Son muchos los beneficios físicos, psicológicos y sociales que se obtienen al ser agradecido
“Gracias por el día hoy”, con independencia de si ha sido un buen o un mal día. Dar las gracias es, más allá de su sentido semántico, un gesto que apela a la generosidad, el reconocimiento y la bondad de quienes practican un arte que se llama gratitud.
Vanesa actualiza su estado en Facebook cada día. Siempre escribe algo por lo que se siente agradecida. Amparo, una gran investigadora hace una lista de gratitud antes de acostarse señalando cual ha sido el “descubrimiento” del día. Yo misma, termino el día con agradecimiento y reflexión. Nuestras vidas son muy diferentes pero todas estamos agradecidas.
Jesús habló constantemente sobre la gratitud. Un bonito ejemplo lo encontré en la parábola de los diez leprosos. Una vez fueron sanados, sólo uno de ellos regresa para buscar a Jesús. ¿Por qué? Porque se siente profundamente agradecido y vuelve “alabando a Dios en voz alta”. Cuando encuentra a Jesús, cae a sus pies y le da las gracias.
Hoy termino el día dando las gracias por la oportunidad de escribir este artículo. Me ha dado la posibilidad de reflexionar, recapacitar y aprender más sobre el sentido de esta palabra. Sin duda, apreciar los momentos extraordinarios y las rutinas ayudan a mantener una actitud positiva y a disfrutar del día a día.
Cuando el escritor Albert Camus ganó el Premio Nobel de Literatura, escribió una carta a su profesor para darle las gracias: «Querido señor Germain, he esperado (…) antes de hablarle de corazón (…), sin usted, sin su enseñanza y ejemplo, nada de esto hubiera sucedido».
Este es el significado de gratitud al que nos referimos. Se trata de una actitud que denota profundo reconocimiento y generosidad en el acto de incluir al otro como partícipe en del logro y compartir el mérito de haberlo conseguido.
Una investigación realizada por Amit Kumar y Nicholas Epley de la Booth School of Business de la University of Chicago concluyó que la gratitud tiene efectos beneficiosos en las relaciones con la familia y con los amigos, en el trabajo e incluso cuando se hacen negocios: «Expresar agradecimiento mejora el bienestar tanto del que da las gracias como de quien las recibe».
En estas ocasiones habla el alma. La gratitud y expresar el agradecimiento es un acto de fe, de entrega, de generosidad y reconocimiento hacia todo aquello que nos proporciona la vida.
¿Por qué es buena la gratitud?
Why Gratitude Is Good es el título de un estudio realizado por el Dr. Robert Emmons, del Greater Good Science Center de la Universidad de California en Berkeley, San Francisco, Estados Unidos y experto en el estudio de la “gratitud” como determinante psicológico que tiene un fuerte impacto en nuestro estado de salud general.
La principal conclusión es que la gratitud es buena para nuestros cuerpos, nuestras mentes y nuestras relaciones. Que la gratitud sea “algo bueno” no significa que siempre sea fácil practicarla. En ocasiones incluso puede bloquearse porque se manifiesta un desacuerdo con nuestro estado psicológico.
La Fundación John Templeton otorgó a la Universidad de California, una subvención de 5,9 millones de dólares para un proyecto de investigación Expanding the Science and Practice of Gratitude (Expandiendo la Ciencia y la Práctica de la Gratitud). Según éste quienes practican el agradecimiento tienen menos síntomas de enfermedad -incluida la depresión-, más optimismo y felicidad, relaciones más estables, comportamientos más generosos y muchos otros beneficios
La Dra. Rébecca Shankland, autora de Los poderes de la gratitud (Plataforma Editorial), apunta que, por ejemplo, en etapas de la vida especialmente difíciles como puede ser la muerte de un ser querido, una enfermedad, o en cualquier otra circunstancia que conlleva un nivel alto de sufrimiento, la gratitud puede ser un pilar donde apoyarse para valorar todo lo que recibimos de esa persona o personas que nos apoyaron y acompañaron durante ese proceso, especialmente duro y doloroso.
La gratitud también es una emoción ligada a la religión. Dar gracias a Dios por todo lo bueno -e incluso lo malo- que sucede.
Efectivamente, la gratitud es una virtud que nos reporta beneficios a nosotros mismos y a quienes son receptores de ella. De los estudios realizados por el Greater Good Science Center se desprenden beneficios físicos, psicológicos y sociales que nos animan a practicarla. Descúbrelos en esta galería.
Agradecer las cosas del día a día
Para cultivar y crecer en el arte de practicar la gratitud, Robert Emmons propone hacer un diario semanal donde enumerar cinco cosas por las que estás agradecida. Esta práctica ayuda porque, de manera intencionada, centra nuestra atención en identificar pensamientos agradecidos y eliminar a los desagradecidos. Además, dice el autor, ayuda a protegernos contra el pensamiento de dar las cosas por sentadas y aprender a reconocer y valorar “los regalos” que nos proporciona la vida.
María Reales, Aleteia
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