Invitamos a los matrimonios y a personas interesadas en una familia feliz, a leer y asimilar pasajes de la Exhortación pontifical 'Amoris laetitia' del Papa Francisco.
Realidad y Desafíos de las Familias (continuación): Falta de Vivienda y Abusos
44.
La falta de una vivienda digna o adecuada suele llevar a postergar la
formalización de una relación. Hay que recordar que «la familia tiene derecho a
una vivienda decente, apta para la vida familiar y proporcionada al número de
sus miembros, en un ambiente físicamente sano, que ofrezca los servicios
básicos para la vida de la familia y de la comunidad»[23]. Una familia y un hogar son dos cosas que se
reclaman mutuamente. Este ejemplo muestra que tenemos que insistir en los
derechos de la familia, y no sólo en los derechos individuales. La familia es
un bien del cual la sociedad no puede prescindir, pero necesita ser protegida[24]. La defensa de estos derechos es «una
llamada profética en favor de la institución familiar que debe ser respetada y
defendida contra toda agresión»[25], sobre todo en el contexto actual donde
suele ocupar poco espacio en los proyectos políticos. Las familias tienen,
entre otros derechos, el de «poder contar con una adecuada política familiar
por parte de las autoridades públicas en el terreno jurídico, económico, social
y fiscal»[26]. A veces son dramáticas las angustias de las
familias cuando, frente a la enfermedad de un ser querido, no tienen acceso a
servicios adecuados de salud, o cuando se prolonga el tiempo sin acceder a un
empleo digno. «Las coerciones económicas excluyen el acceso de la familia a la
educación, la vida cultural y la vida social activa. El actual sistema
económico produce diversas formas de exclusión social. Las familias sufren en
particular los problemas relativos al trabajo. Las posibilidades para los
jóvenes son pocas y la oferta de trabajo es muy selectiva y precaria. Las
jornadas de trabajo son largas y, a menudo, agravadas por largos tiempos de
desplazamiento. Esto no ayuda a los miembros de la familia a encontrarse entre
ellos y con los hijos, a fin de alimentar cotidianamente sus relaciones»[27].
45.
«Son muchos los niños que nacen fuera del matrimonio, especialmente en algunos
países, y muchos los que después crecen con uno solo de los padres o en un
contexto familiar ampliado o reconstituido [...] Por otro lado, la explotación
sexual de la infancia constituye una de las realidades más escandalosas y
perversas de la sociedad actual. Asimismo, en las sociedades golpeadas por la
violencia a causa de la guerra, del terrorismo o de la presencia del crimen organizado,
se dan situaciones familiares deterioradas y, sobre todo en las grandes
metrópolis y en sus periferias, crece el llamado fenómeno de los niños de la
calle»[28]. El abuso sexual de los niños se torna
todavía más escandaloso cuando ocurre en los lugares donde deben ser
protegidos, particularmente en las familias y en las escuelas y en las
comunidades e instituciones cristianas[29].
De
la Exhortación ‘Sobre el Amor en la Familia (Capítulo II: REALIDAD Y DESAFÍOS
DE LAS FAMILIAS
)
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