Libro de Miqueas 2,1-5.
¡Ay de los que proyectan iniquidades y traman el mal durante la noche! Al despuntar el día, lo realizan, porque tienen el poder en su mano. |
Codician campos y los arrebatan, casas, y se apoderan de ellas; oprimen al dueño y a su casa, al propietario y a su herencia. |
Por eso, así habla el Señor: Yo proyecto contra esta gente una desgracia tal que ustedes no podrán apartar el cuello, ni andar con la cabeza erguida, porque será un tiempo de desgracia. |
Aquel día, se proferirá contra ustedes una sátira y se entonará esta lamentación: "Hemos sido completamente devastados; ¡se transfiere a otros la parte de mi pueblo! ¿Cómo me la quita a mí y reparte nuestros campos al que nos lleva cautivos?". |
Por eso, no tendrás a nadie que arroje la cuerda para medirte un lote, en la asamblea del Señor. |
Salmo 9(9B),1-2.3-4.7-8.14.
¿Por qué te quedas lejos, Señor, |
y te ocultas en los momentos de peligro? |
El pobre se consume por la soberbia del malvado |
y queda envuelto en las intrigas tramadas contra él. |
Porque el malvado se jacta de su ambición, |
el codicioso blasfema y menosprecia al Señor; |
el impío exclama en el colmo de su arrogancia: |
“No hay ningún Dios que me pida cuenta”. |
Esto es lo único que piensa. |
Su boca está llena de maldiciones, |
de engaños y de violencias; |
detrás de sus palabras hay malicia y opresión; |
se pone al acecho en los poblados |
y mata al inocente en lugares ocultos. |
Sus ojos espían a los débiles; |
Pero tú lo estás viendo: |
tú consideras los trabajos y el dolor, |
para tomarlos en tus propias manos. |
El débil se encomienda a ti; |
tú eres el protector del huérfano. |
Evangelio según San Mateo 12,14-21.
En seguida los fariseos salieron y se confabularon para buscar la forma de acabar con él. |
Al enterarse de esto, Jesús se alejó de allí. Muchos lo siguieron, y los curó a todos. |
Pero él les ordenó severamente que no lo dieran a conocer, |
para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isaías: |
Este es mi servidor, a quien elegí, mi muy querido, en quien tengo puesta mi predilección. Derramaré mi Espíritu sobre él y anunciará la justicia a las naciones. |
No discutirá ni gritará, y nadie oirá su voz en las plazas. |
No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia; |
y las naciones pondrán la esperanza en su Nombre. |
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Orígenes (c. 185-253) |
“Este es mi siervo”
En el transcurso de una comida, Jesús se levanta, se quita el manto y adopta la actitud de esclavo, tal como lo describen las palabras siguientes: “...tomó una toalla y se la ciñó a la cintura” para no estar del todo desnudo y para enjugar los pies de sus discípulos con su propio manto. (cf Jn 13,2-5) Mirad hasta qué punto se abaja la grandeza y la gloria del Verbo hecho carne, hasta lavar los pies a sus discípulos. “Echó agua en una jofaina”. |
“Abrahán alzó los ojos y vio tres hombres que estaban de pie delante de él. En cuanto los vio, corrió a su encuentro desde la puerta de la tienda y postrándose en tierra, dijo: Mi Señor, por favor, te ruego que no pases de detenerte con tu siervo.” (Gn 18,2-3) Pero no es Abrahán que toma agua ni dice que él mismo va a lavar los pies de los forasteros que han venido hasta él, sino que dice: “Haré que os traigan agua para lavaros los pies.” Tampoco José trajo él mismo agua para lavar los pies a sus once hermanos, sino su mayordomo “los introdujo en la casa, les puso agua para que se lavaran los pies.” (Gn 43,24) |
Pero aquel que declaró: “Yo estoy entre vosotros como el que sirve” (Mt 20,28) dijo con toda verdad: “Aprended de mí que soy sencillo y humilde de corazón.” (Mt 11,29) El Señor vierte, él mismo, el agua en la jofaina. Sabía que nadie, salvo él mismo, podía lavar los pies a sus discípulos para que esta purificación les conceda tener parte con él. El agua, pienso, era una palabra capaz de lavar los pies de los discípulos que se acercaban a la jofaina preparada por Jesús. |
Oración
Que mi oído esté atento a tus susurros. Que el ruido cotidiano no tape tu voz. Que te encuentre, y te reconozca y te siga. Que en mi vida brille tu luz. Que mis manos estén abiertas para dar y proteger. Que mi corazón tiemble con cada hombre y mujer que padecen. Que acierte para encontrar mi lugar para ser fecundo y hacer presente tu reino. Que mi vida no sea estéril. Que deje un recuerdo cálido en la gente que encuentre. Que deje huellas de Justicia y Caridad. Que sepa cultivar la paz y la cordialidad. Que ame, aunque a veces duela. Que sepa discernir lo que me pides en cada circunstancia, para así hacer siempre tu voluntad. Esto te pido, esto te ofrezco, Padre.
(caritasvalencia)
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