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Dios nos ama tanto que hasta ha querido amarnos con un corazón humano traspasado.
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martes, 30 de junio de 2020
Tómese un minuto para leer el evangelio de hoy
«Sor Selfie» y sus compañeras monjas, la sensación en Tik Tok
Religiosas colombianas de la comunidad Jesús María se han vuelto famosas por sus coreografías en la red social de moda entre los jóvenes
Lo que empezó como una forma de acercarse a sus alumnos durante la pandemia y mostrar la alegría de la vida consagrada, se está convirtiendo en un fenómeno de evangelización en redes sociales. La cuenta que abrieron en marzo en Tik Tok supera los 92.000 seguidores y acumula más de 900.000 likes.
El éxito en redes sociales de la Comunidad de Religiosas Jesús María de Medellín (noroccidente de Colombia) se disparó hace tres meses cuando la hermana Martha Janeth Moreno, más conocida como «Sor Selfie», les propuso a sus compañeras hacer videos para continuar conectadas con los alumnos de los tres colegios que tienen en la ciudad.
Galería fotográfica
“Mi sobrina de 14 años, que estudia en el colegio Jesús María del barrio Castilla, se mantenía viendo Tik Tok y en diciembre pasado mi hermana y yo decidimos bajar la aplicación y nos reímos muchísimo. Cuando ya estábamos en la cuarentena pensé que muchos de nuestros alumnos debían ser como mi sobrina y les propuse a las hermanas que hiciéramos videos para acercarnos a ellos y llevarles alegría”. Así le contó la hermana Martha a Aleteia cómo sus compañeras aceptaron la idea.
Una visión diferente de la vida consagrada
Los primeros videos, con mucho humor, empezaron a atraer rápidamente a sus alumnos pero también a seguidores de todas las edades y orígenes. “Quisimos mostrar un rostro diferente de la vida consagrada, que nos sintieran cercanas y llevar mucha alegría porque sabemos que en muchas familias hay dificultades, ansiedad y depresión, pero nunca pensamos que se fuera a viralizar tanto”, asegura esta monjita apasionada de la fotografía, quien no desaprovecha ocasión para tomar selfies y por esa razón hace dos años, en un encuentro en Francia, la llamaron cariñosamente «Sor Selfie».
En los siguientes videos han llevado mensajes de la fe católica, explican las principales fiestas del calendario litúrgico como Pentecostés, Corpus Christi o la Ascensión del Señor y en otras ocasiones aceptan retos virales como hacer la silueta de la Cruz con la nariz.
Si bien la artífice de esta iniciativa es la hermana Martha –de 34 años de edad y quien se educó con la comunidad desde los seis años–, la más entusiasta colaboradora es la religiosa Lucía Álvarez, de 85 años, odontóloga de profesión y licenciada en Biología y Química.
A pesar de su avanzada edad, sor Lucía ha podido sintonizarse con la tecnología y cada vez tiene más práctica para los videos que requieren bailar o hacer lip-sync (sincronización labial). “A nosotras nos ha movido el Señor a través de la hermana Martha. Nos gustó su idea de mostrarle al mundo la alegría de la vida religiosa en medio de una pandemia”, asegura la carismática monjita.
Ellas han vivido la cuarentena con esperanza, convencidas de que el Señor aprovechará esta situación para reformar muchas cosas: “Seremos nuevos en muchísimos aspectos después de esta pandemia. En nuestra comunidad ha habido necesidad de duplicar el trabajo, sacrificar muchas horas y hacer esfuerzos que nunca habíamos hecho. Esto es positivo porque nos está mejorando y nos está mostrando que Dios es el único necesario y vamos hacia Él, que nos ama tanto”, asegura la hermana Lucía.
Haciendo lío en las redes
Muy pronto empezaron a contactar con otras religiosas y sacerdotes que utilizan esta red social para evangelizar y han realizado transmisiones en vivo con movimientos pastorales latinoamericanos, con sacerdotes argentinos y cuentas católicas españolas en diferentes redes.
Pero también, como le contó esta alegre monjita a Aleteia, reciben críticas y comentarios negativos de «ateos y satánicos» a los que ponen en oración: “Seguimos la recomendación de San José María Escrivá de Balaguer sobre el perdón: callar, orar, trabajar y sonreír”.
Claro que la mayoría de llamadas y mensajes son de felicitación, agradecimiento y pedidos de oración. “Yo soy ateo pero me encantan los videos que ustedes hacen”… “Yo no creo en Dios pero nunca pensé ver a una monja tan alegre, me han mostrado cosas diferentes”, son mensajes que las animan a seguir.
