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lunes, 8 de marzo de 2021

Cómo ser una mujer encantadora a partir de ahora

 


No es sólo cuestión de genes o educación social: es sobre todo una actitud que puedes trabajar en ti a distintos niveles.

Las mujeres como Grace Kelly o la diseñadora Carolina Herrera sí existen. Son tan reales como tú y yo. Es más, nosotras podemos llegar a ser como ellas, cautivadoras porque para tener elegancia, educación, clase y sofisticación no se necesitamos ser millonarias ni casarnos con príncipes ni poseer una belleza perfecta, sino trabajar en ser encantadoras sabiendo utilizar los propios talentos y potencializando nuestros recursos personales. Ser encantadora es cuestión de actitud.

Te comparto las características que tiene en común las mujeres encantadoras. Trabaja en ellas y sé aún más atrayente de lo que seguramente ya eres. Las puedes ver en la siguiente galería fotográfica:

  • Las mujeres encantadoras sonríen. La sonrisa es un lenguaje no verbal que manda mucha información y es el gesto de amabilidad por excelencia. Con nuestra sonrisa auténtica la cual hay que ofrecerla en los primeros segundos de contacto, le damos la bienvenida a la otra persona. Más de una vez hemos escuchado que a ese hombre lo que le cautivó de su mujer fue su sonrisa. Así que ya sabes que la sonrisa conquista. Olvídate de caras largas y de sonrisas fingidas, ni siquiera cuando te tomes “selfies”. Si te cuesta trabajo sonreír mírate al espejo y practica. ¡Sonríe, es gratis!
  • Las mujeres encantadoras son amables. Su trato es cordial y cortés. El tono de voz que emplea es suave y correcto. La actitud en general es dulce y equilibrada.
  • Las mujeres encantadoras son positivas. A todos nos justa compartir con personas positivas y seamos sinceras, le corremos a las negativas, a las que viven en “quejilandia”. ¿Por qué? Porque las personas negativas drenan, nos chupan la energía. Todo lo contrario de las optimistas que nos contagian con su energía, buen humor, jovialidad, alegría, felicidad y buena actitud. Están llenas de ilusiones y nos hacen sentir importantes cuando estamos con ellas. Son personas con chispa, con una luz muy particular. Tienen un imán que atrae y que forzosamente volteas a ver cuando llegan al lugar. Son mujeres que siempre ven el lado luminoso de las cosas, aún de los eventos más tristes. ¿Quieres reconocer a una mujer optimista o pesimista? Observa las arrugas de su frente. Si son horizontales es optimista. Si son verticales, pesimista (el típico ceño fruncido).
  • Las mujeres encantadoras son elegantes. La elegancia es una actitud. Teresa Baró, experta en Habilidades de comunicación y lenguaje no verbal, dice que la elegancia no tiene nada que ver con el vestir ropa cara, sino en nuestro comportamiento. Ser elegante es cuidar que el aspecto físico vaya en armonía con nuestro actuar. Es cómo nos manejamos y cómo tratamos a los demás. Es también movernos de manera suave, sutil, femenina y delicada evitando a toda costa ser estridentes, cuidando el tono de voz y respetando el espacio vital de los demás. Esto incluye no ser metiches, chismosas y evitar meternos en la vida de los demás. Hasta para mostrar que algo nos molesta hay que hacerlo de una manera elegante. Ser elegantes es ser discretas en todo, tanto en nuestra manera de vestir como en nuestro proceder. Es vernos bien, limpias, oliendo bonito, agradable. Las mujeres que de continuo utilizan “malas palabras”, chistes de doble sentido o cualquier tipo de vulgaridad difícilmente serán encantadoras. ¡Zas! ¡Me descalabré!
Di fizkes|Shutterstock
La mujer encantadora es segura de sí misma y sociable.
  • Las mujeres encantadoras son seguras de sí mismas y sociables, con las que resulta fácil entrar en dialogo. No están a la defensiva ni malhumoradas. Cuantas veces porque somos penosas llegamos a las reuniones y no saludamos. Por supuesto que no mandamos el mensaje de tímidas, sino de groseras. Al contrario, si estamos en algún evento o en cualquier lugar donde no conocemos a nadie hay que estar abiertas a iniciar o continuar la conversación con las personas que estén cerca de nosotras o con quien nos saque plática. Hay que cuidar nuestro lenguaje corporal. Que este sea de apertura tanto del rostro -mirada y sonrisa- como en nuestras extremidades. Esto es, no pongamos cara de “fuchi” ni crucemos los brazos ni las piernas porque esto manda el mensaje de que estamos cerradas a cualquier tipo de interacción. Solo recuerda que tu cuerpo copia tu pensamiento y como es adentro, es afuera.
  • Las mujeres encantadoras saben escuchar. Y lo hacen de manera activa. Con esa actitud de escucha hace sentir bien a los demás. 70% escuchan, 30% hablan.
  • Las mujeres encantadoras son empáticas. Son mujeres que saben participar “afectivamente” de los sentimientos de un tercero de manera real, auténtica. Jamás minimizan los sentimientos ni emociones de nadie. Al contrario, muestran un genuino interés por los demás. Es decir, se suma a nuestra emoción, la reconoce, la valida y muestra empatía para luego hacernos sentir comprendidos y valorados.
  • Las mujeres encantadoras tienen pasión por lo que hacen. Verdaderamente disfrutan sus roles en la vida, ya sea siendo madres, esposas, empresarias, profesionistas o amas de casa. Saben disfrutar lo que son y todo lo hacen porque encuentran en ello su propósito de vida.
  • Las mujeres encantadoras son inteligentes. Y eso no tiene nada que ver con títulos profesionales ni con el I.Q., sino con saber utilizar el cerebro y saber pensar. Una mujer inteligente es segura porque sabe expresar sus opiniones, sabe hablar, sabe defender sus ideas y convicciones sin llegar a la discusión porque entiende que no todos piensan igual que ella. Acepta que la corrijan cuando comete errores. También es una mujer que sabe enfrentar sus miedos y le gusta ponerse retos. Las mujeres inteligentes saben controlar muy bien sus emociones y no se dejan llevar por pasiones, euforias ni arrebatos.
  • Las mujeres encantadoras son generosas. Siempre están dispuestas a ayudar y a servir tanto como ellas puedan, incluso si esto les lleva a salirse de su zona de confort. Son serviciales, educadas y acomedidas. Son generosas hasta cuando conversan porque se olvidan de ser protagonistas y el centro de atención para ser receptoras de información. Es decir, saben escuchar y mostrar interés en la conversación.
  • Las mujeres encantadoras son personas que toman en cuenta hasta el mínimo detalle para sentir gratitud. Para ellas no hay regalos grandes ni pequeños porque el simple hecho de sentir que pensaron en ellas las llenas de agradecimiento.
  • Las mujeres que son encantadoras aprenden a ser encantadoras. Esto quiere decir que están en continuo crecimiento y desarrollo, tanto espiritual como humano. Les interesa adquirir nuevas técnicas para perfeccionar sus talentos y ponerlos al servicio del mundo y así hacer su vida y la de los demás más agradable.

Luz Ivonne Ream, Aleteia 

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