Conoce tu fe - Aprende sobre tu fe
Para entender la Teología del Adviento tenemos que mirar el pasado y el futuro, para luego poner manos en el presente
Debemos estudiar la teología del Adviento para comprender lo que es el tiempo de Adviento. La celebración del Adviento es una de las más hermosas tradiciones de la Iglesia y también una de las temporadas más importantes que celebramos los católicos y también algunas otras denominaciones cristianas. El Adviento marca el período de aproximadamente un mes de duración con una observancia especial de recogimiento esperando la llegada del Niño Dios.
La palabra Adviento viene de una palabra en latín (adventus) que significa para "arrivo", "llegada", es como una especie de cuenta regresiva en la que todos los cristianos practicamos la piedad y el silenciamiento del alma para recibir la Navidad con un espíritu de verdadera adoración.
A continuación, extraído de una guía para vivir el Adviento y la navidad, realizada por Antonio Danoz, te mostramos la teología del Adviento que debes tener en cuenta en este tiempo maravilloso que celebramos para recibir al Señor.
La Teología del Adviento.
Para entender el Adviento vamos a explicar 3 actitudes fundamentales que necesitamos saber y vivir.1. Dirigir la mirada al futuro.
La espera del retorno glorioso de Jesús. El Llamado es a Mantener viva la esperanza
Este Jesús que nació en Belén volverá al final de los tiempos. El primer Adviento que vivieron los cristianos, como hemos indicado, fue "la espera del retorno glorioso" de Jesús al final de los tiempos.
Esta espera fue la que motivó, entre otras cosas, las primeras cartas de San Pablo a los fieles de Tesalónica, unos veinte años después de la muerte y resurrección de Jesús.
San Pablo les asegura que el Señor vendrá, pero "que nadie en modo alguno les desoriente" (2 Tes 2,3)
Esta tensión entre el "hoy" de nuestra existencia y el "día del Señor" que no ha llegado, convierte la vida cristiana en un "adviento" permanente.
La celebración litúrgica del Adviento durante los primeros siglos, convoca a los cristianos a mantener viva la esperanza.
"El Adviento tiene una doble índole: Es tiempo de preparación para las solemnidades de Navidad, en las que se conmemora la primera venida del Hijo de Dios a los hombres, y es a la vez el tiempo en el que por este recuerdo, se dirigen las mentes hacia la expectación de la segunda venida de Cristo al fin de los tiempos".(Calendario Romano)
2. Volver los ojos al pasado.
En la Espera del Nacimiento del Salvador. El Llamado es a la Conversión y a la alegría verdadera.
Hay un hecho que ya aconteció: Jesús nació en "la humildad de nuestra carne" en Belén en los tiempos de Herodes. Este hecho, según los evangelios, sucedió en Belén de Judá
En un segundo momento, el Adviento se orienta hacia la celebración litúrgica de la Navidad. En este caso, el centro del interés es el Nacimiento de Jesús, el Salvador tantos siglos esperado. De hecho, se trata de un tiempo de preparación espiritual especial a la celebración del misterio salvífico del Nacimiento del Salvador
Nos encontramos ante una pequeña "cuaresma", actualmente de cuatro semanas, en la que se mezcla la invitación a la alegría y el llamado a la conversión.
La alegría aparece en el texto de Isaías del miércoles de la primera semana: "Este es Yahvé en quien esperábamos; alegrémonos, saltemos de gozo por su salvación" (Is 25,9).
El llamado a la conversión resuena en la voz de Juan Bautista: "Conviértanse, que ha llegado el Reino de los Cielos" (Mt 3,2)
3. Situarnos en el presente.
El "hoy" de la salvación. El Llamado es al compromiso de hacer realidad el Reino de Dios entre los hombres aquí y ahora.
El "hoy" forma parte de la teología del Adviento. El Adviento no es un tiempo para la nostalgia de algo que hace tiempo sucedió. Tampoco es el anuncio de una utopía desmotivadora, porque sabe Dios solo cuándo se cumplirá.
El Adviento es un tiempo para el compromiso de hacer realidad aquí y ahora el Reino de la justicia, de paz, de armonía universal que Isaías anunció para los tiempos mesiánicos (Is 11,6-9)
Adviento es el tiempo de poner manos a la obra para crear esa "nueva tierra", donde "no habrá más muerte ni luto, ni llanto ni dolor… ; y no habrá más lugar para asesinos, lujuriosos, idólatras, mentirosos" (Ap 21,4.8). Así se está haciendo realidad la esperanza.
El nacimiento de Jesús de la Virgen María y la tensa espera de su retorno, nos exige ser hoy testigos vivientes de la salvación que Dios nos ofrece en Jesús, que nació y vivió entre nosotros. A través de la celebración, se está haciendo ya realidad lo que esperamos
"Al venir por primera vez en la humildad de nuestra carne, realizó el plan de redención trazado desde antiguo, y nos abrió el camino de la salvación; para que cuando venga de nuevo en la plenitud de su gloria, podamos recibir los bienes prometidos que ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar". (I Prefacio de Adviento)
Redacción: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net | Con aportes de: Antonio Danoz |Guía para vivir el Adviento y la Navidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario