En su alocución ante los diputados al presentar el plan de prevención de apoyo a las víctimas de la violencia, el también Arzobispo de Morelia dijo el 23 de abril que “merece la pena recordar las ‘bienaventuranzas del político’, propuestas por el cardenal vietnamita François-Xavier Nguyen Van Thuan, fallecido en el año 2002, y que fue un fiel testigo del Evangelio”.
Las bienaventuranzas son las siguientes:
“Bienaventurado el político que tiene una alta consideración y una profunda conciencia de su papel.
Bienaventurado el político cuya persona refleja credibilidad.
Bienaventurado el político que trabaja por el bien común y no por su propio interés.
Bienaventurado el político que permanece fielmente coherente.
Bienaventurado el político que realiza la unidad.
Bienaventurado el político que está comprometido en llevar a cabo un cambio radical.
Bienaventurado el político que sabe escuchar.
Bienaventurado el político que no tiene miedo”.
El Prelado alertó a los diputados que la búsqueda de poder a cualquier precio “lleva al abuso y a la injusticia. La política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción”.
“La función y la responsabilidad política constituyen un desafío permanente para todos los que reciben el mandato de servir a su país, de proteger a cuantos viven en él y de trabajar a fin de crear las condiciones para un futuro digno y justo”, resaltó.
Mons. Garfias afirmó que “la política, si se lleva a cabo en el respeto fundamental de la vida, la libertad y la dignidad de las personas, puede convertirse verdaderamente en una forma eminente de la caridad”.
Tras alentar a los diputados a ser artesanos de la paz, el Arzobispo dijo que se dirigía a ellos “desde mi vocación y responsabilidad de Pastor. Siempre el deseo es enviar un mensaje de esperanza y de aliento, un mensaje en el cual sin importar el papel, grupo o creencia que desempeñemos en la sociedad seamos capaces de construir una sociedad más vigorosa y un país más fuerte, es esperanza en el Señor, que transforma el mal en bien y la muerte en vida”.
El Arzobispo de Morelia también participó en la proyección del documental “Tragedia y crisol del sacerdocio en México” que presenta la investigación del Centro Católico Multimedial (CCM) sobre la persecución y asesinatos de presbíteros.
Solamente entre 2012 y 2018 se registraron 26 asesinatos de sacerdotes en México, la mayoría de estos impunes. Uno de los crímenes que más ha marcado al país es el del Arzobispo de Guadalajara, Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, ocurrido hace casi 26 años sin que se haya detenido a una sola persona.
Sufrió por la situación política:
El Cardenal Van Thuan
El Cardenal François-Xavier Nguyen Van Thuan nació en Hue (Vietnam), el 17 de abril de 1928. Fue Obispo de Nhatrang durante ocho años y por unos meses Obispo coadjutor de Saigón. El 23 de abril de 1975 el ejército comunista tomó la ciudad de Saigón y se hizo con el control del país.
Tras la subida de los comunistas al poder, el Obispo Van Thuân fue arrestado el 15 de agosto de 1975, día de la Asunción de la Virgen, acusado de formar parte de un complot entre el Vaticano y el “imperialismo” para luchar contra el régimen comunista.
En prisión siguió el ejemplo de San Pablo y escribió cartas a sus fieles. También suscitó el aprecio de sus captores, a quienes enseñaba idiomas.
Después de 13 años de cárcel, nueve de los cuales pasó en una celda de aislamiento, fue liberado y desterrado del país. Llegó a Roma y empezó a trabajar en la Curia Romana. En 1998 fue nombrado Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz.
En la Cuaresma del año 2000 fue invitado por San Juan Pablo II a predicar los ejercicios espirituales de la Curia del Vaticano.
Cuando el Papa peregrino lo recibió en privado para felicitarlo por el retiro, el Arzobispo le dijo: “Hace 24 años estaba celebrando Misa con tres gotas de vino y una de agua en la palma de mi mano. Nunca hubiera pensado que el Santo Padre me recibiera de esta manera. ¡Qué grande es nuestro Señor, y qué grande es su amor!”.
En febrero de 2001 fue creado cardenal por el Papa Wojtyla. Falleció el 16 de septiembre de 2002. El 4 de mayo de 2017 el Vaticano dio a conocer que el Papa Francisco firmó el decreto que reconoce las virtudes heroicas del Purpurado.
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