Aprendí hace mucho que si confío mucho recibo mucho y si confío poco recibo poco
“La oración es hablar con Dios, permanecer en su dulce presencia”.
Durante la pandemia, cuando no podíamos salir de la casa y nos obligaron a participar de la Santa Misa por televisión o internet, una amiga de mi esposa le recomendó ver las Misas de un sacerdote franciscano de María, el padre Santiago Martín.
Así fuimos día tras día participando de la Santa Misa gracias a la tecnología. Disfrutaba mucho de las homilías del Padre Martín.
Me ayudaron a sobrellevar el encierro y aprovecharlo teniendo ratos de oración profunda, lectura de la Biblia, y reflexión.
La verdad es que me agrada escuchar las homilías de los sacerdotes porque aprendo muchísimo de ellas.
A veces en Misa cierro los ojos para no distraerme y escuchar la explicación del Evangelio. Es muy edificante. Seguro me habrás leído en algún escrito hablando de tal homilía de un sacerdote.
Una sorpresa inesperada
Esta mañana fue un poco diferente. Había hecho tantos planes… Pero Dios tiene sus formas de llevarnos por otros caminos.
Escuché voces en el cuarto donde tenemos el televisor. Mi esposa Vida estaba concentrada viendo una charla del Padre Santiago Martín, que dictaba un Taller de Oración y hablaba de la confianza que debemos tenerle a Dios.
—¿Qué ves? —le pregunté.
—Un Taller de Oración. Debes verlo. ¡Está buenísimo! ¡Ven a escuchar!
—Con mucho gusto, pero solo me quedaré un minuto —le respondí, pensando en todo lo que tenía planificado.
Me senté básicamente para acompañar a Vida, con poco interés en el Taller y para mi sorpresa, me levanté de ese sofá cuando el taller terminó.
No lo podía creer… Quedé totalmente enganchado. ¡Fue increíble!
El taller de oración
¿Sientes que vives en la oscuridad? ¿Los problemas te están agobiando? ¿Te cuesta trabajo salir adelante? Entonces este Taller podría ser una respuesta a tu crisis y tus inquietudes y te ayudará.
Lo voy a compartir contigo porque es edificante y vale la pena escucharlo.
Justamente habla de lo que te he escrito: “la confianza en Dios, te da paz”.
Te copio el enlace:
Explica la confianza como la respuesta del hombre al amor de Dios. Básicamente te decía:
“Aunque no comprendas nada, ni tengas las respuestas, ni sepas por qué ocurren las cosas. Tú fíate de Dios. Al confiar en medio de la oscuridad haces que Dios te mire complacido y se revele ante ti, con gracias abundantes.”
Me encantó la forma como lo explicaba, las vivencias personales que tuvo con la confianza.
Aprendí hace mucho que si confío mucho recibo mucho y si confío poco recibo poco.
El poder de la confianza
Entendí que la confianza en Dios nos quita las dudas normales de la vida, la incertidumbre del futuro, y nos ayuda a vivir tranquilos en paz y felices.
¿Pones tu confianza en sacos rotos? ¿En quién confías? San Pablo nos dicen quién podemos confiar:
«Estoy soportando estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, porque yo sé bien en quién tengo puesta mi fe»
II Timoteo 1, 12
Fíate de Dios y conocerás su abrazo paternal, la paz sobrenatural con que nos consuela. La paz que es fruto de la confianza.
«Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren»
Juan 4, 23
Cuando termines de ver el Taller de Oración cuéntame que te pareció, qué aprendiste. Te dejo mi email personal: cv2decastro@hotmail.com
¡Dios te bendiga!
Claudio de Castro, Aleteia
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