El Cardenal alemán Walter Brandmüller expresó una serie de objeciones al Instrumentum Laboris o documento de trabajo del Sínodo Especial de Obispos de la Región Panamazónica que se celebrará en el Vaticano del 6 al 27 de octubre.
El 27 de junio de 2019 el vaticanista italiano Sandro Magister publicó la traducción en varios idiomas –entre ellos el español– del artículo del Cardenal de 90 años titulado “Una crítica al Instrumentum Laboris del Sínodo para la Amazonia”.
El documento de trabajo del sínodo, publicado el 17 de junio, recomienda entre otras cosas, estudiar la posibilidad de ordenar sacerdotes a ancianos casados ??en áreas remotas.
En su escrito, el Cardenal Brandmüller señaló que el documento es “herético”, representa una “apostasía” y, por tanto, “debe ser rechazado con la máxima firmeza”.
“Hay que afirmar con determinación que el ‘Instrumentum Laboris’ contradice la enseñanza vinculante de la Iglesia en puntos decisivos y que, por consiguiente, debe ser considerado herético. En la medida en que incluso la Divina Revelación es puesta en duda, o malinterpretada, se debe también hablar de apostasía”, indicó.
Postura sobre la región elegida como tema del sínodo
El Cardenal indicó que le llama la atención el hecho de que, a diferencia de las asambleas anteriores, “esta vez el sínodo de los obispos trate exclusivamente de una región de la tierra cuya población es la mitad de la población de Ciudad de México”. Eso, según él, “levanta sospechas sobre las verdaderas intenciones, que se quieren poner en marcha de manera subrepticia”.
Según el Purpurado, tres cuartas partes del Instrumentum Laboris tienen afirmaciones que solo “marginalmente” se relacionan con “el Evangelio y la Iglesia”, y por ello cuestiona “qué tiene que ver con el mandato y la misión de la Iglesia” temas como “ecología”, “economía”, “política”.
“Y sobre todo, ¿qué experiencia profesional autoriza a un sínodo eclesial de los obispos a hacer declaraciones en estos ámbitos? Si de verdad el sínodo de los obispos va a dar este paso, estaría sobrepasando los límites y sería una presunción clerical, que las autoridades estatales deberían, con motivo, rechazar”, criticó.
Religiones naturales y la inculturación
Además, el Cardenal Brandmüller aborda el tema de las religiones naturales y de la inculturación (evangelización de la cultura). El Purpurado critica la “valoración muy positiva que se hace de las religiones naturales, incluyendo las prácticas de sanación indígenas y similares; sí, incluso las prácticas y formas de culto mítico-religiosas”.
“Se habla incluso del diálogo con los espíritus en el contexto de una llamada a la armonía con la naturaleza”, agregó.
De ese modo, indica que la propia “noción de inculturación es, aquí, literalmente pervertida, puesto que significa lo contrario de lo que la Comisión Teológica Internacional presentó en 1988, y de lo que había enseñado anteriormente el decreto ‘Ad gentes’ del Concilio Vaticano II sobre la actividad misionera de la Iglesia”.
Abolición del celibato y la introducción del sacerdocio femenino
Otro tema abordado por el Purpurado es una crítica a la abolición del sacerdocio y la introducción del sacerdocio femenino.
“Es imposible esconder que este ‘sínodo’ quiere implementar sobre todo los dos proyectos más deseados y que hasta ahora no han sido nunca puestos en marcha, a saber: la abolición del celibato y la introducción del sacerdocio femenino, empezando por las diaconisas”, alertó el Cardenal Brandmüller
Luego citó algunos fragmentos del Instrumentum Laboris. Cuestionó textos como el numeral 129: “Tener en cuenta el papel central que hoy desempeñan las mujeres en la Iglesia amazónica”, y el numeral 43 sobre “abrir nuevos espacios para recrear ministerios adecuados a este momento histórico. Es el momento de escuchar la voz de la Amazonía”.
Sin embargo, el Cardenal recordó que el Papa San Juan Pablo II ya había declarado, con la mayor autoridad magisterial, “que no está en poder de la Iglesia administrar el sacramento del orden a las mujeres”.
“La petición, que se opone de manera directa a este hecho, demuestra que la palabra ‘Iglesia’ es utilizada exclusivamente como término sociológico por los autores del ‘Instrumentum Laboris’, negando implícitamente el carácter sacramental-jerárquico de la Iglesia”, acotó.
