Invitamos a los
matrimonios y a personas interesadas en una familia feliz, a leer y asimilar
pasajes de la Exhortación pontifical 'Amoris laetitia' del Papa Francisco.
Superar la crisis
237. Se ha vuelto frecuente que, cuando uno siente que no
recibe lo que desea, o que no se cumple lo que soñaba, eso parece ser
suficiente para dar fin a un matrimonio. Así no habrá matrimonio que dure. A
veces, para decidir que todo acabó basta una insatisfacción, una ausencia en un
momento en que se necesitaba al otro, un orgullo herido o un temor difuso. Hay
situaciones propias de la inevitable fragilidad humana, a las cuales se otorga
una carga emotiva demasiado grande. Por ejemplo, la sensación de no ser
completamente correspondido, los celos, las diferencias que surjan entre los
dos, el atractivo que despiertan otras personas, los nuevos intereses que
tienden a apoderarse del corazón, los cambios físicos del cónyuge, y tantas otras
cosas que, más que atentados contra el amor, son oportunidades que invitan a
recrearlo una vez más.
238. En esas circunstancias, algunos tienen la madurez
necesaria para volver a elegir al otro como compañero de camino, más allá de
los límites de la relación, y aceptan con realismo que no pueda satisfacer
todos los sueños acariciados. Evitan considerarse los únicos mártires, valoran
las pequeñas o limitadas posibilidades que les da la vida en familia y apuestan
por fortalecer el vínculo en una construcción que llevará tiempo y esfuerzo.
Porque en el fondo reconocen que cada crisis es como un nuevo «sí» que hace
posible que el amor renazca fortalecido, transfigurado, madurado, iluminado. A
partir de una crisis se tiene la valentía de buscar las raíces profundas de lo
que está ocurriendo, de volver a negociar los acuerdos básicos, de encontrar un
nuevo equilibrio y de caminar juntos una etapa nueva. Con esta actitud de
constante apertura se pueden afrontar muchas situaciones difíciles. De todos
modos, reconociendo que la reconciliación es posible, hoy descubrimos que «un
ministerio dedicado a aquellos cuya relación matrimonial se ha roto parece
particularmente urgente»[256].
Capítulo VI De la Exhortación ‘Sobre el Amor en la Familia’ (Algunas
Perspectivas Pastorales)
Magnus MacFarlane-Barrow, el fundador de Mary's Meals, con varias voluntarias de la organización.
En el día mundial de la pobreza (17 de octubre) Malulu Mulundika, ministro de Educación del Gobierno de Zambia, agradeció la presencia transformadora que el país ha experimentado desde que Mary's Meals alimenta en las aulas a más de 500.000 niños.
Las evidencias muestran que los resultados académicos han mejorado de manera constante durante los últimos diez años, con evidencias anecdóticas que vinculan esto a la intervención de Mary's Meals, dijo el ministro.
Un viaje que cambió la vida de Magnus
Fruto de un viaje a Medjugorje que cambió la vida del escoces Magnus MacFarlane-Barrow, su organización Mary's Meals, con más de 80.000 voluntarios en todo el mundo, hoy alimenta diariamente a más de 2,4 millones de pequeños en 17 países de África, Asia, Suramérica y el Caribe.
Mary's Meals es una solución sencilla contra el hambre. El niño se alimenta en el aula, educación que les puede permitir romper el círculo de la pobreza.
¿Sabías que cuesta solamente 22 euros al año alimentar a un niño todos los días?
En su adolescencia, Magnus visitó Medjugorje al principio de las apariciones de la Reina de la Paz en los 80. “Ese viaje supuso una fuerte sacudida, un refuerzo enorme de mi fe”, afirma.
La historia de Mary's Meals, contada por Magnus.
Años más tarde, al estallar la guerra de Yugoslavia, Magnus se sintió llamado a viajar a ese lugar que tanto había influido en su adolescencia y llevar ayuda humanitaria. Pero no se limitó a un solo viaje. Acabó dejando su trabajo, vendiendo su casa y pasó lo que quedaba de guerra llevando mantas, material médico y alimento desde su pueblo en Escocia a Yugoslavia. Tras el fin del conflicto estuvo años involucrado en llevar ayuda a lugares donde se producían catástrofes.
En 2002, estando en Malawi, que vivía una terrible hambruna, Magnus preguntó a un niño cuál era su sueño para el futuro. Le contestó: “Comer todos los días y poder ir a la escuela”. Esa frase inspiró a Magnus la idea de Mary's Meals: comida en la escuela. Y ese mismo año empezaba Mary's Meals, alimentando a 200 niños en Malawi.
