-Hoy celebramos el Jueves Santo, una de las fiestas más importantes del año litúrgico y también para los cristianos. La Iglesia celebra hoy la institución del sacramento de la Eucaristía, efectivamente este sacramento fue instituido la noche de la última cena de Jesús con sus discípulos. Sin embargo sobre este sacramento en el cristianismo hay muchas creencias muy diferentes entre si, hoy en concreto deseo hablar de una de ellas: La Eucaristía como Sacrificio. Los grupos protestantes niegan el carácter sacrificial de la Eucaristía. Como hoy celebramos su institución es ideal tocar este tema para entenderlo en plenitud.
¿Qué enseña la Iglesia sobre la Eucaristía como Sacrificio?
Para ello bastara con ir al Catecismo y leernos los principales numerales que nos hablan sobre este tema:
1364 El memorial recibe un sentido nuevo en el Nuevo Testamento. Cuando la Iglesia celebra la Eucaristía, hace memoria de la Pascua de Cristo y ésta se hace presente: el sacrificio que Cristo ofreció de una vez para siempre en la cruz, permanece siempre actual (cfHb 7,25-27): «Cuantas veces se renueva en el altar el sacrificio de la cruz, en el que "Cristo, nuestra Pascua, fue inmolado" (1Co 5, 7), se realiza la obra de nuestra redención» (LG 3).
1366 La Eucaristía es, pues, un sacrificio porque representa (= hace presente) el sacrificio de la cruz, porque es su memorial y aplica su fruto:
«(Cristo), nuestro Dios y Señor [...] se ofreció a Dios Padre [...] una vez por todas, muriendo como intercesor sobre el altar de la cruz, a fin de realizar para ellos (los hombres) la redención eterna. Sin embargo, como su muerte no debía poner fin a su sacerdocio (Hb 7,24.27), en la última Cena, "la noche en que fue entregado" (1 Co 11,23), quiso dejar a la Iglesia, su esposa amada, un sacrificio visible (como lo reclama la naturaleza humana) [...] donde se representara el sacrificio sangriento que iba a realizarse una única vez en la cruz, cuya memoria se perpetuara hasta el fin de los siglos (1 Co 11,23) y cuya virtud saludable se aplicara a la remisión de los pecados que cometemos cada día (Concilio de Trento: DS 1740).
1367 El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son, pues, un único sacrificio: "La víctima es una y la misma. El mismo el que se ofrece ahora por el ministerio de los sacerdotes, el que se ofreció a sí mismo en la cruz, y solo es diferente el modo de ofrecer" (Concilio de Trento: DS 1743). "Y puesto que en este divino sacrificio que se realiza en la misa, se contiene e inmola incruentamente el mismo Cristo que en el altar de la cruz "se ofreció a sí mismo una vez de modo cruento"; […] este sacrificio [es] verdaderamente propiciatorio.
Los numerares 1364-1367 son claros el sacrificio ofrecido por Cristo permanece siempre actual, el sacrificio de Cristo y el de la Eucaristía son UN único sacrificio. El numeral 1366 habla de como la muerte de Cristo no puso fin a su sacerdocio, el sigue siendo sacerdote para siempre, y como tal sigue ofreciéndose una y otra vez por todos nosotros, su sacrificio esta fuera del tiempo, pues el mismo Cristo esta fuera del tiempo ya que es el mismo siempre (Hebreos 13,8). Es por ello que como Cristo es sacerdote, siempre se ofrece por nosotros como sacrificio en la misa. Por otro lado el sacrificio de la misa es el mismo que en el Calvario, no se trata de otro sacrificio sino el mismo pero ofreciéndose de un modo diferente es decir incruento.
¿Enseña la Biblia que la Eucaristía es también Sacrificio?
Las Sagradas Escrituras enseñan como la Eucarístia es sacrificio, para ello basta citar 3 textos que son los más usados en la Teologica católica cuando se quiere probar esta doctrina:
18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra;20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. Gen 14,18-20
Es el pasaje de Melquisedec, sumo Sacerdote y Abraham, en él se prefigura la Eucaristía a través del pan y el vino que este sacerdote de Salem bendijo. Esta prefiguración es también una prefiguración del Sacrificio Eucaristico.
Según la interpretación tradicional, Melquisedec sacó pan y vino para ofrecer a Dios un sacrificio como era corriente cuando se celebraba una victoria, y no fue su intención proporcionar una refección a los guerreros cansados por la pelea. La interpretación tradicional se ve, además, corroborada por la alusión expresa al carácter sacerdotal de Melquisedec. El ejercicio específicamente sacerdotal es el sacrificio. Cristo, según la profecía mesiánica de Ps 109, 4, confirmada por la carta a los Hebreos (5, 6; 7, 1 ss), es sacerdote al modo de Melquisedec, es decir, rey y sacerdote al mismo tiempo, y según la interpretación dada por la tradición ofrece un sacrificio parecido al de Melquisedec. Y tal sacrificio no puede ser sino la oblación de su cuerpo y su sangre bajo las especies de pan y vino, en la Última Cena y en la santa misa.
11Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, Malaquias 1,11
Para oblación pura u "ofrenda limpia" se usa la palabra hebrea “minchah” que significa sacrificio incruento, de harina. Por tanto, Malaquías nos habla de un nuevo Sacrificio, que sustituirá a todos los anteriores, que será universal ( ofrecido en todo lugar ) será incruento ( de harina) y puro, es decir agradable a Dios. Esto es simplemente el sacrificio de la Misa, el Cielo en la Tierra. Según el Concilio de Trento en la Doctrina sobre el Sacrificio de la Misa cap 1 DH, n 1742 se afirma que esta oblación pura de Malaquías es la Eucaristía. Por otro lado solo puede referirse a la Misa pues es la que se ofrece "en todo lugar" y "desde la salida del Sol hasta el ocaso". La Iglesia Católica con sus misas diarias cumple esta profecia.
Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. Lucas 22,19
En el evangelio de Lucas se nos dice “haced esto en memoria mía”, también San Pablo la usa, esta expresión merece ser analizada detenidamente. En el griego se usa Anamnesis ( en el AT se usa para referir a los sacrificios: Lv 2, 2, 9, 16; 5, 12; 6, 15 y Nm 5, 26). En el NT también es usada en Hebreos 10,3 ” Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados”. Esta palabra significa “sacrificio en memoria “, “sacrificio memorial” lo que Cristo pide en en el evangelio es que hagan esto como Sacrificio memorial, no un mero recuerdo, sino un auténtico sacrificio como vemos el uso de esta palabra tanto en Hebreos como en el AT. Al ser un auténtico sacrificio significa que no está hablando simbólicamente, sino realmente pues el sacrificio de Cristo es real, y la Eucaristía, acción de gracias de la que habla Lucas, es un sacrificio real, y Cristo nos manda repetir este sacrificio en su memoria. Si leemos Mt 26, 13; Mc 14, 9; Hch 10, 4 vemos ahí se habla de memoria delante de Dios, o memoria de ella, es decir, algo simbólico, de recuerdo, simplemente, en esos pasajes se usa Mnemosunon y no Anamnesis, quedando así demostrado que lo que es simplemente memoria de, recuerdo de, es distinto al verdadero sacrificio.
¿Enseñan los Santos Padres que la Eucaristia es Sacrificio?
Tanto la cita del Génesis como la de Malaquias son usadas por los santos Padres para enseñarnos el caracter sacrificial de la Misa:
San Agustin hablando sobre el sacrificio de Melquisedec: «Allí apareció por vez primera el sacrificio que ahora ofrecen los cristianos a Dios en toda la redondez de la tierra» (De civ. Dei xvi 22) .
Lo mismo de la profecía de Malaquias, nos dice la Didaje :
Los días del Señor reuníos para la partición del pan y la acción de gracias, después de haber confesado vuestros pecados, para que sea puro vuestro sacrificio. Cualquiera, empero, que tuviere una contienda con su hermano, no os acompañe antes de reconciliarse, para que no sea mancillado vuestro sacrificio. Pues, éste es el dicho del Señor: "En todo lugar y tiempo me ofrecerán una ofrenda pura. Porque soy un gran Rey, dice el Señor, y mi nombre es admirable entre las naciones." (Didaje 14)
En este pasaje vemos como se relaciona la eucaristía o acción de gracias con la profecía de Malaquias.
SAN IRENEO DE LYON CONTRA LAS HEREJIAS LIBRO IV 17,5
17,5. Dando consejo a sus discípulos de ofrecer las primicias de sus creaturas a Dios, no porque éste las necesitase, sino para que no fuesen infructuosos e ingratos, tomó el pan creatura y, dando gracias, dijo: «Esto es mi cuerpo» (Mt 26,26). Y del mismo modo, el cáliz, también tomado de entre las creaturas como nosotros, confesó ser su sangre, y enseñó que era la oblación del Nuevo Testamento. La Iglesia, recibiéndolo de los Apóstoles, en todo el mundo ofrece a Dios, que nos da el alimento, las primicias de sus dones en el Nuevo Testamento.
De esta forma tan bella describe san Ireneo el sacrificio u oblación de la Eucaristia, y como la Iglesia recibe esta doctrina de los mismos apóstoles.
Jesus Urones-Apologista Católico, ReL
Vea también Las catequesis del Papa Francisco sobre la Santa Misa
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