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martes, 12 de noviembre de 2024

Para que tu familia sea (más) feliz 228-229

  Invitamos a los matrimonios y a personas interesadas en una familia feliz, a leer y asimilar pasajes de la Exhortación pontifical 'Amoris laetitia' del Papa Francisco.


 

Las parroquias al servicio especialmente de los matrimonios jóvenes

228. Es posible que uno de los dos cónyuges no sea bautizado, o que no quiera vivir los compromisos de la fe. En ese caso, el deseo del otro de vivir y crecer como cristiano hace que la indiferencia de ese cónyuge sea vivida con dolor. No obstante, es posible encontrar algunos valores comunes que se puedan compartir y cultivar con entusiasmo. De todos modos, amar al cónyuge incrédulo, darle felicidad, aliviar sus sufrimientos y compartir la vida con él es un verdadero camino de santificación. Por otra parte, el amor es un don de Dios, y allí donde se derrama hace sentir su fuerza transformadora, de maneras a veces misteriosas, hasta el punto de que «el marido no creyente queda santificado por la mujer, y la mujer no creyente queda santifica por el marido creyente» (1 Co 7,14).

229. Las parroquias, los movimientos, las escuelas y otras instituciones de la Iglesia pueden desplegar diversas mediaciones para cuidar y reavivar a las familias. Por ejemplo, a través de recursos como: reuniones de matrimonios vecinos o amigos, retiros breves para matrimonios, charlas de especialistas sobre problemáticas muy concretas de la vida familiar, centros de asesoramiento matrimonial, agentes misioneros orientados a conversar con los matrimonios sobre sus dificultades y anhelos, consultorías sobre diferentes situaciones familiares (adicciones, infidelidad, violencia familiar), espacios de espiritualidad, talleres de formación para padres con hijos problemáticos, asambleas familiares. La secretaría parroquial debería contar con la posibilidad de acoger con cordialidad y de atender las urgencias familiares, o de derivar fácilmente hacia quienes puedan ayudarles. También hay un apoyo pastoral que se da en los grupos de matrimonios, tanto de servicio o de misión, de oración, de formación, o de apoyo mutuo. Estos grupos brindan la ocasión de dar, de vivir la apertura de la familia a los demás, de compartir la fe, pero al mismo tiempo son un medio para fortalecer al matrimonio y hacerlo crecer.

De la Exhortación ‘Sobre el Amor en la Familia’ (Capítulo VI De la Exhortación ‘Sobre el Amor en la Familia’ (Algunas Perspectivas Pastorales)

Recemos    La Misión de Jesús (y la tuya)





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