"La cifra de 2.400.000 se revisa diariamente y a finales de 2024 anunciaremos una más alta. Y a eso sumar todos los niños a los que hemos alimentado en 22 años de existencia de Mary's Meals y que ya son adultos. No sólo beneficiamos a los niños que reciben directamente nuestras comidas sino también a sus familias, que reducen su estrés emocional y económico, y a toda la comunidad", comparte Magnus.
Y continúa: "Mary's Meals también está presente en países 'ricos' y cambia la vida a voluntarios y donantes. No podemos olvidar el efecto sobre todas las personas que ayudan a mejorar el mundo desde los 22 países de Europa, América y Oceanía donde se recaudan los fondos y se sensibiliza sobre el problema del hambre. Somos una solución sencilla y eso se traduce en que las personas sencillas encuentran su manera de cambiar el mundo. Sabemos que 22 euros al año cambian la vida de un niño pero también la de la persona que lo hace posible".
El capítulo de 'Hagan lío', de Juan Manuel Cotelo y Carlota Valenzuela, sobre Mary's Meals.
El vínculo con Medjugorje continúa
Mary's Meals ayuda a que otras personas se acerquen a los mensajes de la Reina de la Paz en Medjugorje. "Nuestra presencia en Medjugorje viene dada por esos inicios de nuestra labor, cuando nuestro fundador llevó ayuda humanitaria durante la guerra de los Balcanes", explican unos voluntarios de Mary's Meals: "Aún hoy, mucha gente nos conoce visitando Medjugorje, donde contamos con el Blue Container que atiende a los peregrinos que se acercan en busca de información".
El célebre contenedor azul [Blue Container] de Mary's Meals en Medjugorje.
"Recientemente el Vaticano reconoció Medjugorje como un lugar de especial espiritualidad y origen de buenos frutos, y nuestro trabajo sirviendo a niños en países muy pobres ha sido descrito a veces como uno de esos frutos", señalan: "Nuestro nombre rinde homenaje a la Virgen María, que también educó y crio a su hijo en la pobreza, y que inspiró nuestro trabajo. Sin embargo, queremos aclarar que somos una organización aconfesional que ayuda y acoge a personas de cualquier religión, agnósticas o ateas".
Voluntarios de Mary's Meals, en torno a la imagen de la Virgen en Medjugorje.
Para ayudar a Mary’s Meals, sugieren "con voluntariados o trabajos pro bono, difundir el mensaje de Mary's Meals, rezar por su labor y por supuesto realizar donativos. La gran familia de Mary's Meals recibe con los brazos abiertos a todo el que quiera unirse a nosotros, ya sea de modo puntual, para llevar a cabo por ejemplo un evento de recaudación, ya sea a más largo plazo. Cualquier gesto puede causar un gran impacto en la vida de un niño. Acabar con el hambre en el mundo es un sueño realizable".
"Nuestro mensaje es un mensaje de esperanza", concluyen: "Comida + Escuela = Esperanza".
12.000 civiles muertos, 600 eran niños; cientos de miles de soldados muertos
Voluntarios de Caritas-Spes, la Caritas de rito latino en Ucrania, entre las ruinas y destrozos de los bombardeos
Se cumplen 1.000 días desde la invasión rusa con tanques y aviones en Ucrania del 24 de febrero de 2022, lo que en Rusia aún llaman "operación militar especial". En este tiempo, han fallecido en territorio ucraniano, por disparos y explosiones, al menos 12.162 civiles, de los que 659 eran niños. Son 16 niños muertos o heridos cada semana, recuerda Unicef. Además, casi 27.000 civiles más han resultado heridos.
Las cifras las da Naciones Unidas y son "a la baja". No se dan cifras de los civiles heridos o muertos en Rusia (por ejemplo, en el territorio de Kursk donde hay combates) porque Rusia no permite trabajar y acudir a los observadores de Naciones Unidas.
Entre las bajas militares, se calcula que han muerto unos 60.000 ucranianos, más unos 300.000 heridos (cálculo de UALosses, noviembre 20024); y que han muerto unos 150.000 militares rusos, con otros 500.000 heridos (estimaciones de BBC News y Mediazone en noviembre).
Unicef, al acercarse los mil días de guerra, da más datos:
- los niños de la región de Dombás en realidad han vivido diez años de conflicto; - desde agosto de 2024, otras 170.000 personas han huido de su casa en el este del país; se suman a 3,6 millones de desplazados internos y a 6,7 millones de refugiados repartidos por toda Europa (el 90% son mujeres con niños); - en las regiones cerca del frente, 3 millones de personas necesitan calefacción, agua segura y atención sanitaria; - escuelas y hospitales siguen siendo blanco de ataques: casi 1.500 centros educativos y 660 centros sanitarios en Ucrania han sufrido daños por disparos y explosiones, o directamente han sido destruidos; - 1,7 millones de niños no tienen acceso a agua segura; 3,4 millones no tienen acceso a agua corriente.
