Aquí sólo podemos ofrecer unos pocos aspectos de las mil maravillas de la Santa Misa
Todo lo recibimos a través de la Eucaristía. |
Todas las gracias, todas las ayudas, todo, todo se nos es dado a través de la Eucaristía, porque la Eucaristía es el Cuerpo y la Sangre de Cristo mismo, es su Santo Sacrificio, y es a través de Cristo, de su Santo Sacrificio, que todo se nos ha sido concedido, hasta nuestra transformación en Aquél que recibimos. P. Pedro Rubio hdv |
El alimento eucarístico y el alimento corporal. |
Quien asimila el manjar corporal, lo transforma en sí; esa transformación repara las pérdidas del organismo y le da el desarrollo conveniente. No ocurre así en el alimento eucarístico, que, en vez de transformarse en el que lo toma, transforma en sí al que lo recibe. De ahí que el efecto propio de ese Sacramento sea transformar de tal modo al hombre en Cristo, que pueda con toda verdad decir: "Vivo yo; mas no yo, sino que vive Cristo en mí" Gál 2, 20. Santo Tomás de Aquino |
¡Eucaristizar, eucaristizar! |
¿Qué deberíamos hacer en nuestra vida? "Eucaristizar, eucaristizar". Convertirlo todo en Eucaristía para que podamos tener: el hombre eucarístico, la Iglesia eucarística, la tierra eucarística y así toda la vida es eucarística. Siervo de Dios Cardenal Francois-Xavier Nguyen Van Thuan |
Venimos a ser miembros unos de otros. |
Se llama (la oblación eucarística) participación, porque por medio de ella participamos de la Divinidad de Jesús. Se dice comunión, y lo es realmente, porque por ella comulgamos nosotros con Cristo y recibimos su carne y su Divinidad, y por medio de ella nos unimos y comulgamos unos con otros, ya que, por participar de un mismo pan 1Cor 10,17, todos somos un mismo cuerpo de Cristo y una misma sangre, y venimos a ser miembros unos de otros, puesto que somos concorpóreos de Cristo. San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia |
Nos hacemos cuerpo de Cristo. |
Purificado por él, nos unimos al cuerpo de Cristo y a su Espíritu y nos hacemos cuerpo de Cristo. San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia |
Debemos empezar a ser lo que recibimos. |
Es preciso recibirle de tal forma, que no solamente reparemos con él las fuerzas del cuerpo, sino también las del alma. La virtud que este pan encierra es unidad, y reducidos a su cuerpo y convertidos en miembros suyos, debemos empezar a ser lo que recibimos. San Agustín |
Dios, todo entero, nos llena completamente. | |
Esta participación transforma en sí misma y hace, por gracia y participación, semejantes al bien causal a los que dignamente comulgan, de tal modo, que nada les falta, según lo que puede ser alcanzado y es posible a los hombres. De manera que pueden ser y llamarse dioses por adopción, según la gracia, porque Dios, todo entero, los llenó completamente y no dejó vacía de su presencia parte alguna de ellos. San Máximo el Confesor | |
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