15 frases de santo que te inspirarán a orar por las almas del purgatorio

El mes de noviembre está dedicado a las almas pobres del purgatorio, pero muchas personas dejan de rezar por ellos después de los primeros 8 días, cuando se pueden ganar indulgencias. ¿No ganarles una indulgencia significa que simplemente debes dejar de orar por ellos? ¡Por supuesto no! De hecho, deberíamos estar orando por ellos más allá del mes de noviembre.

¿Necesitas convencer por qué deberías cultivar el hábito de orar por ellos a partir de este mes? Aquí hay 15 citas santas que lo harán pensar dos veces antes de transmitir la idea.

Porque están sufriendo.
“Vengo a decirte que sufren en el Purgatorio, que lloran y que exigen con gritos urgentes la ayuda de tus oraciones y tus buenas obras. Parece que los escucho llorar desde las profundidades de esos fuegos que los devoran y es como te dijeran: ‘Cuéntales a nuestros seres queridos, cuéntales a nuestros hijos, cuéntales a todos nuestros parientes lo grandes que son los males que nos están haciendo sufrir. Nos arrojamos a sus pies para implorar la ayuda de sus oraciones. Ah! ¡Diles que desde que nos separamos de ellos, hemos estado aquí ardiendo en llamas! "" - San Juan Vianney

“No creo que aparte de la felicidad del Cielo, pueda haber una alegría comparable a la experimentada por las almas del Purgatorio. Una comunicación incesante de Dios hace que su alegría sea más vívida día a día: y esta comunicación se vuelve cada vez más íntima, en la medida en que consume los obstáculos que aún existen en el alma ... Por otro lado, soportan un dolor tan intenso que ninguna lengua es capaz de describirlo. Tampoco ninguna mente es capaz de comprender la chispa más pequeña de ese fuego consumidor, a menos que Dios se lo muestre por una gracia especial. ”- Santa Catalina de Siena

“Vi a mi ángel guardián, quien me ordenó que lo siguiera. En un momento estaba en un lugar brumoso lleno de fuego en el que había una gran multitud de almas sufrientes. Rezaban fervientemente por sí mismos, pero en vano; sólo nosotros podemos acudir en su ayuda. Las llamas que los quemaban no me tocaron en absoluto. Mi ángel guardián no me dejó por un instante. Les pregunté a estas almas cuál era su mayor sufrimiento. Me respondieron con una sola voz que su mayor tormento era anhelar a estar con Dios. ”- Santa María Faustina Kowalska

“Cuanto más se anhela una cosa, más dolorosa se vuelve la privación de ella. Y porque después de esta vida, el deseo de Dios, el Bien Supremo, es intenso en las almas de los justos (porque este ímpetu hacia él no se ve obstaculizado por el peso del cuerpo, y ese tiempo de disfrute del Bien Perfecto habría venido) si no hubiera habido obstáculo; el alma sufre enormemente por el retraso ". - Santo Tomás de Aquino

“Si supieras con qué gran anhelo estas almas santas anhelan alivio de su sufrimiento. La falta de gratitud nunca ha entrado en el cielo. "- Santa Margarita María

“El fuego del Purgatorio es lo mismo que el fuego del Infierno; la diferencia entre ellos es que el fuego del Purgatorio no es eterno ". - San Juan Vianney

Porque podemos darles esperanza (y viceversa).
"El que salva un alma salva la suya y satisface por una multitud de pecados". - Santiago Apóstol

"Si, durante la vida, hemos sido amables con las almas que sufren en el purgatorio, Dios verá que esa ayuda no nos sea negada después de la muerte". - San Pablo de la Cruz

“Al ayudarlos no solo daremos un gran placer a Dios, sino que también adquiriremos un gran mérito para nosotros mismos. Y, a cambio de nuestros sufrimientos, estas almas bendecidas no descuidarán obtener para nosotros muchas gracias de Dios, y particularmente la gracia de la vida eterna. Sostengo con certeza que un alma liberada del Purgatorio por los sufragios de un cristiano, cuando entra al paraíso, no dejará de decirle a Dios: 'Señor, no permitas perder a esa persona que me ha liberado de la prisión del Purgatorio, y me ha llevado al disfrute de Tu gloria antes de lo que me merecía. '”- San Alfonso María de Liguori

“Mi amor insiste en liberar a las pobres almas. Si un rey benéfico deja a su amigo culpable en prisión por el bien de la justicia, espera con ansias a que uno de sus nobles suplique por el prisionero y ofrezca algo para su liberación. Entonces el rey lo libera alegremente. De manera similar, acepto con el mayor placer lo que se me ofrece por las almas pobres, porque anhelo profundamente tener cerca de mí a aquellos por quienes pagué un precio tan alto. ¡Por las oraciones de tu alma amorosa, soy inducido a liberar a un prisionero del purgatorio con tanta frecuencia como mueves la lengua para pronunciar una palabra de oración! ”- Nuestro Señor a St. Gertrude

“Si se supiera cuán grande es el poder de las buenas almas en el Purgatorio con el Corazón de Dios, y si supiéramos todas las gracias que podemos obtener a través de su intercesión, no serían tan olvidadas. Por lo tanto, debemos rezar mucho por ellos, para que recen mucho por nosotros. ”- San Juan Vianney

“Permítanos ayudarles y recordarlos. Si los hijos de Job fueron purificados por el sacrificio de su padre (Job 1: 5), ¿por qué dejaríamos de que nuestras ofrendas por los muertos les brinden algún consuelo? No dudemos en ayudar a los que han muerto y ofrecer nuestras oraciones por ellos. ”- San Juan Crisóstomo

“La práctica de recomendar a Dios las almas del Purgatorio, para que pueda mitigar los grandes dolores que sufren, y para que pronto pueda llevarlos a Su gloria, es muy agradable para el Señor y muy provechosa para nosotros. Porque estas almas bendecidas son sus esposas eternas, y están muy agradecidas con aquellos que obtienen su liberación de la prisión, o incluso una mitigación de sus tormentos. Por lo tanto, cuando lleguen al Cielo, se asegurarán de recordar a todos los que han rezado por ellos. ”- San Alfonso María de Liguori

Porque nos lo agradecerán.
“Cuando entremos al Cielo, los veremos, a muchos de ellos, viniendo hacia nosotros y agradeciendo. Preguntaremos quiénes son, y dirán "una pobre alma por la que rezaste en el purgatorio". "Ven. Fulton Sheen

Como San Pío de Pietrelcina dijo una vez: "Debemos vaciar el Purgatorio con nuestras oraciones". Sí, estaba convencido de que se puede hacer ... y nosotros también deberíamos hacerlo.

Tómese un momento y recite esta oración que nos dio Jesús a través de San Gertrudis el Grande:

“Padre Eterno, te ofrezco la Sangre Más Preciosa de Tu Divino Hijo, Jesús, en unión con las Misas que hoy se dicen en todo el mundo, por todas las Almas Santas en el Purgatorio, por los pecadores en todas partes, por los pecadores en la iglesia universal, aquellos en mi propia casa y dentro de mi familia. Amén."

¡Ahora, ora por esas pobres almas y ayuda a vaciar el Purgatorio!

Melissa Guerrero, epicpew