Reconstruir con los vecinos y desplazados
En estos mil días de guerra, los católicos, de rito griego o latino, se han esforzado por ayudar a sus vecinos, atendiendo desplazados, reparando destrozos, acogiendo a los heridos y traumatizados, alejando a los niños del frente, canalizando las ayudas en parroquias y asociaciones, y rezando por la paz.
De cada 10 ucranianos, 7 declaran ser cristianos ortodoxos, mientras que los católicos son un 10% del país. La mayoría de los católicos (unos 5 millones) son de rito bizantino: es la mayor comunidad católica de rito oriental. Otros 500.000 ucranianos son católicos de rito latino.
Vitaliy Skomarovskyi, presidente de los obispos ucranianos de rito latino, comenta con VaticanNews los bombardeos rusos que han dañado civiles e infraestructuras en las últimas semanas. "Vemos que los ataques brutales y mortíferos no cesan. Personas inocentes, civiles y niños están siendo asesinados. Rezamos para que, además de expresar su preocupación, los políticos del mundo reciban el don del valor y la fortaleza. Hay que poner fin a esta guerra cruel y sin sentido", exhorta.
"Nuestros sacerdotes intentan apoyar a nuestro pueblo, estar a su lado y ayudarle en estos tiempos difíciles. Lo más duro es la pérdida de seres queridos. Para nosotros, el mes de noviembre se asocia con rezar por los muertos, vamos a los cementerios a rezar por ellos. Vemos esas banderas en las tumbas de nuestros soldados caídos, en algunos cementerios son como un bosque, y eso despierta una gran tristeza".
El obispo de Lutsk en el cementerio en noviembre, mes de orar por difuntos.
Skomarovskyi es obispo de Lutsk, donde hay unos 30.000 católicos latinos en unas 30 parroquias. En su centro diocesano recogen a viudas e hijos de los caídos. "Invitamos a psicólogos para que les den apoyo o simplemente acogemos a estas mujeres y niños para que puedan pasar algún tiempo en una comunidad y tener algún tipo de rehabilitación y ayuda. Es muy importante que una persona no se quede sola con su dolor, sino que esté rodeada de personas que han experimentado una pérdida similar. Se trata de apoyo mutuo. Además, también hay un componente espiritual, a saber, la oportunidad de rezar, de participar en la Santa Misa".
En todo el país, explica, las parroquias, religiosas y sacerdotes se están formando para acompañar en el duelo a las viudas y huérfanos de guerra, explica.
La fe ayuda en la pérdida, y todo el mundo ve que es así. "Podemos ver durante los funerales, cuando hablamos con la familia y los amigos, lo importante que es la fe para una persona, siempre es un gran apoyo en estos momentos difíciles. Ojalá todas las personas pudieran encontrar este apoyo, tenerlo y descubrirlo en sus vidas", dice el obispo.
Shevchuk: el discurso de los mil días
El arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk, pastor de los 5 millones de grecocatólicos ucranianos, también ha comentado el triste aniversario.
"Podemos decir que durante 1.000 días el enemigo intentó matar, destruir y destruir sin descanso. Pero al mismo tiempo fue un período de gran esperanza para el pueblo ucraniano. Mil días de esperanza", afirmó el primado grecocatólico en su alocución en vídeo.
"Experimentamos que Jesucristo, Dios que se hizo hombre, está presente en el cuerpo del sufriente pueblo ucraniano. Una vez más es condenado a muerte, torturado y asesinado. Se deja encarcelar. Es Él quien va en cautiverio con el ejército ucraniano. Él está entre los que han desaparecido. Fue Él quien fue herido. Sin embargo, ¡Él venció el mal, el pecado y la muerte y resucitó de entre los muertos! Por tanto, la gran guerra son mil días de experiencia de la presencia del poder de Cristo resucitado en el cuerpo de los ucranianos. Hoy ya palpita en nuestras venas la resurrección, cuya plenitud esperamos", predica Shevchuk en su vídeo.
"Somos un pueblo que confía en el poder del Salvador resucitado y experimentamos este poder todos los días en nuestra historia personal. Por lo tanto, ahora declaramos al mundo entero: ¡Ucrania está de pie, lucha y reza! ¡Ucrania espera la fuerza de Dios, que se revela también en nuestras heridas, lágrimas y dolor! ¡Ucrania ya ha resucitado hoy en nuestro Salvador resucitado!".