Sobre la negación del carácter sacramental-jerárquico de la Iglesia
Para el Purpurado, el párrafo 127 del documento contiene un ataque directo a la constitución jerárquico-sacramental de la Iglesia cuando se pregunta si no sería oportuno “reconsiderar la idea de que el ejercicio de la jurisdicción (potestad de gobierno) ha de estar vinculado en todos los ámbitos (sacramental, judicial, administrativo) y de manera permanente al sacramento del orden”.
“Desde una visión tan equivocada deriva, en el n. 129, la llamada a la creación de nuevos ministerios que correspondan a las necesidades de los pueblos amazónicos”, dijo.
Además, indicó que en el ámbito de la liturgia, del culto, es donde “la ideología de una inculturación falsamente comprendida encuentra su expresión de una manera especialmente llamativa”, pues, según indicó, “el Instrumentum Laboris no se echa atrás a la hora de pedir que ‘el pueblo pobre y sencillo’ pueda expresar "su (!) fe a través de imágenes, símbolos, tradiciones, ritos y demás sacramentales (!!)”.
“Esto, ciertamente, no corresponde a los preceptos de la Constitución ‘Sacrosanctum Concilium’, como tampoco a los del Decreto ‘Ad gentes’ sobre la actividad misionera de la Iglesia, y demuestra una comprensión meramente horizontal de la liturgia”, lamentó el Purpurado.
Por último, el Cardenal Brandmüller declaró que en el Instrumentum Laboris presenciamos “una nueva forma del Modernismo clásico de principios del siglo XX”, ligado a una falsa comprensión del desarrollo del dogma, que “está en clara oposición a la comprensión católica genuina”.
“El Instrumentum Laboris para el Sínodo de la Amazonia constituye un ataque a los fundamentos de la fe de una manera impensable hasta ahora, por lo que debe ser rechazado con la máxima firmeza”, concluyó.
Cómo creyentes no podemos olvidarnos de dar gracias a Dios en todo momento, tanto por las experiencias bellas, como por las complejas. Por eso quiero compartir contigo una pequeña oración de acción de gracias para que disfrutes de un encuentro con Dios y recuerdes cuán afortunado eres al ser su hijo.
«Padre te quiero agradecer por todos los momentos alegres de mi vida, porque en ellos conozco tu sonrisa, esa que me dice cuánto me amas. Gracias por cada amanecer en que el firmamento se llena de luz y color y me recuerda que ahí estás tú. Gracias porque en la sonrisa de las personas descubro tu misericordia, porque en las palabras sabias del anciano conozco tu consejo, porque en cada momento que respiro siento tu aliento que me sostiene y alimenta.
Padre hoy también quiero agradecerte por aquellos momentos difíciles, tristes o complicados… por cada vez que un saludo no es correspondido o una sonrisa muere en mi rostro ante la negativa de un hermano, porque allí aprendo a dar amor donde no hay amor. Porque en el rechazo o la indiferencia encuentro la oportunidad de seguir siendo fiel y dar testimonio de ti, porque en los momentos en que arriba la soledad o la preocupación a mi vida, llega también la inmensa necesidad de ir en tu búsqueda. Gracias por aquellos momentos de oscuridad absoluta en los que mi alma te busca como única fuente de luz…
Bendito sea cada momento que me ha hecho recordarte y buscarte. Porque cada oportunidad de estar contigo es como un pasaje a vivir el paraíso en la tierra, porque cuando me acerco feliz y radiante a darte gracias, siento tu amor que me anima a continuar. Porque cuando me acerco a ti cabizbajo o desanimado siento tu abrazo que me llena de fuerzas para seguir adelante, porque cuando me acerco a ti lleno de arrepentimiento siento tu mano que me perdona y levanta… porque cuando me acerco a ti, nada sigue igual.
Después de cien años, sigue siendo uno de los métodos pedagógicos más exitosos de la historia
Las escuelas de Educación Infantil y Primaria de los últimos años andan titubeando en sus finesy objetivos. La creatividad, siempre muy importante, se ha convertido a veces en el único centro. Y sobre todo el niño debe jugar para aprendery estar muy motivado.
Es oportuno el juego como aprendizaje pero se está produciendo una cierta exaltación de la innovaciónconstante que desorienta a maestros, niños y padres.
Un ejemplo es la presencia de la gamificación en muchas escuelas.Parece que la divisa, con el niño en el aula,es experimentar, ensayar para ser más ocurrentes, dúctiles, adaptables a cualquier entorno. Estos pasos son interesantes pero no pueden ser los objetivos centrales.
