Aquí podemos ofrecerle sólo unos cuantos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa
Una entrega hasta la muerte. |
El amor a la Eucaristía que me inculcaron mis padres no se quedaba en algo abstracto y angelical. Era el signo de una vida entregada a los demás; una entrega hasta la muerte. De ahí que comulgar y adorar este Misterio comportara para mí participar en el mismo destino de Jesús. San Pascual Bailón |
Tú también ofrecérteme cada día en la Misa. |
Así como yo me ofrecí voluntariamente por tus pecados a Dios Padre con las manos extendidas en la cruz, y todo el cuerpo desnudo, de modo que nada me quedó que no pasase en sacrificio para reconciliarte con Dios: Así debes tú también ofrecérteme cada día en la Misa en ofrenda pura y santa, cuanto más entrañablemente puedas, con toda la voluntad, y con todas tus fuerzas y deseos. ¿Qué otra cosa quiero de ti más que el que te entregues a mí sin reserva? Cualquier cosa que me des sin ti, no gusto de ella; porque no quiero tu don, sino a ti mismo. Beato Tomás de Kempis |
Unirme a ti enteramente. |
¿Quien me dará, Señor, que te halle solo para abrirte todo mi corazón, y gozarte como mi alma desea, y que ya ninguno me desprecie, ni criatura alguna me mueva u ocupe mi atención; sino que tú solo me hables, y yo a ti, como se hablan dos que mutuamente se aman, o como se regocijan dos amigos entre sí? Lo que pido, lo que deseo, es unirme a ti enteramente, desviar mi corazón de todas las cosas criadas, y aprender a gustar las celestiales y eternas por medio de la sagrada Comunión y frecuente celebración. ¡Ay Dios mío,! ¿Cuando estaré absorto y enteramente unido a ti, del todo olvidado de mí? ¿Cuándo me concederás estar tú en mí, y yo en ti; y permanecer así unidos eternamente? Beato Tomás de Kempis |
Así procura la gloria de su Padre este mansísimo Cordero. |
...Así procura la gloria de su Padre este mansísimo Cordero, inmolado sin exhalar una queja; esta inocente víctima que no sabe murmurar; este glorioso Salvador que jamás pide venganza. Mas ¿para qué todo esto? Para glorificar a su Padre, por la continuación mística de las más sublimes virtudes; por el sacrificio perpetuo de su libertad, de su omnipotencia y de su gloria inmoladas por puro amor, en el santísimo Sacramento, hasta la última hora del mundo. San Pedro Julián Eymard |
Se encarna de nuevo sobre el altar. |
...No pudiendo honrar a su Padre, en el cielo, con el sacrificio de su gloria, Jesucristo desciende a la tierra y se encarna de nuevo sobre el altar; el Padre puede contemplarle todavía tan pobre como en Belén; aunque continúe siendo rey de cielo y tierra y tan humilde y obediente como en Nazaret, puede verle sujeto no sólo a la ignominia de la cruz, sino a la más infamante de las comuniones sacrílegas y sometido a la voluntad de sus amigos y profanadores... San Pedro Julián Eymard |
Homenaje extraordinario. |
...¿En qué consiste este homenaje extraordinario? En que el rey de la gloria, revestido en el cielo de la infinita majestad y poder de Dios, inmola exteriormente en el santísimo Sacramento, no solamente su gloria divina, como en la encarnación, sino también su gloria humana y las cualidades gloriosas de su cuerpo resucitado... San Pedro Julián Eymard |
¡Oh maravilla de la Eucaristía! | |
¡Oh maravilla de la Eucaristía! Jesús por su estado sacramental rinde homenaje a su Padre de manera tan nueva y sublime que nunca jamás recibió otro igual de criatura alguna, ni aun pudo hasta cierto punto recibirlo tan grande del mismo Redentor aquí en la tierra. San Pedro Julián Eymard | |
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