Los católicos de rito griego esta semana han empezado ya sus ayunos de Adviento, que duran 40 días. "Dediquemos el ayuno de Navidad a la oración y el ayuno por la victoria de nuestro pueblo sobre las tinieblas de la guerra" Oremos por nuestro ejército, por todos aquellos que hoy lloran, lloran, sufren y tienen gran necesidad de la tan esperada venida del Salvador, que traerá consigo la paz celestial", pidió.
Parolin: para un alto el fuego, basta que uno (Rusia) quiera
Desde Roma, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano y máxima autoridad diplomática vaticana, comenta el aniversario con el periodista Andrea Tornielli. "Ucrania es un país agredido y martirizado, que asiste al sacrificio de generaciones enteras de hombres, jóvenes y no tan jóvenes, arrancados del estudio, del trabajo y de la familia para ser enviados al frente; que vive el drama de quienes ven morir a sus seres queridos bajo las bombas o bajo los golpes de los drones; que asiste al sufrimiento de quienes han perdido sus hogares o viven en condiciones extremadamente precarias a causa de la guerra", va enumerando el cardenal.
Anima a perseverar en la oración. "Rogar a Dios que convierta los corazones de los señores de la guerra. Debemos seguir pidiendo la intercesión de María, una Madre especialmente venerada en aquellas tierras que recibieron el bautismo hace muchos siglos. En segundo lugar, podemos esforzarnos por no faltar nunca a nuestra solidaridad con los que sufren, los que necesitan cuidados, los que padecen frío, los que lo necesitan todo. La Iglesia en Ucrania hace mucho por la población compartiendo día tras día el destino de un país en guerra. En tercer lugar, podemos hacer oír nuestra voz, como comunidad, como pueblo, para pedir la paz", exhorta.
Parolin distingue entre un "alto el fuego" (que ya sería una cosa muy buena) y una paz justa.
"Negociar una paz justa lleva tiempo, mientras que un alto el fuego compartido por todas las partes -en primer lugar hecho posible por Rusia, que inició el conflicto y se supone que debe detener la agresión- podría tener lugar incluso en el espacio de unas pocas horas, si sólo uno lo quisiera. Como repite a menudo el Santo Padre, necesitamos hombres que apuesten por la paz y no por la guerra, hombres que se den cuenta de la enorme responsabilidad que representa continuar un conflicto con resultados siniestros no sólo para Ucrania, sino para toda Europa y el mundo entero. Una guerra que corre el riesgo de arrastrarnos a un enfrentamiento nuclear, es decir, al abismo".
Después, comenta el esfuerzo diplomático de la Santa Sede, que "intenta hacer todo lo posible, mantener canales de diálogo con todos, pero uno tiene la sensación de haber dado marcha atrás al reloj de la historia. La acción diplomática, la paciencia del diálogo, la creatividad de la negociación parecen haber desaparecido, herencias del pasado. Y son las víctimas inocentes las que pagan el precio".
E insiste: "Negociar no es un signo de debilidad, sino de valentía".
La creatividad de los católicos
Un repaso a la sección de noticias de Caritas.ua, la Cáritas gregocatólica (más grande que su hermana latina) muestra la gran movilización social por restañar heridas de la guerra.
En la ciudad de Dnipro, donde hay cientos de miles de desplazados de guerra, Cáritas acaba de abrir un centro médico. A lo largo del último año abrió otros seis (en Brody, Drohobych, Kolomyia, Nadvirna, Jmelnytskyi y Chortkiv) y está preparando otro en Ivano-Frankivsk, lejos del frente. Ofrecen atención psicológica, telemedicina, atención primaria y secundaria. En Dnipro quieren ofrecer también cuidados paliativos y rehabilitación de heridos y amputados. El exarca de Donetsk, el obispo Stepan Menyok, consagró el local y bendijo a los médicos que trabajarán en él. Cáritas también está potenciando mucho los servicios de telemedicina en todo el país.
El obispo grecocatólico Stepan Menyok en Dnipro bendice médicos del nuevo centro sanitario de Cáritas:
En Pidkamin, una zona agrícola y pobre de la región de Lvov (Leópolis) Cáritas ofrece el único centro de rehabilitación y acogida de niños. Cuenta con el apoyo de Cáritas Eslovenia, y el embajador esloveno ha visitado el centro. Acoge niños de familias desplazadas, hijos de militares, de familias pobres y también a 35 niños con discapacidad auditiva. En general, todos son niños a los que les cuesta estudiar, y más en guerra.
