Evangelio según San Mateo 10,7-13.
Jesús dijo a sus apóstoles: |
Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. |
Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente." |
No lleven encima oro ni plata, ni monedas, |
ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento. |
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. |
Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. |
Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes. |
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Concilio Vaticano II |
“Proclamad que el Reino de los cielos está cerca”
Cristo, el gran Profeta, que proclamó el reino del Padre con el testimonio de la vida y con el poder de la palabra, cumple su misión profética hasta la plena manifestación de la gloria, no sólo a través de la Jerarquía, que enseña en su nombre y con su poder, sino también por medio de los laicos, a quienes, consiguientemente, constituye en testigos y les dota del sentido de la fe y de la gracia de la palabra (cf. Hch 2, 17-18; Ap 19, 10) para que la virtud del Evangelio brille en la vida diaria, familiar y social. Se manifiestan como hijos de la promesa en la medida en que, fuertes en la fe y en la esperanza, aprovechan el tiempo presente (Ef 5, 16; Col 4, 5) y esperan con paciencia la gloria futura (cf. Rm 8, 25)… Tal evangelización, es decir, el anuncio de Cristo pregonado por el testimonio de la vida y por la palabra, adquiere una característica específica y una eficacia singular por el hecho de que se lleva a cabo en las condiciones comunes del mundo. |
En esta tarea resalta el gran valor de aquel estado de vida santificado por un especial sacramento, a saber, la vida matrimonial y familiar. En ella el apostolado de los laicos halla una ocasión de ejercicio y una escuela preclara si la religión cristiana penetra toda la organización de la vida y la transforma más cada día. Aquí los cónyuges tienen su propia vocación: el ser mutuamente y para sus hijos testigos de la fe y del amor de Cristo. La familia cristiana proclama en voz muy alta tanto las presentes virtudes del reino de Dios como la esperanza de la vida bienaventurada. De tal manera, con su ejemplo y su testimonio arguye al mundo de pecado e ilumina a los que buscan la verdad. |
Por consiguiente, los laicos, incluso cuando están ocupados en los cuidados temporales, pueden y deben desplegar una actividad muy valiosa en orden a la evangelización del mundo. (EED) |
Oración
Derrama Tu Espíritu Santo para que me inspiren estas palabras
de las Sagradas Escrituras.
Mueve en mi alma el deseo a renovar mi fe y profundizar en mi
relación con tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, para que pueda
verdaderamente creer y vivir la Buena Nueva.
Abre mi corazón para que pueda oír el Evangelio y dame con-
fianza para proclamar la Buena Nueva a los demás.
Derrama Tu Espíritu para que me fortalezca y así pueda ser testigo
del Evangelio en mi vida diaria por medio de mis palabras y
acciones.
Que en los momentos de dudas recuerde:
Si no yo, entonces ¿quién proclamará el Evangelio?
Si no es ahora, entonces ¿cuándo se proclamará el Evangelio?
Si no proclamo la verdad del Evangelio, entonces,
¿qué proclamaré?
Dios, nuestro Padre, te ruego que por medio del Espíritu Santo,
pueda oír el llamado a la Nueva Evangelización para profundizar
en mi fe, crecer en la confianza para poder proclamar el
Evangelio, y ser testigo valiente de la gracia salvadora de tu
Hijo, Jesucristo, quien vive y reina contigo, en la unidad del
Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
(USCCB.org)
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