Los objetivos centrales están en la madurez y la autonomía del niño que descubre el mundo en una variedad y calidad de contenidos básicos donde la lectura y la escritura atentas están en el centro. Ese sí es un objetivo.
Creemos que la escuela debe recoger la gramática de la realidad en la transmisión de unos saberes reconocibles como el lenguaje, las matemáticas, la geometría, la geografía, la historia, la biología.
Sin embargo no se confirma un método, una pedagogía, unas metodologías que logren ser ratificadas en su eficacia y en los resultados probados en evaluaciones externas.
El niño debe ser protagonista del aprendizaje, sus progresos deben producirse en contacto con la realidad, el maestro debe alimentar su iniciativa espontánea.
Y además hay que superaraquella escuela antigua y coercitiva en la que la clave era la quietud del niño, su obediencia ciega al maestro y los ejercicios mecánicosalejados de las necesidades de los alumnos.
Sin embargo los programas, las nuevas metodologías, las pedagogías más innovadoras no acaban de concretar qué teclas tocar, en qué momento, con qué materiales, a partir de qué principios actuar, y, sobre todo, cuál es el papel de la maestra, del maestro y los fines de la propia escuela.
Empujados por estas preguntasfijémonos en un método, el Método Montessori, que sí podría responder a muchas de estas cuestiones y que empieza a confirmar su eficacia a partir de la investigación de sus resultados.
Y un dato importantea su favor es el aumento constante de las escuelas, públicas y privadas, que se adhieren a dicho Método en todo el mundo.
Pero no de cualquier modo: el secreto del éxito de este sistema es desplegar el Método con auténtica fidelidad a los principios que fijó la pedagoga italiana Maria Montessori (1870-1952) hace ya 100 años y que hoy la AMI (Association Montessori Internationale) sigue defendiendo.
Sin ensayos constantes, sin improvisación, con unos maestros muy formados en la observación, guía y acompañamiento del niño.
A nuestro entender esta longevidadradica en unos cuantos principios básicos –proponemos sólo 10- que hundensu raíz en la calidad de unos materiales de aprendizajes originales, didácticos y muy experimentados y confirmados a lo largo de las décadas. Nos vamos a fijar más en el periodo que va de los 3 a los 9 años.
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LONGEVIDAD DEL MÉTODO MONTESSORI.
El Método Montessori apenas ha cambiado en los últimos cien años dado que es altamente coherente, está bien trazado, obtiene resultados y los niños progresan en su autonomía, atentos, camino de un aprendizaje que les llena de un fuerte sentido de la auto-eficacia.
Los alumnos quieren aprender. Es decir, los alumnos deciden libremente trabajar relajados y contentos –la alegría es una característica de estas escuelas- descubriendo que son capaces de realizar tareas desafiantes con éxito.
La repetición de sus tareas genera en ellos unos hábitos en los que cabe la auto-corrección de los errores y, en esa medida, les capacita para un trabajo sensorial-intelectual cada vez más complejo.
2
CONOCIMIENTO SENSORIAL Y MOTOR.
El Método Montessori va desde lo concreto y sensorial, progresivamente, hacia lo abstracto y mental a través de materiales creados para este fin.
El niño primero aprende con el cuerpo (ojos, mano, tacto, motricidad y movimiento) y luego interioriza estas percepciones en procesos paulatinamente más razonados donde los datos de la experiencia directa construyen las categorías del entendimiento.
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LA CALIDAD DE LOS MATERIALES DE APRENDIZAJE.
Los materiales de aprendizaje son producto de la observación acumulada durante años por Maria Montessori. Nuestra pedagoga contemplaba cómo se comportaban los niños ante determinados estímulos sensoriales y cómo estos estímulos les iban proporcionando la capacidad de razonamiento en función de su fidelidad a los periodos sensitivos.
Así cada material está pensado para aprovechar el florecimiento de cada periodo sensitivo, ni antes ni después. De este modo aprenden a escribir y a leer en el periodo sensitivo del lenguaje de un modo fónico y táctil: resiguiendo con los dedos letras de madera y asociándolas con sus sonidos.
4
EL CLIMA DEL AULA ES TRANQUILO, SILENCIOSO, ARMONIOSO.
El silencio es un elemento más de la armonía y el orden del aula Montessori. Esta armonía se refleja en que el aula está diseñada a la medida del niño, de su altura, de sus brazos, de sus manos. Y esas afinidadesgeneran paz.