El equipo de Cáritas Pidkamin, con el párroco, voluntarios y profesionales:
Aquí cuentan con apoyos psicosociales de profesionales, psicólogos y pedagogos, también con lengua de signos. Mantener un vehículo y su combustible ayuda a sostener el proyecto. Los locales los ha impulsado el párroco, el padre Mykhailo Bakai, construyendo un edificio nuevo en los terrenos parroquiales con la ayuda de voluntarios.
También hay un intenso trabajo con las chicas explotadas sexualmente (con la guerra y sus desplazamientos hay más que nunca).
Y, al acercarse el durísimo invierno ucraniano, con la entrega de leña a personas pobres. Abundan los ancianos como la señora Marina del pueblo de Rakove, con una pensión de 2.700 grivnas (62 euros al mes) con la que no puede pagar ni leña ni calefacción. En otros sitios, no funciona la electricidad y calefacción por los destrozos de la guerra. Cáritas Dinamarca colabora especialmente con Cáritas Ucrania para aportar combustible y madera a estos hogares en Mikolayev y Jersón.
Para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania, Cáritas Española ha abierto esta web y la cuenta Caixabank ES31 2100 5731 7502 0026 6218 .
En el vídeo (en inglés) explican cómo Cáritas de Ucrania, Noruega (donde los católicos son pocos) y Holanda colaboran en llevar agua y saneamientos a las zonas cerca del frente:
Aún estaba él
hablando a las multitudes, cuando su madre y sus hermanos se hallaban fuera
intentando hablar con él. Alguien le dijo entonces:
— Mira, tu madre
y tus hermanos están ahí fuera intentando hablar contigo.
Pero él respondió
al que se lo decía:
— ¿Quién es mi
madre y quiénes son mis hermanos?
Y extendiendo su
mano hacia sus discípulos, dijo:
— Éstos son mi
madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que
está en los cielos, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.
Reflexión
sobre el cuadro
La
fiesta de hoy de la presentación de María en el templo celebra su
dedicación de por vida a Dios. Desde el principio, María fue apartada para
los propósitos de Dios, y este compromiso la preparó para convertirse en un
templo viviente mucho más grande que el magnífico templo de Jerusalén.
Mientras que el templo de Jerusalén era venerado como el lugar donde Dios
habitaba de una manera especial, María misma se convirtió en el recipiente
a través del cual Dios entró en el mundo. Llevó a Jesús en su vientre, encarnando
la presencia de Dios de una manera que supera cualquier estructura física.
Su apertura a Dios desde su más tierna infancia le permitió cumplir esta
extraordinaria vocación.
Cuando oímos el término "presentación" en
un contexto religioso, a menudo pensamos en la Presentación de Jesús en el
Templo de Jerusalén, que es el cuarto Misterio Gozoso del Rosario y se
celebra el 2 de febrero. Sin embargo, hoy honramos la memoria de la Presentación de
María. Esta celebración, que se remonta al menos al siglo VIII, conmemora
la entrega de María a Dios desde su juventud. Ella respondió plenamente a
la voluntad de Dios, preparándola para convertirse en el templo del Hijo de
Dios cuando llegara el momento. También nosotros estamos invitados a seguir
la voluntad de Dios, para que, como María, podamos llevar la presencia del
Señor a los demás.
La
Presentación de la Virgen en el Templo" de Pietro Testa es un lienzo
monumental (323 x 226 cm.) creado para la iglesia de Santa Croce dei
Lucchesi de Roma. Pietro Testa, artista barroco conocido por sus
composiciones teatrales y dramáticas, da vida a la escena con una mezcla de
grandeza arquitectónica y detalles emotivos. María sube las escaleras del
templo, guiada por sacerdotes, mientras se acerca al espacio sagrado. Su
figura es tan pequeña en comparación con la vasta arquitectura del templo y
los asistentes lujosamente vestidos. María está impregnada de dignidad e
inocencia. En los escalones por los que camina hay esparcidas pequeñas
flores blancas. El uso de la luz y la sombra, características del estilo
barroco, atraen la atención hacia la joven María, en el centro del lienzo.
