En el contexto litúrgico de la fiesta de Jesucristo Rey del Universo, el Papa Francisco en su alocución desde la ventana del Palacio Apostólico planteó: "¿Puedo decir que Jesús es mi "rey"? ¿En qué sentido? ¿Es su Palabra mi guía, mi certeza? ¿Veo en él el rostro misericordioso de Dios hacia mí y hacia cada hermano y hermana?"
Con él se asomaron dos jóvenes coreanos, llegados a Roma para recibir la Cruz de los Jóvenes, que entregan los jóvenes portugueses que organizaron la pasada JMJ de Lisboa, que ahora pasa a Seúl.
El Papa explicó el texto bíblico en el que basaba su reflexión. Jesús responde a Poncio Pilato y "afirma ser rey", pero un rey diferente. Es “Aquel que dice la verdad”. "El Verbo Encarnado reside en su palabra verdadera y eficaz, que transforma el mundo", dijo el Pontífice.
Dejando los papeles a un lado, Francisco subrayó que “Jesús libera, perdona siempre, no se cansa nunca de perdonar, da paz y justicia”.
El reino de Cristo es distinto
En este mundo caído los fuertes ganan a los débiles, los ricos a los pobres, los violentos a los mansos. Pero en el reino de Cristo es distinto. "Jesús es Rey, pero su reino no es de este mundo. El mundo de Jesús, de hecho, es el nuevo, el eterno, que Dios prepara para todos dando su vida por nuestra salvación. Es el reino de los cielos, que Cristo trae a la tierra derramando gracia y verdad. El mundo, del cual Jesús es Rey, redime la creación arruinada por el mal con el poder del amor divino que libera y perdona, que da paz y justicia”.
Aunque Pilato dialoga de cerca con Jesús, enseguida prefiere mantenerse lejos de Cristo. El político romano vive en un “mundo diferente”, dice el Papa, y "su diálogo no se convierte en entendimiento, Pilato no se abre a la verdad, aunque la tenga delante". Condenó a muerte a Jesús sin haber entendido sus palabras.
“Y, sin embargo, Cristo vino al mundo, a este mundo nuestro: el que es de verdad oye su voz. Es la voz del Rey del universo, que se convirtió en el sirviente de todos”, insistió el Pontífice.
Los mártires de Barcelona y las guerras
Tras el rezo del Ángelus, el Papa recordó a los dos mártires asesinados en 1936 y beatificados este sábado en la Sagrada Familia de Barcelona, el sacerdote Gaietà (Cayetano) Clausellas y el laico Antoni Tort, a quienes presentó como “testimonios ejemplares de Cristo” y para los que pidió un aplauso.
Además, el Papa expresó su preocupación por las guerras de Ucrania, de Gaza y Myanmar, reivindicando en este último país “un diálogo sincero e inclusivo para asegurar la paz a todos”. Animó a todos a orar por la paz.
Hacia la JMJ de Seúl, con Acutis y Frassati
Por la ventana del Palacio se asomaron dos jóvenes coreanos. El Papa explicó por qué.
"Hoy estos dos jóvenes coreanos han recibido la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud, que estará en Seúl, y la llevarán a Corea para preparar el evento. ¡Un aplauso para los coreanos! Y también un aplauso para los jóvenes portugueses, que entregaron la Cruz", pidió.
La delegación coreana de hecho recibió dos símbolos: la Cruz de los Jóvenes, que ha recorrido el mundo desde los años 80, visitando incluso dictaduras comunistas camuflada, y el icono de la Salus Populi Romani, la reproducción de la Virgen con el Niño, patrona de Roma.
A partir de hoy, los jóvenes de Seúl, podrán llevar estos dos símbolos en peregrinación por Corea y otros países, visitando cárceles, barrios pobres, lugares remotos de campo o montaña. En el contexto poco cristiano de los países asiáticos, esa peregrinación con la cruz puede tener un significado muy especial.
El Papa recordó además que "hoy se celebra, en las Iglesias particulares, la 39ª Jornada Mundial de la Juventud, con el lema: "Los que esperan en el Señor caminan sin cansarse" (cf. Is 40,31). ¡También los jóvenes se cansan a veces, si no esperan en el Señor! Saludo a las delegaciones de Portugal y Corea del Sur, que han hecho el relevo del "testigo" en el camino hacia la JMJ de Seúl en 2027. ¡Un aplauso para las dos delegaciones!"
Francisco también que el próximo 27 de abril, en el contexto del Jubileo de los Adolescentes, proclamará santo al beato Carlo Acutis, que falleció con 15 años. Además, según le informó el Dicasterio para las Causas de los Santos que está a punto de concluir positivamente el estudio de la Causa del beato Pier Giorgio Frassati, por lo tanto, será canonizado el próximo 3 de agosto, durante el Jubileo de los Jóvenes. Murió con 24 años, en 1925: así, será canonizado cien años después de su muerte.
ReL
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