicas ni físicas. El joven cirujano que lo operó me dijo: «Fue muy impresionante de ver, pero de inmediato supe que no era grave».
¿Cómo podemos estar seguros de que este milagro se debe a la intercesión de Charles de Foucauld?
Toda la demostración que hice consistió en resaltar las coincidencias providenciales en torno a este evento. En primer lugar, una coincidencia temporal. Este milagro se produjo justo en el año del centenario de la muerte de Charles de Foucauld, un año en el que todas las familias espirituales del bienaventurado rezaron, en varios continentes, rogando mercedes y un milagro. Pues bien, el accidente ocurrió el 30 de noviembre de 2016, un día antes del 1 de diciembre, aniversario de la muerte de Charles. Como bien sabéis, en la liturgia, el día comienza con las vísperas, cuando cae el día. Por la noche, François Asselin, el jefe de la empresa donde Charle trabajaba, envió decenas de mensajes de texto pidiendo a los familiares que rezaran a Charles de Foucauld por su trabajador. Por lo tanto, podemos decir que el milagro tuvo lugar en el aniversario de la muerte. Otra coincidencia, la parroquia Charles de Foucauld en Saumur estaba terminando su novena de oración en preparación para la onomástica.
Luego, están las inquietantes coincidencias con respecto a las ubicaciones concretas. La caída de Charle tuvo lugar en Saumur, por donde pasó Charles de Foucauld, en la escuela de caballería. Esto ocurrió en el sector de la parroquia Charles de Foucauld, creada cuatro años antes. Es una parroquia donde se invocaba al bienaventurado durante todo el año mediante una oración recitada después de la comunión, al final de cada misa.
Charle se cayó mientras trabajaba en las obras de construcción de la capilla de la Institución Saint-Louis, un instituto universitario que iba a albergar las celebraciones parroquiales en ocasión del centenario.
Charle, el joven carpintero, no está bautizado. Y no parece haber tomado el camino del bautismo a día de hoy. ¿Sorprendente?
Es algo que llama la atención… Pero que es quizás un guiño y una enseñanza de Charles de Foucauld. Él se consideraba un misionero, pero un misionero que no predica con la palabra. Dijo: «Quiero predicar acogiendo la caridad».
Este asombroso milagro al que asistimos me ha fortalecido en la idea de que el buen Dios no quiere hacer una excepción con nadie. Cuando da, da totalmente, sin exigir nada a cambio. Dios no entrega sus dones considerando una posible devolución.
Charles de Foucauld no generó muchas vocaciones en Argelia. Se podría decir que desde una perspectiva humana, su misión fue un fracaso. Y sin embargo, su carisma es tan poderoso que se ha extendido por todo el mundo. Cuando te encuentras con las Hermanitas de Jesús en Bangalore, te preguntas: «¡Pero cómo llegó hasta aquí Charles de Foucauld!». El papa Benedicto XVI tenía un dicho que bien podría explicar lo que sucede con Charles de Foucauld: «La fe no se propaga por persuasión sino por atracción».
De hecho, uno podría haber imaginado que el joven Charle estaría convencido de la existencia de Dios después de haber salido indemne de su caída…
Sí… Parecería obvio en un esquema clásico. Mucha gente me ha preguntado si Charle pidió el bautismo. Pero creo que tenemos que darnos cuenta de la realidad. Hace cincuenta años, el 90% de los niños se bautizaban, y Charle probablemente lo habría estado también. La situación del catolicismo en Francia se ha puesto patas arriba. Uno de cada dos nacimientos ocurre fuera del matrimonio y solo el 30% de los niños son bautizados. Vivimos en una sociedad donde Dios ya no existe. Ya no estamos atentos a Dios.
Para el papa Francisco, ¿qué representa Charles de Foucauld?
Para él es el hermano universal, y también es el santo de hoy, el santo de la fraternidad universal. Su canonización tiene lugar en un clima de sufrimiento y quiebros crueles. Todas las guerras son fratricidas, ¡pero la que tiene lugar en Ucrania lo es aún más!