by Padre Patrick van der Vorst
Oración
Dios te salve, María suavísima, a quien tus santísimos padres trajeron al templo, y en tu tierna edad presentaron al Señor y ofrecieron a su servicio, para que en dejando los pechos de tu madre le hicieses sacrificio de ti misma, y como fruta temprana, fresca y cogida del árbol con su flor fueses mas gustosa y agradable a aquel Señor que es fruto de tu sagrado vientre. En el templo material entraste, y le santificaste e ilustraste para que fuese más glorioso que el que edificó el Rey Salomón, porque tú eres el templo vivo de Dios, y como un Sancta Sanctorum adonde no es lícito entrar sino al sumo Sacerdote según la orden de Melquisedec, y como la verdadera arca del Testamento en que está la urna del maná con que sustenta el cielo y la tierra. Aquí viviste y pasaste tu niñez, y fuiste modelo perfectísimo de santidad, y derramaste el olor suavísimo de todas las virtudes; y como alférez y Virgen de las vírgenes, te consagraste toda a Dios, y fuiste la primera que hizo voto de perpetua virginidad con alegre y determinada voluntad, abriendo camino con tu ejemplo a todas las vírgenes que después te han seguido y seguirán; y le guardaste tan perfectamente, que más parecías ángel sin cuerpo que doncella en carne mortal.
Y pues fuiste tan acabado dechado de pureza, que sola tu vista penetraba los corazones de los que te miraban con una lumbre celestial, y criaba en ellos amor de honestidad, mírame, Señora, con esos ojos amorosos y eficaces, para que de tal manera mi ánima y mi cuerpo florezcan con la castidad, que ninguna fealdad me ensucie, ningún vicio me posea, y a ningún deleite consienta. ¡Oh Reina mía, esperanza mía y alegría mía de mi corazón! que viviendo en el templo, con la soledad, silencio y quietud te disponías a la contemplación y unión con Dios, y eras tan regalada de él y tan visible de los ángeles, que más morabas en el cielo que en la tierra, y más vivía tu espíritu con el espíritu del Señor que tu cuerpo con tu espíritu; alcánzame por tus merecimientos amor del silencio y del reposo espiritual, para que estos sean mis deleites todo el tiempo que fuere detenido en la cárcel de este cuerpo, por Jesucristo tu benditísimo Hijo, que vive y reina en los siglos de los siglos. Amén.
Tim Clark, su esposa y sus ocho hijos, por los que muchas veces le han pedido 'explicaciones'.
Tim Clark es programador informático y padre de ocho hijos. En numerosas ocasiones ha tenido que escuchar muestras de incredulidad, cuando no recriminaciones abiertas, ante ese hecho, que la cultura ambiente considera -ya desde números muy inferiores- algo imposible de manejar.
A modo de respuesta a esas críticas, pero sobre todo como reflexión y ayuda para quienes, como miembros de familias numerosas, compartan esa desasosegante experiencia de críticas ajenas, Tim ha escrito una interesante entrada en su blog Between the Paws:
No es a ti a quien están juzgando
No hace mucho, conversando con la madre de varios niños pequeños, me confió que estaba dudando si visitar o no a unos familiares, a causa de las opiniones negativas que en ocasiones le manifestaban sobre su decisión de tener “tantos” niños.
“No me gusta que me juzguen”, dijo. Sé exactamente a qué se refería y quise introducirla en el secreto sobre esos juicios, que yo descubrí por mí mismo. Así que le dije: “No te juzgan a ti. Se juzgan a sí mismos”.
Tantos como Dios decida
Recuerdo muchas conversaciones con extraños o conocidos a lo largo de estos años.
“¿Ya dos niños? ¡Eres tan joven...!”
“¡Tres! ¿Tan pronto? ¿¡Será el último...!?”
“¿Cuatro? Ahora sí es el último, ¿no?”
“¡¿Cinco?! ¡¿Vas a tener más?!”
Mi respuesta era casi siempre la misma: “Ya veremos con cuántos decide Dios bendecirnos”.
Y luego sucedía algo curioso. Esa persona a quien acababa de conocer, o a quien conocía solo superficialmente por cuestiones de trabajo, inevitablemente decía algo como “Mi mujer y yo decidimos que pararíamos tras el primero” o “Me hice una vasectomía cuando tuvimos el segundo”. Es una información demasiado profundamente personal como para compartirla con alguien a quien apenas conoces.
Al principio, no podía comprender por qué esas personas me participaban sus costumbres y procedimientos de planificación familiar. La clave me la dio lo que inevitablemente me decían después: “No podíamos asumir más”.
Comprendí que la forma de decirlo era menos una afirmación que una pregunta dirigida a mí: “¿No piensas tú también que eran todos los que podíamos asumir?”
¿Hijos o productos?
Por favor, no me malinterpreten. Hay familias de todos los tipos y tamaños, y es absolutamente verdad que, para algunas familias, uno o dos niños son realmente todo lo que pueden asumir por graves razones de salud o económicas. Sin embargo, estas razones son generalmente atípicas.
