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martes, 26 de noviembre de 2024

Evangelio del día

 


Apocalipsis 14,14-19.

Yo, Juan, vi una nube blanca, sobre la cual estaba sentado alguien que parecía Hijo de hombre, con una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano.
En seguida salió del Templo otro Angel y gritó con voz potente al que estaba sentado sobre la nube: "Empuña tu hoz y siega, porque ha llegado el tiempo de la cosecha y los sembrados de la tierra están maduros".
Y el que estaba sentado sobre la nube pasó su hoz sobre la tierra, y esta quedó segada.
Entonces otro Angel salió del Templo que está en el cielo, llevando también una hoz afilada.
Y salió del altar otro Angel -el que tiene poder sobre el fuego- y gritó con voz potente al que tenía la hoz afilada: "Empuña tu hoz y cosecha los racimos de la viña de la tierra, porque han llegado a su madurez".
El Angel pasó la hoz afilada sobre la tierra, cosechó la viña y arrojó los racimos en la inmensa cuba de la ira de Dios.


Salmo 96(95),10.11-12.13.

Digan entre las naciones: «El Señor reina!
El mundo está firme y no vacilará.
El Señor juzgará a los pueblos con rectitud.»

Alégrese el cielo y exulte la tierra,
resuene el mar y todo lo que hay en él;
regocíjese el campo con todos sus frutos,
griten de gozo los árboles del bosque.

Griten de gozo delante del Señor,
porque él viene a gobernar la tierra:
Él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con su verdad.


Evangelio según San Lucas 21,5-11.

Como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo:
"De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido".
Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?".
Jesús respondió: "Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: 'Soy yo', y también: 'El tiempo está cerca'. No los sigan.
Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin".
Después les dijo: "Se levantará nación contra nación y reino contra reino.
Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo."


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.


Bulle

San Gregorio Magno (c. 540-604)
papa y doctor de la Iglesia
Morales sobre Job, XI (SC 212. Morales sur Job, Cerf, 1974)


“El recuerdo del justo permanecerá para siempre” (Sal112,6)

“Las que ustedes alegan son sentencias de ceniza” (Jb 13,12). Los que poseen un pensamiento terrestre modelado en el siglo, en cada acto tientan dejar la memoria de su persona. Título de guerra o altos muros de sus edificios o disertaciones sobre las ciencias del siglo, ellos sobre-valorizan sus propias virtudes y se edifican un nombre que asegure su recuerdo.
Pero como la vida está pronta a ir hacia su fin, ¿qué subsistirá de estable en ella, ya que en su movilidad está pronta a derrumbarse? Un soplo los lleva, como dice la Escritura “Sucede así con los malvados: ellos son como paja que se lleva el viento” (Sal 1,4). Los comparamos a la ceniza, ya que se ubican en un lugar en el que un viento se los llevará. Aunque quieran exaltar la gloria de su nombre, han hecho de su memoria una ceniza, que un viento de un mundo mortal se lleva.
En cambio, la Escritura dice del justo: “El justo no vacilará jamás, su recuerdo permanecerá para siempre” (Sal112,6). Porque sus actos se graban en la mirada de Dios solo, él fija el nombre que asegura su memoria en la eternidad.(EDD)

Oración

"Señor, aunque no merezco que tú escuches mi quejido, por la muerte que has sufrido, escucha lo que te ofrezco y escucha lo que te pido. A ofrecerte, Señor, vengo mi ser, mi vida, mi amor, mi alegría, mi dolor; cuanto puedo y cuanto tengo; cuanto me has dado, Señor. Y a cambio de este alma llena de amor que vengo a ofrecerte, dame una vida serena y una muerte santa y buena; ¡Cristo de la Buena Muerte!"

Reflexión sobre el cuadro

El artista en el que nos centramos hoy es Samuel Colman, pintor inglés que pasó la mayor parte de su carrera en Bristol. Se especializó en escenas apocalípticas representadas con extraordinario detalle e intensidad dramática. Nuestro cuadro representa vívidamente la profecía de Cristo sobre la destrucción del Templo de Jerusalén. Jesús, haciendo referencia a la profecía de Daniel del Antiguo Testamento, predijo que el Mesías y luego Jerusalén se enfrentarían a la destrucción. El cielo se oscurece, la luna deja de brillar y las estrellas caen del cielo. Observa atentamente la pequeña cruz en el borde inferior del estallido de luz celestial: un símbolo sorprendente en medio del caos.

En la parte derecha del cuadro, vemos ilustrada la parábola de las vírgenes prudentes y necias. En primer plano, unos soldados se juegan a los dados la túnica de Cristo, mientras un centurión, que lleva la corona de espinas y una lanza rota, se encuentra cerca. Poncio Pilato se lava las manos y Judas Iscariote, con una soga al cuello, tiende la mano para coger las monedas de plata.

Aunque esta escena apocalíptica puede parecer abrumadora e incluso desalentadora, se nos recuerda que no debemos aterrorizarnos ante tales visiones. Jesús nos recuerda que los edificios de nuestras iglesias nunca deben perder su verdadero propósito. Cada vez que entramos en estos espacios sagrados, se nos invita a entrar en la presencia de Dios, con reverencia y alegría. La arquitectura y el arte no pretenden distraernos, sino elevar nuestro espíritu, acercándonos a Dios y creando un entorno propicio para la oración. Estos bellos espacios son un regalo, diseñados para ayudarnos a dirigir nuestros corazones y mentes hacia el cielo. Un santuario de tranquilidad y quietud, que ofrece un apacible retiro del incesante ruido y ajetreo de la vida cotidiana.

by Padre Patrick van der Vorst


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