Estos novios tenían 23 y 24 años, habían programado su boda, pero al ver que decretaban el confinamiento total por el COVID, decidieron adelantar el “sí quiero”. La única fecha que podía ser: al día siguiente. Su historia ensalza la grandeza del sacramento.
Estado de alarma. Gloria y Lucas ya habían hecho los cursos prematrimoniales. Se habían preparado la boda concienzudamente, con retiros incluidos. Lo habían meditado y hablado con Dios. Sabían que era el momento de casarse. Tenían fecha reservada, el 18 de abril de 2020, para la ceremonia en el Santuario de Schoenstatt en pleno centro de Madrid.
Pero comenzaron a llegar malas noticias. El coronavirus se propagaba con rapidez, saltando fronteras y expandiéndose a una velocidad vertiginosa. Empezaron a ver seriamente amenazada la posibilidad de casarse. Muchos comenzaban a posponer los enlaces. El Gobierno de España anunció que se decretaría el estado de alarma ese mismo 14 de marzo.
¿Cancelar la boda? No.
Gloria relata cómo empezaron a asumir el cambio de planes: “Nos vino el Espíritu Santo. Vimos que o la adelantábamos o no íbamos a podernos casar. Al principio pensamos casarnos en casa, pero no se podía. No queríamos posponerla. Era el momento”. Gracias a la preparación prematrimonial, tenían claro, porque –como dice Lucas- “si no nos casábamos antes, nos iban a poner unas medidas por el coronavirus, que a saber”.
Llamaron al Santuario donde tenían reservado. Era 13 de marzo. Les dieron pocas opciones. Al otro lado del teléfono les dijeron: “Sí se puede adelantar, pero tiene que ser mañana”. Y Gloria relata: “Dijimos, mañana”.
Boda según los planes de Dios
“Si yo noto que es lo que Dios me pide, me fío”- dice Lucas. También Gloria. Fueron conscientes de que no era la boda que ellos habían pensado, pero sí la que Dios tenía pensada para ellos. Y eso la convirtió en única. No les importaba quedarse sin fiesta, querían casarse. “Lo que más preparado teníamos era que por qué nos casábamos. No tenía mucho sentido posponerla. No habíamos puesto el corazón en la celebración. Lo que tenía pensado era mi vida de casado, y esa no que la quitan”, asegura Lucas.
De un día para otro
Fue contrarreloj. Prepararon un ramo con las flores que tenían por casa. Lucas fue el mismo día a por el esmoquin de su cuñado mientras Gloria reutilizó el vestido de su hermana, que estaba sin terminar de arreglar. A la ceremonia acudieron unas diez personas, la familia que estaba a mano. Pero fue una boda única, especial, con la esencia del sacramento del matrimonio por encima de todo. Una entrega sin lo accesorio.
Ahora, este joven matrimonio espera un bebé, con la misma confianza con la que se dieron el “sí quiero” en las circunstancias que Dios puso en su camino. Saben que decirle a Dios sí en cada momento da mucha paz. Es la base de su historia.
En las buenas y en las malas
Esteha servido a la Fundación Gospa Arts para estrenar su proyecto audiovisual llamado “En las buenas y en las malas”. Pequeños vídeos en los que se muestra al mundo la belleza del matrimonio y la familia. Se pueden ver en su canal de YouTube.
El extraordinario testimonio de Gloria y lucas puedes verlo a continuación:
Esta Fundación nace de la mano del periodista Jesús García con el fin de evangelizar en las redes sociales. Después de crear un canal de Youtube con miles de seguidores, ha dado el salto a la gran pantalla. Gospa Arts ha estrenado dos películas en cines de todo el mundo: ‘Hospitalarios: Las manos de la Virgen’ y ‘Medjugorje: La Película’.
Vea también Espiritualidad del Matrimoni: El Sacramento del Matrimonio y la Presencia de Dios (escoja lo que necesite en este momento)
No hay comentarios:
Publicar un comentario