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| Marcos 1,14-20 | | Os convertiré en pescadores de hombres |
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| | Pescando almas, pintado por Adriaen van de Venne (1589-1662), pintado en 1614, Óleo sobre lienzo, © Rijksmuseum, Amsterdam | DESPUÉS de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: «Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio». Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él. |
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Comentario
“El tiempo se ha cumplido, el reino de Dios está cerca”
"Después de la detención de Juan Bautista, Jesús vino a Galilea… ". Según nuestra interpretación, Juan representa la Ley y Jesús el Evangelio. En efecto, Juan dijo: "detrás de mi, viene el que es más fuerte que yo" (Mc 1,7), y en otro lugar: "Hace falta que Él crezca y que yo disminuya" (Jn 3,30): así es como compara la Ley con Evangelio. Y luego dice: "Yo - es decir la Ley – os bautizo con agua, pero Él - es decir el Evangelio - os bautizará con el Espíritu Santo" (Mc 1,8). Jesús vino porque Juan había sido encarcelado. En efecto la Ley es cerrada y encerrada, ya no tiene la libertad pasada; pero nosotros pasamos de la Ley al Evangelio … "Jesús vino a Galilea, predicando el Evangelio, la Buena Noticia del Reino de Dios " … Cuando leo la Ley, los profetas y los salmos, jamás pensé hablar del Reino de los cielos: solamente en el Evangelio. |
Porque solamente cuando vino aquel sobre el que se decía “el Reino de Dios está entre vosotros" (Lc 17,21) es cuando el Reino de Dios se abre… En efecto, antes de la llegada del Salvador y la luz del Evangelio, antes de que Cristo abra la puerta del paraíso al ladrón (Lc 23,43), todas las almas de los santos descendían a la estancia de los muertos. Jacob mismo dice: " De luto, bajaré al lugar de los muertos " (Gn 37,35)… En la Ley, Abraham está en el descanso de los muertos; en el Evangelio, el ladrón está en el paraíso. No denigramos a Abraham, todos deseamos reposar en su seno (Lc 16,23); pero preferimos Cristo a Abraham, el Evangelio a la Ley. |
Leemos que después de la resurrección del Cristo, muchos santos aparecieron en la ciudad santa (Mt 27,53). Nuestro Señor y nuestro Salvador predicó sobre tierra y predicó también en los infiernos; murió, descendió a los infiernos para liberar las almas que estaban retenidas allí (1Sal. 3,18s). (EDD) |
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