El santo vidente de Guadalupe protagoniza la película «Tepeyac»... así lo enfocan
El 9 de diciembre la Iglesia Católica celebra la fiesta de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin –en náhuatl, “el águila que habla”–, el indígena al que se apareció la Virgen de Guadalupe en 1531. Pronto se cumplirán dos décadas desde que San Juan Pablo II lo canonizó en julio de 2002. “Juan Diego, al acoger el mensaje cristiano sin renunciar a su identidad indígena, descubrió la profunda verdad de la nueva humanidad, en la que todos están llamados a ser hijos de Dios en Cristo”, señaló el Papa polaco.
Ya desde el siglo XVI aparecía en imágenes con la aureola de un santo, y los documentos de la época descubiertos y analizados para su canonización lo llamaban ‘varón santo’.
Para muchos niños y familias en los años próximos, San Juan Diego probablemente tendrá el rostro de dibujos animados de la película Tepeyac, que está preparando la productora Tilma Films. Se trata de una película llena de fe, impulsada por muchos pequeños donantes. Ya ha terminado su fase de preproducción.
Su guionista y promotor, Juan Ignacio Peña, español residente en México desde hace años, explica que los dibujantes y diseñadores de Tepeyac realizaron más de 20 diseños distintos de San Juan Diego. "El que tenemos ahora tiene características físicas muy mexicanas, de origen indígena, y estamos contentos", señala.
Un Juan Diego más joven, y muy inocente
"Queríamos un San Juan Diego atractivo para niños y jóvenes, que todo el mundo se pueda identificar con él. La tradición pictórica a menudo lo ha presentado como un anciano, igual que ha sucedido muchas veces con San José en el arte, aunque hoy sabemos que San José no era anciano. Nuestro San Juan Diego es más joven. Sabemos que Juan Diego no era tan joven como en nuestra película, pero nos hemos permitido esa licencia para conectar más con el público infantil y juvenil. Lo que es seguro es que tampoco era tan anciano como vemos en la tradición pictórica. Debía tener cuarenta y tantos años, y el nuestro tendrá veintimuchos", señala el cineasta.
La Virgen de Guadalupe acaricia a San Juan Diego en la película moderna de dibujos Tepeyac
Juan Diego es el personaje protagonista de Tepeyac. "Hemos querido que genere mucha simpatía, que sea vea en su cara que es buena persona. La película empieza cuando él es niño. Y conecta con los niños porque él es muy niño, también de adulto. Es muy puro en su bondad, emociones... es como un niño grande. No como un Peter Pan, sino con inocencia. No ve la maldad ni los problemas como lo ven los adultos", añade.
San Juan Diego de niño con sus amigos y su tío Juan Bernardino
"Hemos creado dos personajes que le acompañan, como unos "Pepitos Grillo", que se llaman Celeste y Águila de Fuego. Los tres juntos van a causar mucho humor. Juan Diego ve cosas que los demás no ven... pero eso le pasa a muchos niños. Creo que los niños tienen una conexión con lo espiritual distinta a los adultos. Hay niños que dicen que han visto a la Virgen o que la Virgen les ha sonreído, y te lo dicen con su inocencia, y tú a lo mejor te sonríes pero podría ser perfectamente real. Yo conozco familias con niños que han dicho eso. San Juan Diego tiene ese punto de inocencia", detalla el guionista.
"Es un personaje que quiere hacer lo correcto, hacer lo que está bien, superar las dificultades y hacer lo que la Virgen le manda. Un niño correctamente educado tiene un sentido muy claro de lo que está bien y lo que está mal. Por eso gustará a muchos niños", detalla.
Juan Diego con un amigo de infancia atraído por la violencia
Los más mayores pueden encontrar en él otros puntos de interés. "Nuestro Juan Diego es alguien con inquietudes, no se conforma con una vida sin compromiso. Pero su compromiso le deja entre dos mundos. Muchos de sus paisanos aztecas le consideran un traidor. Él quiere saber cuál es la misión a la que está llamado. Y cuando expresa esta inquietud, la Virgen se le aparece y le da su misión".
"Juan Diego te hace pensar que tú puedes ser santo"
"Es un santo humilde, sencillo, que te hace pensar que todos podemos llegar a ser santos. En esa época muchos pensaban que la santidad era algo prácticamente reservado para clérigos o religiosos, pero en San Juan Diego tenemos un ejemplo hermoso para los laicos actuales. Es un laico de 1531 que respondió al llamado y fue santo con su vida coherente", añade Juan Ignacio Peña.
Tepeyac, la película familiar sobre San Juan Diego y la Virgen de Guadalupe, superó su fase de preproducción; ahora necesita el impulso de muchos donantes que pueden apoyarla
La película, como sucede en las películas de Disney o Pixar, cuenta con media docena de canciones y Juan Diego tiene su propia "canción del héroe". "Canta expresando que se siente llamado a algo, pero no sabe qué exactamente, se muestra dispuesto a cumplirla... y aparece la Virgen. Es una cancion compuesta por Alexander Acha; estamos muy contentos con su versión en español e inglés", dice el cineasta.
Juan Diego también participa en otra canción, con el franciscano Motolinía (nombre indio de fray Toribio de Benavente), que era su maestro. "La canción le anima a no rendirse nunca, a entender que las cosas buenas se construyen paso a paso, como una gran catedral. Es una canción alegre, parecida a las que vemos en películas de Pixar y Disney", añade Peña.
En México hay una devoción creciente por San Juan Diego. En la basílica de la Virgen de Guadalupe hay un cuadro de él cerca de la imagen de la Virgen. "Yo mismo a mi hijo lo llamé Juan Diego. Ahora va a cumplir 4 años. Y tengo varios familiares en México que se llaman Juan Diego. Y sí, la gente le reza al santo", constata.
El héroe religioso, santo, es peculiar respecto a otros héroes. "La santidad incluye el amor, la caridad, y él es muy caritativo. También ha de luchar contra el mal. En una escena se enfrenta a un espíritu maligno. Nosotros lo expresamos así visualmente, pero es una metáfora de la lucha interna que todos tenemos contra el mal y el diablo, en nuestro corazón. Cuando Juan Diego descubre que en su corazón tiene a la Virgen y a Dios entiende que puede vencer".
"Mi experiencia es que las personas buenas atraen, como con una sintonía, y así queremos que atraiga nuestro personaje a muchos espectadores", concluye.
P.J.Ginés/ReL
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