"Hoy más que nunca la gente está abierta a la fe. Tenían puestos sus corazones en las cosas del mundo y las cosas del mundo se han echado a perder. ¿Qué quiere decirnos Cristo con esto? Levantar vuestros corazones, volved a mí, los que estáis cansados y agobiados, y Yo solo los aliviaré", expresa el padre Ferrando, remarcando que la DANA, y la tragedia que ha causado, es un tiempo de gracia, de alzar la mirada al cielo; especialmente en este tiempo de noviembre, en que se nos llama a todos a ser santos.
Federico Ferrando Romero es un sacerdote diocesano de la Diócesis de Valencia, ordenado hace dos años en la fiesta del Inmaculado Corazón de María. Actualmente, ejerce su ministerio en la parroquia de san Pascual Bailón y se ha hecho viral en las redes por su incansable acción en servicio de los damnificados por la DANA en Valencia, España. Él mismo casi pierde a su propia familia en el desastre natural.
Cuando llegaron las alertas sobre la DANA se encontraba en su parroquia, preparando la visita de la Virgen de los desamparados. Inmediatamente se puso en contacto con su familia, que vive en Paiporta, zona cero de la tragedia.
"Llame a mi hermana, madre de cinco hijos. Ella me pidió la bendición porque estaba pasando, con su bebe de un año, por los tejados de la casa del vecino. Lo antes posible, los jóvenes de la parroquia se pusieron al servicio y empezamos a hacer viajes de madrugada para poder acceder a la zona damnificada, cargados de rosarios, oraciones de detente y la significación exterior de que somos Iglesia", comparte el joven padre.
Cada día comienza ante la virgen
Desde entonces, los días de cada voluntario comienzan muy temprano, y al cobijo de la Madre de Dios. A las 5 a.m. se levantan para abrir la parroquia, pues una hora más tarde comienzan a llegar los numerosos grupos de jóvenes. Después de hacer el ofrecimiento de obras ante la Virgen de los Desamparados -patrona del Reino de Valencia, y a quien incluso aquellos con una fe poco arraigada tienen devoción- se van rezando los Laudes de camino a las poblaciones más afectadas. Una vez ahí, entran casa por casa para ayudar a limpiar lo que haga falta.
"El rostro de Cristo se ve en medio de esta situación. Hemos estado ayudando en las zonas más afectadas desde el segundo día. El lugar donde yo canté la primera Santa Misa solemne fue en San Jorge Mártir de Paiporta y había un deseo grande de ayudar, de volver a hacer presente a Cristo en medio del fango, del pecado, de la inmundicia, de la tibieza de la sociedad".
"Celebrar la Santa Misa ha sido un descanso verdadero".
El sacerdote confirma para Aleteia que todos los días hay católicos comprometidos en Valencia que están "dando la vida". "Muchísimas comunidades religiosas se han volcado para ayudar a las poblaciones afectadas, especialmente las Hermanas del Verbo Encarnado, quienes desde el primer momento se han hecho presentes en Paiporta y se han encargado de recoger todos los Ornamentos sucios o estropeados. Los llevan a sus monasterios para poder limpiarlos, confeccionar nuevos y llevarlos a las parroquias".
"Espiritualmente hablando, ha sido uno de los tiempos más lúcidos que he vivido como sacerdote y como católico. He podido contemplar cómo la Palabra de Dios está viva. Celebrar la Santa Misa ha sido un descanso verdadero".
Mudar de vida
Antes de finalizar la entrevista, el padre Federico Ferrando dejó un consejo para todos aquellos que han sido afectados o que contemplan la tragedia que se vive en esta región de España: ponerse de rodillas, rezar el Ángelus y pedir a la Virgen María hacer la voluntad del Padre como lo hizo ella.
"Para que mudemos de vida, para que vayamos a la Eucaristía, para que nos reconciliemos con Cristo, para que ansiemos la Santidad del Reino Eterno por encima del reino terreno. Para que Cristo, reinando en todas las almas la sociedad, pueda volver a ser fuerte evangelizadora. Ofrezcan Misas por todos los difuntos, vayan al Santísimo y recen el Rosario".
Aquí puedes ayudar a nuestros hermanos afectados por la DANA en Valencia: Cáritas Valencia.
Ingrid Basaldúa Guzmán, aleteia
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