Es la ganadora del año del Word Press Photo, una imagen del danés Mads Nissen y que resume todo lo vivido desde que estalló la crisis del coronavirus. Por último, una pregunta, ¿acaso no te hace acordar también a la imagen del hijo pródigo y aquel emotivo abrazo del padre?
Lo que tienes ante tus ojos no es una foto más. Es la foto más impactante y espectacular de la pandemia del coronavirus. Al menos así refleja el Word Press Photo 2021con el galardón más prestigioso del mundo en cuanto a fotoperiodismo.
La persona que recibe el efusivo abrazo es Rosa Luzia Lunardi (85). Quien la envuelve con tanto amor es la enfermera Adriana Silva da Costa Souza. Sucedió en la residencia Viva Bem, San Pablo, Brasil, el 5 de agosto de 2020.
Según la descripción que ofrece Word Press Photo, fue el primer abrazo que recibió Rosa en cinco meses. Esto debido a que en marzo de 2020 los hogares de ancianos en Brasil habían cerrado sus puertas a visitantes debido al aumento de casos de coronavirus. Esto provocó que millones de personas no pudieran visitar a sus familiares ancianos.
No obstante, a pesar de esto y la recomendación de contacto físico al mínimo, en ese residencial de Brasil se implementó la famosa cortina a través de la cual se hacía posible el abrazo. El ojo clínico del danés Mads Nissen registró ese momento y ahora, además de viral, lo transformó en verdadero símbolo de amor en tiempos de pandemia.
Así lo reconoció el propio Nssen: “Para mí esta es una historia sobre la esperanza y el amor en los momentos más difíciles (…)”.
¿El abrazo al hijo pródigo?
En 2021 la situación permanece generando dolor y sufrimiento, en especial en Brasil y América Latina.
Sin embargo, esa imagen también puede evocar, salvando las distancias, al abrazo más esperado. Aquel que el propio padre le ofrece al hijo pródigo en la famosa parábola evangélica (Lc 15, 11-32). Es también cerrar los ojos y hasta recordar la famosa imagen del retorno del hijo pródigo del pintor holandés Rembrandt.
La respuesta en el momento más difícil parece ser siempre la misma, la cercanía y al abrazo tan esperado, cargado de misericordia. También todo aquello de la esperanza, el regreso a casa y la confianza puesta en Dios que consuela y no suelta.
Datos de la foto cedida para su publicación en Aleteia: Título en inglés: The First Embrace.
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