Aleteia les preguntó desde dónde las ven y ellas son las primeras sorprendidas al saber que las siguen en países lejanos como Turquía. También tienen un buen número de seguidores en España, Estados Unidos y Canadá y, por supuesto, en Latinoamérica. Esto demuestra que su mensaje evangelizador puede hacer mucho bien y por eso la hermana Martha en sus tiempos libres sigue buscando videos y sonidos en Tik Tok, que va guardando para compartirlos con sus compañeras y acordar con ellas cómo hacerlos, y así publicar un video diario.
“Definitivamente la gente ha valorado que la Iglesia católica se haya hecho presente a través de estas plataformas tecnológicas. Tik Tok, que era una red muy apática, ya cuenta con un montón de sacerdotes y religiosas que están tratando de hacer lío en las redes”, asegura la monjita tiktoker colombiana.
Educadoras de varias generaciones
La comunidad Jesús María nació hace 202 años en Lyon (Francia) por iniciativa de Santa Claudina Thévenet, quien siendo adolescente vio cómo fusilaban a sus hermanos durante la Revolución Francesa. De su compasión por socorrer a dos niñas abandonadas empezó esta comunidad que hoy está en 28 países distribuidos por todos los continentes.
Su carisma es expresar la bondad misericordiosa de Dios a través de la educación cristiana en todos los ambientes sociales, con preferencia por los más pobres. Por eso este grupo de religiosas de Jesús y María en Medellín cuenta con tres colegios para niños y jóvenes de distintas clases sociales, en los cuales se han educado muchas generaciones.
A raíz de la pandemia que vivimos no pudieron volver a los salones de clases y se están apoyando en las tecnologías, pero lamentablemente muchos de los estudiantes no tienen acceso a ella, por lo que deben entregarles talleres y lecciones en forma física.
La situación de salud en Colombia está en su punto más crítico y lo más posible es que en el resto del año no haya educación presencial, lo que impone una gran dificultad y un gran reto para seguir llevando la educación de alta calidad que caracteriza a los colegios de Jesús María, especialmente a los alumnos que no cuentan con equipos de cómputo o internet para atender clases virtuales.
Entre tanto, las monjitas siguen llevando mensajes llenos de fe y esperanza a través de las redes sociales y siguen invitando a los jóvenes a que se motiven a seguir a Dios, como dice la hermana Martha: “Que no les dé miedo buscar a Dios en medio de esta vida consagrada, que vean que sí disfrutamos y vamos al ritmo de los tiempos, pero también tenemos criterios y valores no negociables”.
Sigue a la Comunidad de Jesús María en sus cuentas:
Lucía Chamat/Aleteia Colombia
«¡Por fin podré confesarme!». 38 preguntas para hacer el mejor examen de conciencia
¡Cuánto añoramos todos la confesión! Al comienzo de la cuarentena ante la dificultad de asistir a las iglesias el papa Francisco nos animaba diciendo:
«Si no encuentras un sacerdote para confesarte, habla con Dios, que es tu Padre, y dile la verdad: «Señor, he hecho esto, esto, esto… Perdóname». Y pídele perdón con todo tu corazón, con el Acto de Dolor, y prométele: «Me confesaré más tarde, pero perdóname ahora». Y de inmediato, volverás a la gracia de Dios. Tú mismo puedes acercarte, como nos enseña el Catecismo, al perdón de Dios sin tener un sacerdote a mano».
¡Pues es la hora! Ya ha llegado el momento adecuado para cumplir con la promesa de ir al sacerdote, ha llegado el momento oportuno para muchos alrededor del mundo. No te preocupes si aún no tienes esta posibilidad en tu ciudad, ¡cada vez está más cerca y puedes ir preparando el corazón!
Primero sigue estos 5 pasos para lograr una buena confesión
Para lograr una buena confesión, es necesario seguir los cinco pasos que aprendimos en el Catecismo y que siguen siendo actuales. Comenzamos por el examen de conciencia, seguimos con el arrepentimiento y el propósito de la enmienda, la confesión secreta y auricular de los pecados al sacerdote, y finalmente la satisfacción o cumplimiento de la penitencia impuesta.
Esto nos llevará a la alabanza a Dios por medio de una vida renovada. Después de que ha pasado mucho tiempo sin poder ir al sacerdote, ahora que ya se puede preparar la confesión puede costar más. Por eso, te doy algunas ideas para preparar bien este sacramento.
¡Allá voy confesión!
La confesión de las culpas nace del verdadero conocimiento de uno mismo ante Dios, fruto del examen de conciencia y de la contrición de los propios pecados. Es mucho más que un desahogo humano. Como decía san Josemaría: «La confesión sacramental no es un diálogo humano, sino un coloquio divino».
