Comencémos con una frase de Santa Margarita "Pienso que aquel gran deseo de nuestro Señor de que su sagrado Corazón sea honrado con un culto especial tiende a que se renueven en nuestras almas los efectos de la redención. El sagrado Corazón, en efecto, es una fuente inagotable, que no desea otra cosa que derramarse en el corazón de los humildes, para que estén libres y dispuestos a gastar la propia vida según su beneplácito." Santa Margarita de Alacoque. Santa Juliana de Norwich +1416 -inglesa.En el siglo XIV, una época asolada por la peste y la guerra, Juliana de Norwich se confinó en una celda adosada a una iglesia y transmitió al mundo un mensaje de positivismo muy parecido al conocido “Todo irá bien” que recorre el mundo en tiempos de la Covid19. La historia de Juliana de Norwich esconde sorprendentes similitudes con la situación actual de pandemia mundial. Nacida alrededor del año 1342, poco después del estallido de la Guerra de los Cien Años, esta mística de la que no sabemos su verdadero nombre ni prácticamente nada de su vida personal, sufría una terrible enfermedad en 1373 que la puso al borde de la muerte. Convencida de que iba a morir, se le practicó la extrema unción y sus seres queridos esperaron pacientes el último latido de su joven corazón. Pero Juliana sobrevivió. En aquel momento en el que se encontraba entre la vida y la muerte, Juliana experimentó unas visiones místicas que marcarían su futuro. “Esta revelación – narra Juliana – fue concedida a una criatura simple e iletrada, viviendo en carne mortal, en el año de nuestro Señor de 1373, el décimo tercer día del mes de mayo”. Juliana continúa explicando: “Dios me envió una enfermedad corporal en la que estuve durante tres días y tres noches; la tercera noche recibí los ritos de la santa Iglesia, pues no esperaba vivir hasta el día siguiente”. Fue entonces cuando el sacerdote le puso un crucifijo delante y cuando lo miró “mi vista comenzó a nublarse. Todo a mi alrededor se oscureció, como si se hubiera hecho la noche, pero una luz caía sobre el crucifico, sin saber de dónde. A lo largo de su obra, descubrimos una sorprendente actitud positiva ante el mundo. Para Juliana, aquellos momentos difíciles eran solamente una prueba que había que soportar con esperanza. En su obra nos explica que Jesús “me enseñó todo lo que me era necesario” y le aseguró que “todo acabará bien, todo acabará bien, y sea lo que sea, acabará bien”. Y añadía que “él quiere que nosotros sepamos que presta atención no solo a las cosas grandes y nobles, sino también a todas aquellas que son pequeñas y humildes, a los hombres simples y humildes”. La primera la memoria de la Pasión. La segunda una enfermedad corporal. La tercera recibir de Dios tres heridas (…) la herida de la verdadera contrición, la herida de la compasión de amor, y la herida de anhelo de la voluntad de Dios. Oración de Santa JulianaCorazón de Jesús, acudo a Ti porque eres mi refugio, mi esperanza; el remedio de todos mis males, el alivio de mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente inagotable para mí, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición. Propósito para hoyLlevar a nuestras vidas el pensamiento de Juliana: los dolores son algo temporal, que nos purifica y nos lleva a conocernos a nosotros mismos y a pedir misericordia”. |
Tomo un momento para meditar todas estas cosas en mi corazón
(cf: Luc 2:19)
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