Comencémos con una frase de Santa Margarita “Este divino Corazón es pura dulzura, humildad y paciencia, por lo tanto, debemos esperar… Él sabe cuándo actuar.” Santa Margarita de Alacoque Santa Lutgarda de AywièresNacida en el siglo XII, Lutgarda se unió a un monasterio benedictino y comenzó a recibir visiones de Jesús y de su corazón perforado. En una de sus visiones experimentó un “intercambio de corazones”, donde Jesús le pidió: “¿Qué quieres, pues?”. Ella dijo: “Quiero Tu corazón”. En respuesta, Jesús dijo: “¿Quieres mi corazón? Bueno, yo también quiero tu corazón”. Lutgarda entonces proclamó: “Tómalo, querido Señor. Pero tómalo de tal manera que el amor de Tu Corazón esté tan mezclado y unido con mi propio corazón que yo pueda poseer mi corazón en Ti, y que siempre permanezca ahí seguro en Tu protección”. Lutgarda buscó, Lutgarda halló. Y Lutgarda alcanzó a Cristo porque aprendió lo que es en realidad “la Liturgia”. Estas palabras que San Bernardo dice de Lutgarda, me pusieron a pensar sobre mí misma: Verdaderamente sin la liturgia no tengo vida. Sor Aurora, Benedictina. Oración de Santa LutgardaVirgen casta, Santa Lutgarda! Alcánzanos la gracia de vivir amando y sirviendo a Dios en nuestro estado, para que, cumpliendo tus mandamientos en esta vida, merezcamos llegar al cielo, donde contigo gocemos por toda la eternidad y, entre tanto, concédenos lo que humildemente te pedimos, si ha de ser para gloria de Dios y salvación nuestra. Haz Señor y Dios nuestro, que veneremos con toda devoción las virtudes de tu santa virgen Lutgarda, y por su intercesión, merezcamos nos concedas lo que en este día te suplicamos, si nos conviene. Amén. Propósito para hoyQue tengamos esa decisión inmediata para dar el Sí a Jesús sin dudarlo como lo hizo Lutgarda. |
Tomo un momento para meditar todas estas cosas en mi corazón
(cf: Luc 2:19)
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