Dice el Catecismo de la Iglesia que en la confesión, los penitentes deben enumerar todos los pecados mortales de que tienen conciencia tras haberse examinado seriamente.
Incluso si estos pecados son muy secretos y si han sido cometidos solamente contra los dos últimos mandamientos del Decálogo (cfr. Ex 20,17; Mt 5,28). Pues a veces, estos pecados hieren más gravemente el alma y son más peligrosos que los que han sido cometidos a la vista de todos (Catecismo, 1456).
A continuación te propongo algunas de las preguntas que sugirió el papa Francisco, con algunos cambios para adaptarlas a nuestras circunstancias. Primero pronunciemos esta pequeña oración para hacer nuestro examen de conciencia:
«Dios mío: dame luz para recordar los pecados que he cometido, y gracia para arrepentirme bien de ellos y corregirme. Virgen Santísima, san José, ángel de mi guarda, ayúdenme».
Preguntas en relación a Dios
1. ¿Solo me dirijo a Dios en caso de necesidad?
2. ¿Le reclamo a Dios porque no me ayuda o parece que no hace caso a mis oraciones o no me concede lo que creo es necesario?
3. ¿Rezo porque se acabe esta pandemia?
4. ¿Culpo a Dios por las cosas que me suceden?
5. ¿Me he avergonzado de manifestarme como católico?
6. ¿Qué hago para crecer espiritualmente, cómo lo hago, cuándo lo hago?
7. ¿Me revelo contra los designios de Dios?
8. ¿Pretendo que Él haga mi voluntad?
9. ¿Tengo la tendencia a confiar más en mí mismo que en la gracia?
10 ¿He criticado a la Iglesia o al papa?
11. ¿En este tiempo de pandemia, he recordado pecados que no he confesado?
Preguntas en relación al prójimo
1. ¿He hablado mal de mi prójimo?
2. ¿He sido servicial en mi casa durante el confinamiento?
3. ¿Sé perdonar, tengo comprensión, ayudo a mi prójimo?
4. ¿He juzgado sin piedad tanto de pensamiento como con palabras?
5. ¿He pensado mal de los demás?
6. ¿He dejado que me venza la ira, he actuado con cólera?
7. ¿Me avergüenzo de mis hermanos, me preocupo de los pobres y de los enfermos?
8. ¿He hecho sentir mal a otras personas, a los que habitan conmigo?
9. ¿Incito a otros a hacer el mal?
10. ¿Observo la moral conyugal y familiar enseñada por el Evangelio?
11. ¿Cómo cumplo mi responsabilidad en la educación de mis hijos?
12. ¿Honro a mis padres, guardo las medidas de prudencia para que no se contagien?
13. ¿He criticado a mis padres?
14. ¿Respeto el medio ambiente?
15. ¿No me he preocupado del sufrimiento del prójimo?
16. ¿He sido amable, con los de mi familia: con mi esposo, con mis hijos durante el encierro? ¿Les he gritado?
17. ¿He sido intolerante a las ideas de los otros?
18. ¿He rezado por los enfermos y difuntos por la pandemia?
19. ¿Me he preocupado porque mis parientes y amigos se encuentren bien de salud?
20 ¿He perdido la paciencia por el encerramiento?
Preguntas en relación con nosotros mismos
1. ¿He desperdiciado el tiempo con el teléfono, la televisión, el Internet, las redes sociales?
2. ¿He comido, bebido, fumado en exceso?
3. ¿Me preocupo demasiado de mi salud física, de mis bienes?
4. ¿Cómo utilizo mi tiempo?
5. ¿He sido perezoso?
6. ¿Me gusta ser servido?
7. ¿Amo y cultivo la pureza de corazón, de pensamientos, de acciones?
Anímate a acercarte al sacramento de la confesión. Recuerda tomar las debidas precauciones como el uso de la mascarilla y llevar tu gel antibacterial. Si en tu país o ciudad aún no puedes ir a la iglesia y mucho menos confesarte, guarda estas preguntas para cuando llegue el momento de reconciliarte con Dios.
Compártelas con amigos y familiares y anímalos a poder confesarse luego de este largo periodo en casa. ¿Recuerdas esa hermosa sensación de paz con la que sales del confesionario? ¡Ya estás cerca de volver a sentirla! Ánimo💪🏻
P. Juan Carlo Vásquonez, catholic-link
Vea también Razones para creer - la Confesión
¿Harto de las humildes tareas cotidianas?
Nunca terminas: Recoger los juguetes de los niños, hacer la compra, vaciar el lavavajillas, preparar las comidas… Las jornadas familiares se miden al ritmo de las pequeñas tareas cotidianas que, rápidamente, pueden convertirse en agotadoras y empujar al desánimo. Para encontrar la alegría de realizarlas, este es el mejor método que puedes aplicar.