La razón principal por la que la tasa de fertilidad es de 1,7 niños por mujer en Estados Unidos y 1,4 en Canadá es porque nuestra sociedad ha aceptado la mentira de que los bienes fundamentales son aquellos que se pueden comprar o vender. La carrera profesional o la capacidad para ganar dinero que uno tiene se veneran por encima de cualquier otra actividad, porque nos capacitan para comprar el último 'producto-que-hay-que-tener' e inmolarlo en el altar del consumismo. De la maternidad y la paternidad se habla sobre todo -si es que se habla- para recordarnos cómo evitarlas. La sociedad le dice a madres y padres: “No debéis tener más hijos, os impedirán comprar todo lo que tenemos que ofreceros. Además, no solo no debéis tener más, es que no podéis tener más. ¡No podéis manejar más de uno o dos!”
“¿No piensas tú también que eran todos los que podíamos asumir?”
Eso es lo que estaban diciendo en realidad. A veces, en su mesa de trabajo descubría una foto de sus hijos. Nunca un coche. Nunca una televisión. Nunca un nuevo iPhone. Lo que querían tener presente es aquello que les produce mayor alegría.
“¿No piensas tú también que eran todos los que podíamos asumir?”
Necesitaban que alguien les dijera que habían hecho lo correcto, porque en lo más profundo de su interior se sentían incómodos con la mentira. Recordaban la alegría de tener a un hijo en brazos y escuchar sus primeras palabras, o la alegría y el amor que sentían ahora por sus hijos. Su trabajo, su automóvil o su televisor les gustaban, pero a sus hijos los amaban.
A pesar de que sentían todo eso, lo que se les decía era: “No querrás tener eso de nuevo, ¿verdad?” Su instinto natural era decir: “¿Más alegría? ¿Más amor? ¡Por supuesto que lo quiero!”
“No puedes manejar más de uno o dos.”
Ellos no conocían a nadie más que tuviese más de uno o dos hijos. Así que sucumbieron a la mentira. Y ahora, más que nada, lo que querían es que alguien les dijese que habían tomado la decisión correcta... mientras los rostros de los niños a quienes nunca conocerían desfilaban ante sus ojos.
Pío XII y la terrible verdad
No, incluso cuando esas personas te decían cosas del tipo “Sabes lo que te va a pasar, ¿no?”, estaban emitiendo un juicio, pero no sobre ti, sino sobre ellos mismos. Y un juicio terrible. Te verán amontonándote en tu furgoneta de 12 pasajeros, imaginando la caótica escena que debe ser tu hogar, para luego volver sombríamente al suyo propio, ahora vacío, y preguntarse: "¿Y si yo hubiera...?“
Es un juicio terrible, una terrible verdad.
El Papa Pío XII escribió en una ocasión: "Donde el número de hijos no es más que uno, la intimidad serena que da valor a la vida tiene un toque de melancolía o de palidez; no dura tanto, puede ser más incierta y con frecuencia está nublada por temores secretos y remordimientos. Es muy diferente a la serenidad de espíritu hallada en padres rodeados de una rica abundancia de vidas jóvenes. El gozo que viene de las abundantes bendiciones de Dios rompe de mil maneras y no hay miedo de que termine. Las frentes de estos padres y madres pueden estar cargadas de cuidados, mas nunca hay señal de alguna sombra interior que delate ansiedad de conciencia o miedo de un irreparable regreso a la soledad. Mientras la dulce fragancia de una cuna permanezca en el hogar, mientras las paredes de la casa den eco a las voces argentinas de hijos y nietos, su juventud nunca parecerá desvanecerse.
“Temores secretos y remordimientos”. Realmente, un juicio terrible.
¿Qué hacer?
Cuando le escuchamos a otros juicios como los antedichos, mi consejo es doble.
Por un lado, compadécete de esas almas. En un sentido muy real, están de luto por sus propios hijos. No caigas en la tentación de responder de la misma forma a sus palabras. Al revés, simplemente afirma el bien de la vida y el bien de los hijos. Mi propia esposa es un gran ejemplo de este tipo de caridad. Cuando algún extraño le dice, señalando a nuestros hijos, “Debe ser una tarea muy dura”, ella simplemente sonríe y responde: “Sí, pero es muy divertido. Y a veces duro. Pero eso es lo que lo hace grande”.
En segundo lugar, en vez de entender esas palabras como un reproche, deberíamos entender que ese alguien, aunque involuntariamente, está afirmando las grandes bendiciones que Dios nos ha concedido. Da gracias a Dios por que te dio la gracia de resistir a las mentiras del mundo. Y da gracias a Dios por todas y cada una de las bendiciones que puso en tus brazos.
Porque sí que creo que ese extraño, ese compañero de trabajo y ese familiar formula un juicio. Solo que no se expresa en palabras, sino desde lo profundo de sus almas, y sentencia: “Ahí va una de las personas más felices que he conocido”.
