Los nombres están previstos por el Camino desde hace años, una vez fallezcan o dimitan sus actuales responsables
Kiko Argüello tuvo "una visión" de la Virgen tal día como hoy hace 60 años, lo que supuso el germen del Camino Neocatecumenal
El Camino 'cumple' 60 años. Tal día como hoy, el 8 de diciembre de 1959, un joven Kiko Argüello asegura haber tenido "una visión" de la Inmaculada Concepción, en su casa familiar. Él tenía apenas con 20 años. Lo cuenta así:
“Después de comer sentí que tenía que ir a mi cuarto a rezar. Fui a la habitación, me puse de rodillas sobre la cama y, de pronto, la Virgen María estaba detrás de mí con el niño y dijo esta frase: ‘Hay que hacer comunidades cristianas como la Santa Familia de Nazaret, que vivan en humildad, sencillez y alabanza; el otro es Cristo’. Y se calló”.“Esto, lo creeréis o no lo creeréis, pero es la verdad. La Virgen bajó del cielo con su Hijo y se presentó en mi habitación. Yo no merezco esta aparición de la Virgen, pero lo hizo”.
Sea como fuere, lo cierto es que, 60 años después, el Camino Neocatecumenal es una de las realidades más potentes de la Iglesia en el mundo, con presencia en decenas de países, muchas familias misioneras y muchos seminarios abiertos.
El secreto mejor guardado
Y, también, con un secreto bien guardado, pero previsto por los propios estatutos del Camino: los nombres de los sucesores de los iniciadores. Unos nombres que, salvo fallecimiento o renuncia, ya están decididos, y que sólo se conocen una vez la decisión se hace pública. Así sucedió con el nombramiento de María Ascensión Romero, sucesora de Carmen Hernández, a la muerte de la co-fundadora de los kikos.
Pero, ¿quién sucederá a Kiko Argüello? Como decimos, el nombre está más que decidido, a falta de que el propio Kiko dé un paso atrás -a sus ochenta años, y bastante enfermo, no son pocos los que se lo han solicitado, aunque por el momento sin éxito-, o de una sorpresa mayúscula, no es otro que Giuseppe Gennarini, actual responsable del Camino en Estados Unidos, y uno de los artífices de los estatutos aprobados por la Santa Sede.
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