Se podría decir que el aprendizaje Montessori es una experiencia estética donde el niño interpreta bellamente la partitura (metáfora musical) de los materiales que toca y manipula.
El aula es armoniosamente bella y los materialestan ajustados, sencillos y cargadosde sentido que el alumno se siente impelido a resolverlos.
5
AUTORREGULACIÓN DEL NIÑO.
El alumno del Método Montessori se autorregula, se auto-obedece, marca sus ritmos espontáneamente eligiendo los materiales, resolviéndolos, reordenándolos en sus estantes. Eligiendo nuevos retos sin interferir en las tareas de los compañeros.
Es una obediencia activa, reflexiva, que consiste en una capacidad de gobernarse a sí mismo. En ese sentido existe en Montessori una pedagogía del esfuerzo y de la voluntad donde cada niño elige libremente lo que quiere hacer sin ser esclavo del capricho.
Y todas estas tareas avanzan sobre la adquisición de unos hábitos y unas rutinas positivasque se repiten con gusto y que llevan a alcanzar un carácter maduro.
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ATENCIÓN Y MOTIVACIÓN.
La motivación está en la capacidad de alcanzar un estado de flujo que le permiteal niño del aula Montessori aprender porque le satisface lo que hace.
Entonces el alumno fija su atención. Se ejercitaconsecuentemente en una atención selectiva donde nada le distrae y puede estar trabajando, aprendiendo, complaciéndose durante periodos de hasta tres horas.
Hoy la atención de un niño en la escuela es un bien escaso. Y es que en el Método, la motivación procede del interior y no de fuera.
No se trata de poner estrellitas y alabar al niño con palmaditas de aprobación para que continúe su tarea (tampoco hay que evitar ser amable con el alumno).
El Método Montessori genera una motivación intrínseca. Y no son precisas actividades extravagantes que cautiven la atención del niño artificialmente. El recurso constante a las pantallas sería una sobrealimentación de la motivación extrínseca que luego deja al niño saciado y disperso.
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CURRÍCULUM RECONOCIBLE Y VIABLE.
El Método Montessori tiene un estricto sentido de la impartición de contenidos, de la trasmisión de conocimientos, de la consecución de unos objetivos y aprendizaje básicos.
El currículum es reconocible y viable: lenguaje, las matemáticas, la geometría, la geografía, la historia, la biología, etc.Existen unos contenidos prefijados que hay que alcanzar ordenadamente y que la experiencia dice que son asequibles.
El niño espontáneamente elige los materiales predeterminados pero no construye desde su capricho el currículum. En algunas escuelas el currículo, los contenidos, la transmisión desaparece en aras a secundar los intereses a menudo limitados de los niños.
8
ELEGANCIA EN EL SERVICIO CUIDADOSO.
El método Montsesori se ocupa también de la inteligencia como servicio, como cuidado. La armonía, el orden y el equilibrio del aula habla del cuidado de los materiales, habla de la limpieza de las manos, de mantener todo a punto.
Incluso los alumnos se ocupan de las actividades relacionadas con la vida material en el aula (y por ende del hogar): poner la mensa, lavar los platos, doblar la ropa.
Tiene lugar un cuidado de los materiales y también un cuidado del otro: ceder el paso, saludar y disculparse cuando es preciso.Estamos ante un capítulo importante de la socialización Montessori que es la convivencia y el respeto.
9
EL PROCESO DE NORMALIZACIÓN DEL NIÑO.
Cuando el niño llega a la escuela Montessori trae consigo un temperamento, unas inclinaciones que apuntan a cierto desorden. Quiere dominar e imponer su criterio caprichoso, como cualquier niño dejado a sus anchas.
Normalizar al niño supone armonizar su vida con el exigente proceso de aprendizaje que se inicia en la Educación Infantil y Primaria. Y que continúa con la EducaciónSecundaria y Superior.
Si emprende ese camino se siente auto-determinado, capaz, autónomo, relacionalmente seguro y a la vez descubre ese bien para sí y para los demás: respeta el silencio, no alborota, cuida de sus compañeros,no tiene miedo al error, es disciplinado (auto-obediente) y servicial.
Incluso aprende de sus errores que es algo que el material Montessori lleva en su seno: las reglas de rectificación. En cualquier caso este proceso de normalización requiere que el niño se adapte a la escuela no que la escuela se adapte al niño.
10
LA ESCUELA, EL MÉTODO, LOS MATERIALES MONTESSORI ESTÁN ENCAMINADOS A UN FIN.