El papa Francisco tiene mucho cariño a Charles de Foucauld. Después de leer su biografía escrita por Pierre Sourisseau, añadió un breve párrafo al final de su encíclica Fratelli tutti. Subraya la profunda fe de este hombre que supo experimentar a Dios y hacerse hermano de todos los hombres y mujeres. El Papa también ofreció a los miembros de la Curia este libro sobre Charles de Foucauld.
¿Qué mensaje quiere enviar la Iglesia con la canonización de Charles de Foucauld?
Cuando Charles de Foucauld se encuentra con Dios, comprende que toda su vida debe ser entregada enteramente a Dios. Buscando imitar a Cristo, primero irá a la abadía de Notre-Dame-des-Neiges. Ciertamente, se trata de un lugar austero, pero Charles se da cuenta de que al vivir en comunidad, en última instancia no le faltará nada. Entonces parte hacia Tierra Santa. Se encierra en Nazaret hasta que comprende que imitar a Cristo no requiere de seguirlo geográficamente. Encontrará a Cristo en aquellos a quienes considera los más pobres, los más desfavorecidos, los abandonados, los despreciados. Optó pues por partir hacia el Sáhara y vivir con los tuaregs.
Es el testimonio y el camino de Charles de Foucauld lo que la Iglesia quiere ofrecer al mundo a través de esta canonización. Francisco es el Papa de las periferias y ahora va a canonizar a Charles de Foucauld, el santo de las periferias.
Durante la misa de canonización, ¿qué lugar le dará el Papa a Charles de Foucauld?
En general, el Papa solamente roza la superficie de la vida de las personas canonizadas, más aún cuando son varias. El 15 de mayo habrá nueve nuevos santos. El Papa Francisco debería basar su homilía en el Evangelio del día, como es el caso la mayor parte del tiempo.
Entre los otros nueve futuros santos que menciona, hay dos franceses, César de Bus y Marie Rivier. ¿En qué sentido son modelos a seguir para los cristianos de hoy?
César de Bus es un hombre del siglo XVI que vivió en la región de Aviñón. Hay muchos paralelismos entre él y Charles de Foucauld. Crece en un ambiente acomodado, lleva una vida disipada, maneja las armas. Y él también experimentará una conversión, o más bien, un nuevo comienzo, porque ya fue bautizado. Entra de lleno en lo que es la reforma católica, fruto del Concilio de Trento. Dedicará todas sus fuerzas a la enseñanza del catecismo, considerado como el instrumento privilegiado para la formación de los fieles. Fundó así la Sociedad de Sacerdotes de la Doctrina Cristiana y de las Ursulinas de Francia.
Igual que Charles de Foucauld, bautizado al nacer, tuvo un reencuentro con la fe. Incluso creo que podemos decir que son dos santos para quienes recomienzan en la fe. César de Bus se dio cuenta de que la fe aprendida con las palabras de la infancia debía actualizarse durante el crecimiento, que había que iniciar un proceso de maduración. De lo contrario, la fe termina por no decir nada. Por eso insistió mucho en un aspecto fundamental: la transmisión. Ciertamente, la fe se transmite por atracción, pero a condición de que haya también algo que decir al respecto. Sin embargo, hoy debemos lamentarnos de la falta de transmisión cultural o espiritual.
¡Marie Rivier fue en verdad una fuerte mujer! En la época de la Revolución Francesa, cuando todas las casas religiosas estaban cerrando, ¡Marie Rivier fundó una congregación! Ella confía en la Providencia y no duda en ir a contracorriente. Me recuerda a Jean-Baptiste Fouque, este bendito abad cuya causa conduje. Se dice de él que es el temerario de la caridad. Creo que podríamos afirmar de Marie Rivier que es la «temeraria del buen Dios».
I.Media, Aleteia
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