Invitamos a los
matrimonios y a personas interesadas en una familia feliz, a leer y asimilar
pasajes de la Exhortación pontifical 'Amoris laetitia' del Papa Francisco.
Ante la crisis
235. Hay crisis comunes que suelen ocurrir en todos los
matrimonios, como la crisis de los comienzos, cuando hay que aprender a
compatibilizar las diferencias y desprenderse de los padres; o la crisis de la
llegada del hijo, con sus nuevos desafíos emocionales; la crisis de la crianza,
que cambia los hábitos del matrimonio; la crisis de la adolescencia del hijo,
que exige muchas energías, desestabiliza a los padres y a veces los enfrenta
entre sí; la crisis del «nido vacío», que obliga a la pareja a mirarse
nuevamente a sí misma; la crisis que se origina en la vejez de los padres de
los cónyuges, que reclaman más presencia, cuidados y decisiones difíciles. Son
situaciones exigentes, que provocan miedos, sentimientos de culpa, depresiones
o cansancios que pueden afectar gravemente a la unión.
236. A estas se suman las crisis personales que inciden en
la pareja, relacionadas con dificultades económicas, laborales, afectivas,
sociales, espirituales. Y se agregan circunstancias inesperadas que pueden
alterar la vida familiar, y que exigen un camino de perdón y reconciliación. Al
mismo tiempo que intenta dar el paso del perdón, cada uno tiene que preguntarse
con serena humildad si no ha creado las condiciones para exponer al otro a
cometer ciertos errores. Algunas familias sucumben cuando los cónyuges se
culpan mutuamente, pero «la experiencia muestra que, con una ayuda adecuada y
con la acción de reconciliación de la gracia, un gran porcentaje de crisis
matrimoniales se superan de manera satisfactoria. Saber perdonar y sentirse
perdonados es una experiencia fundamental en la vida familiar»[254]. «El difícil arte de la reconciliación, que requiere del
sostén de la gracia, necesita la generosa colaboración de familiares y amigos,
y a veces incluso de ayuda externa y profesional»[255].
Capítulo VI De la Exhortación ‘Sobre el Amor en la Familia’ (Algunas
Perspectivas Pastorales)
Normalmente estamos preocupados por cuántos Rosarios podemos rezar en un día y no nos detenemos a dejar, simplemente, que Dios nos mire con su mirada de amor
Cuando se buscan soluciones para acercarse más a Dios, es frecuente encontrar una serie de libros y artículos que ofrecen una plétora de oraciones y devociones. Puede parecer que la única manera de llamar la atención de Dios es aumentar tu vida de oración con más rosarios y letanías.
Sin embargo, la mayoría de los santos, a lo largo de la historia, ofrecerían una imagen muy diferente de la vida espiritual. En lugar de rezar oraciones de fórmula de sol a sol, muchos santos sugieren simplemente dejar que Dios te ame.
La mirada amorosa de Dios
Así lo sugiere san Francisco de Sales en su Introducción a la vida devota:
"Este es un asunto, querida hija, sobre el que estoy muy ansioso por llamar tu atención, porque en él reside uno de los medios más seguros de progreso espiritual. Esfuérzate lo más a menudo posible a lo largo del día por ponerte en la Presencia de Dios".
A continuación, sugiere más concretamente dejar que Dios nos mire con su mirada:
"Considera lo que Dios hace, y lo que tú estás haciendo; verás Sus Ojos siempre fijos en ti en Amor incomparable. 'Oh, Dios mío', exclamarás, '¿por qué no puedo estar siempre mirándote, como Tú me miras? Oh alma mía, tu único lugar de reposo es Dios, y sin embargo, ¿cuántas veces andas errante?'"
San Francisco de Sales recomienda esta práctica durante todo el día:
"Asegúrate entonces, hijo mío, de que mientras estás externamente ocupado con los negocios y los deberes sociales, te retires con frecuencia a la soledad de tu propio corazón. Esa soledad no necesita ser obstaculizada de ninguna manera por las multitudes que te rodean; ellas rodean tu cuerpo, no tu alma, y tu corazón permanece solo en la Única Presencia de Dios".
No hace falta ser monje o monja para experimentar la mirada amorosa de Dios. Todo lo que tenemos que hacer es abrirnos a Él y dejar espacio para ese encuentro cotidiano.
Aunque rezar cinco Rosarios en un día es digno de elogio, también necesitamos dedicar un tiempo de nuestra jornada a sentarnos a escuchar a Dios y a sentir su amor en nuestro corazón.