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domingo, 24 de noviembre de 2024

Eleva tu corazón a Dios con oraciones que duran un segundo

obraz Luigiego Nono: "Modlitwa"

La oración a Dios no tiene por qué ser siempre larga y laboriosa. Puede consistir en breves ráfagas que requieran un segundo de tu tiempo

Aveces podemos pensar que la oración para hablar con Dios solo es posible cuando estamos sentados en un banco de la iglesia los domingos. Aunque ciertamente este es un tipo de oración, no es el único que existe.

La oración puede consistir en breves "ráfagas" de amor con las que salpimentamos nuestro día a lo largo de la semana.

Este tipo de oración suele durar alrededor de un segundo, y puede encajar fácilmente en nuestras ajetreadas vidas.

Aspiraciones

San Francisco de Sales sugiere este método de oración en su Introducción a la vida devota:

"Entonces, hija mía, aspira continuamente a Dios, mediante breves y ardientes elevaciones del corazón; alaba su Excelencia, invoca su Ayuda, échate en espíritu al pie de su cruz, adora su bondad, ofrécele toda tu alma mil veces al día, fija en Él tu mirada interior, extiende tus manos para ser conducida por Él, como un niño pequeño a su padre, abrázalo a tu pecho como un ramillete fragante, levántalo en tu alma como un estandarte. En resumen, enciende con todos los actos posibles tu amor por Dios, tu deseo tierno y apasionado por el Esposo celestial de las almas".

Hay muchos libros de oraciones que contienen colecciones de estas aspiraciones u oraciones "jaculatorias", pero no siempre tenemos que utilizarlas.

Jaculatorias espontáneas

De hecho, san Francisco de Sales sugiere componer espontáneamente nuestras propias oraciones a lo largo del día:

"Se han publicado varias colecciones de jaculatorias, que sin duda son muy útiles, pero yo te aconsejaría que no te ataras a ninguna palabra formal, sino que dijeras con el corazón o con la boca lo que te brote del amor interior, que sin duda te proporcionará todo en abundancia".

Un ejemplo sencillo de esa oración sería: "¡Te quiero, Jesús!"

Rezar estas palabras a lo largo del día, todos los días, puede tener un efecto muy positivo en nuestra alma, mientras nos esforzamos por acercar nuestras vidas en unión con Cristo.

Si te encuentras extremadamente ocupado e incapaz de sentarte a rezar, haz un esfuerzo por detenerte un segundo y rezar: "¡Te amo, Jesús!"

Philip Kosloski, aleteia

Vea también      Jaculatorias: oraciones breves y fervorosas para tenernos en la presencia de Dios durante todo el día




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