Shutterstock
La educación es una misión apasionante. Pero el tiempo que se pasa poniendo en regla las cuestiones materiales puede resultar muy fastidioso. Sobre todo porque nunca terminan: Preparar biberones, encontrar el segundo calcetín, cambiar las bombillas, pagar las facturas…. Una vez que lo has hecho todo, hay que hacerlo otra vez. Los días de desaliento no faltan. ¡Cuidado con el agotamiento!
Pequeñas estrategias que aplicar
El primer resorte del desánimo se pone en marcha cuando perdemos de vista la finalidad de nuestras acciones. ¿De qué sirve recoger los cubos que mañana estarán desparramados de nuevo?
El segundo resorte del desánimo es la impresión de una ausencia de libertad frente a estas tareas: alguien tiene que hacerlo, esos calcetines no se van a clasificar solos. El tercer resorte es el sentimiento de soledad: si yo no lo hago, ¿quién va a hacerlo, un niño de 8 meses?
Frente al hartazgo del día a día, hay varias estrategias posibles:
- Organizarse,
- Intentar delegar,
- Incluso, si es necesario, prever una ayuda de un profesional del hogar y el presupuesto correspondiente.
Sin embargo, la organización no lo puede todo, una familia no es una empresa. ¿La gran diferencia? Podemos cambiar de gestor sin desnaturalizar la empresa, ninguna persona es irremplazable. En cambio, los padres son insustituibles. Saben bien que no pueden delegar su paternidad en otra persona, de ahí el sentimiento de soledad fundamental.
Sobre este asunto, el desasosiego no desaparecerá a base de racionalización logística. Reconozcamos entonces que nuestra vitalidad frente a las tareas repetitivas y francamente poco estimulantes puede ser una cuestión de vida interior. Si los hacemos por Dios podremos encontrar la alegría que a veces escasea cuando realizamos estas tareas.
Hazlo con Él
Mientras nos sentimos solos, Él nos considera únicos, como individuos sin los cuales el mundo es menos resplandeciente. Mientras que nuestro cuerpo se fatiga y nos pesa, Él dedica a este cuerpo una mirada llena de admiración y de alegría.
Lo mismo que cuando “miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno” (Gn 1,31). Dios mira a la mujer y al hombre tal y como somos, no solo como individuos que alimentan hermosos pensamientos y nobles intenciones, sino como seres sexuados, de carne y hueso, que van y vienen con fardos de ropa sucia y pegan tiritas en rodillas con rasguños. Él ve, observa y admira. Incluso cuando cambiamos por enésima vez las bombillas.
La finalidad de nuestras acciones ya no es opaca. Solamente ha estado oscurecida, porque aquello que hacemos por los demás, con frecuencia lo hacemos en su ausencia. Decidamos hacerlo también por el Señor: todo lo que se hace para Dios se hace con Él. Siguiendo el ejemplo de san Pablo, bendigámosle por habernos hecho sus colaboradores. Todo lo que se hace para Dios, se hace con Él.
Jeanne Larghero, Edifa Aleteia
Vea también Feminizar el Mundo: El Papel insustituible de la Mujer
lunes, 29 de junio de 2020
Evangelio de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo
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Mira cómo los religiosos revolucionan Tiktok
En pleno furor de las redes sociales para compartir videos como TikTok, los religiosos apuestan a divertir y evangelizar, mostrando que la vida religiosa no tiene por qué ser aburrida.
En la célebre encíclica Miranda Prorsus, la Iglesia enseña que los medios de comunicación en general “deben servir a la verdad para estrechar mis fuertemente los lazos entre los pueblos, la mutua comprensión, la solidaridad en las pruebas, la colaboración entre los poderes públicos y los ciudadanos”.
En esta sintonía, “aunque la realidad virtual del ciberespacio no puede sustituir a la comunidad real e interpersonal o a la realidad encarnada de los sacramentos y la liturgia, o la proclamación inmediata y directa del Evangelio, puede complementarlas, atraer a la gente hacia una experiencia más plena de la vida de fe y enriquecer la vida religiosa de los usuarios, a la vez que les brinda sus experiencias religiosas” (La Iglesia e Internet, 5).
Auspiciados por estas líneas maestras de nuestra Iglesia, los religiosos decidieron incursionar en TikTok, intentando llevar allí entretenimiento durante la pandemia.
¡Mira como los religiosos revolucionan Tik Tok!
Religiosas bailan, no importa la edad
¡Hay un momento para cada cosa!
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Los frailes también bailan en TikTok
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Sobre María
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¿A quién no le pasó?
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¿Qué piensas sobre estas iniciativas en TikTok?
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