El Adviento es un
camino hacia Belén, hacia el nacimiento del Salvador. En este tiempo de espera,
la corona de Adviento es perfecta para que toda la familia viva la esperanza y
se prepare para la llegada del Niño Jesús.
La periodista
Alyssa Murphy señaló en un artículo para National Catholic Register que esta temporada que marca las
cuatro semanas previas para Navidad es una oportunidad para recordar la venida
de Cristo.
“Tomado del
término latino ‘adventus’, que significa ‘venida’, este tiempo ofrece a los
católicos una oportunidad para preparar el corazón y la mente para la llegada
del Niño Jesús, recordando también la promesa de que el Señor volverá.
La Corona de
Adviento nos recuerda el tiempo antes de Jesús, cuando el mundo estaba en
oscuridad espiritual. Durante esta temporada, rememoramos los días del Antiguo
Testamento mientras aguardamos con ansias Su nacimiento en
Navidad”.
El Catecismo
de la Iglesia Católica nos recuerda sobre el Adviento:
“Al celebrar
anualmente la liturgia de Adviento, la Iglesia actualiza esta espera del
Mesías: participando en la larga preparación de la primera venida del Salvador,
los fieles renuevan el ardiente deseo de su segunda Venida (cf. Ap 22, 17).
Celebrando la natividad y el martirio del Precursor, la Iglesia se une al deseo
de éste: ‘Es preciso que él crezca y que yo disminuya’” (CIC 524).
Mientras
esperamos la venida de Cristo, estas oraciones para la Corona de Adviento nos
pueden ayudar a vivir en familia la esperanza del nacimiento de Jesús.
1. Primer Domingo de Adviento
"Aplaudan
los ríos y los montes griten de alegría delante del Señor, porque ya viene,
porque ya viene a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia y a los
pueblos según su derecho" (Salmos 98, 8-9).
Señor Dios
nuestro, te alabamos por tu Hijo Jesucristo:
El es Emmanuel, la esperanza de los pueblos,
la sabiduría que nos enseña y guía,
el Salvador de todas las naciones.
Señor Dios que tu
bendición descienda sobre nosotros
al encender la primera vela (morada) de esta corona.
Que la corona y su luz sean un signo
de la promesa del Señor que nos trae salvación.
Que venga pronto y sin tardanza.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
2. Segundo Domingo de Adviento
"Entonces la
luna alumbrará como el sol y la luz del sol será siete veces más fuerte el día
en que Yahvé vende la herida de su pueblo y le haga una curación a las
magulladuras de sus golpes" (Isaías 30, 26).
Señor Dios
nuestro, te alabamos por tu Hijo Jesucristo:
El es Emmanuel, la esperanza de los pueblos,
la sabiduría que nos enseña y guía,
el Salvador de todas las naciones.
Señor Dios que tu
bendición descienda sobre nosotros
al encender dos velas (moradas) de esta corona.
Que la corona y su luz sean un signo
de la promesa del Señor que nos trae salvación.
Que venga pronto y sin tardanza.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
3. Tercer Domingo de Adviento
"¡Grita de
gozo, oh hija de Sión, y que se oigan tus aclamaciones, oh gente de Israel!
¡Regocíjate y que tu corazón esté de fiesta, hija de Jerusalén!" (Sofonías
3, 14).
Señor Dios
nuestro, te alabamos por tu Hijo Jesucristo:
El es Emmanuel, la esperanza de los pueblos,
la sabiduría que nos enseña y guía,
el Salvador de todas las naciones.
Señor Dios que tu
bendición descienda sobre nosotros
al encender dos velas (moradas) y la tercera vela (rosada) de esta corona.
Que la corona y su luz sean un signo
de la promesa del Señor que nos trae salvación.
Que venga pronto y sin tardanza.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
4. Cuarto Domingo de Adviento
"El Señor,
pues, les dará esta señal: La jóven está embarazada y da a luz un varón a quien
le pone el nombre de Emmanuel, es decir: Dios-con-nosotros" (Isaías 7,
14).
Señor Dios
nuestro, te alabamos por tu Hijo Jesucristo:
El es Emmanuel, la esperanza de los pueblos,
la sabiduría que nos enseña y guía,
el Salvador de todas las naciones.
Señor Dios que tu
bendición descienda sobre nosotros
al encender todas las velas de esta corona.
Que la corona y su luz sean un signo
de la promesa del Señor que nos trae salvación.
Que venga pronto y sin tardanza.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
5. Novena de Navidad
Durante los
últimos nueve días de Adviento, los católicos pueden rezar la Novena de
Navidad, que comienza el 16 de diciembre y finaliza el 24, ayudando a preparar
el corazón para el Nacimiento del Señor:
Salve, y bendita
sea la hora y el momento
en que nació el Hijo de Dios
De una Virgen purísima
En un establo a medianoche en Belén
En el frío penetrante
A esa hora te ruego, te ruego que
escuches mis oraciones y concedas mis deseos.
(mencione la solicitud aquí)
Por Jesucristo y su Santísima Madre.
¡Oremos por un Adviento lleno de frutos espirituales
Harumi Suzuki, churchPOP
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