Improvisación: esta es la sensación que deja en sus observadores muchas aulas de Infantil y Primaria. Por supuesto que hay un currículo fijado por ley pero en los últimos años se cree más en la creatividad del trabajo por proyectos que en los parámetros del currículo programado.
El trabajo por proyectos es bueno pero nadie dice que se tenga que avanzar a salto de mata. El Método Montessori está en las antípodas: sabe dónde va y cómo llegar desde el principio hasta el final: desde los 3 a los 18 años.
El fin está claro y es coherente con una antropología y una filosofía de la educación centradas en el desarrollo y aprendizaje donde el niño madura al ritmo de su naturaleza.
Otras culturas pueden enseñarnos a los padres algo más sobre la crianza de nuestros hijos
Cuando se trata de la crianza de los hijos, las diferencias culturales pueden aportar nuevas ideas y valores que la enriquecen. También puede facilitar que las personas aprecien y acepten no sólo las propias costumbres sino también lo bueno que pueden recoger de las otras ayudando a integrar nuevos estilos en esta tarea maravillosa que nos da la vida.
Hungría: las tradiciones populares
En Hungría las canciones populares son hermosas. Existe una costumbre llamada “ringató”, por la que una vez a la semana los padres se encuentran en una sala comunitaria. Se sientan en un círculo en el suelo con los bebés en sus regazos y cantan juntos. Existe la creencia de que al cantar se fomenta la inteligencia emocional y el desarrollo cerebral de los niños, al mismo tiempo que es una oportunidad de encuentro para los padres del vecindario.
Alemania: los juguetes y los libros
Alemania es el productor de muchos juguetes mundialmente famosos, desde los juguetes de madera Selecta, Haba y Hess y hasta las estatuillas de Playmobil y los animales Schleich. Las tiendas de juguetes generalmente tienen cosas bastante fantásticas con mucho menos plástico. En cuanto a los libros, no hay tanto énfasis en la alfabetización temprana, ya que los niños no aprenden a leer hasta que van a la escuela a los seis o incluso siete años.
Filipinas: la higiene personal
Hay un cuidado especial en mantener la higiene personal. Los niños tienen cepillos de dientes en la escuela y se cepillan junto con sus compañeros de clase. También es común que tengan una pequeña toalla cuando están afuera para poder limpiarse el sudor mientras juegan. Algo que llama la atención es que la mayoría de los baños filipinos tienen un tabo, un cubo lleno de agua para usarse en lugar del papel higiénico.
Tailandia: dar las gracias
Mostrar respeto es un aspecto fundamental para esta cultura. La gente cuando saluda o da las gracias pone sus manos juntas delante con un movimiento de manos que se llama “wai”. Los niños lo aprenden muy temprano cuando solo tienen nueve meses de edad con ayuda de sus padres. Estos les unen las manos hasta que aprenden a hacerlo ellos mismos.
Chile: las fiestas de cumpleaños
Las fiestas de cumpleaños son enormes para los niños, pero también para los adultos. En los meses más cálidos, las fiestas suelen celebrarse fuera y los padres alquilan enormes castillos inflables. El resto del año, se acostumbra a alquilar una casa de fiestas de varios pisos para que los niños se diviertan. Se espera que vengan todos los amigos y familiares.
España: la hora de ir a la cama
Como las familias españolas tienden a comer tarde, los niños terminan yendo a la cama más tarde de lo que uno puede estar acostumbrado. Habitualmente la cena es a las ocho por lo que los niños nunca se van a la cama antes de las diez de la noche. Es común verlos corretear hasta tarde durante los fines de semana si salen con sus familias a comer fuera o van a fiestas que no terminan hasta pasada la media noche.
Nepal: la manera de llamarse
En Nepal nadie se llama por el nombre de pila, sino que la gente se trata como si el otro fuera un miembro de su familia. Es frecuente que se refieran el uno al otro como ‘madre’, ‘padre’, ‘abuela’ o ‘abuelo’, y en el caso de los niños ‘hijo’ o ‘hija’ aunque no lo sean. Es una costumbre muy familiar y cambia mucho nuestra percepción de los demás. ¡La familia se agranda!.
Australia: la seguridad
Las reglas oficiales sobre la seguridad son muy estrictas. No sólo los autos tienen un cinturón adicional que gira alrededor de la parte superior del asiento, sino que los uniformes escolares de los niños incluyen sombreros para el sol debido a los golpes de calor y las tasas altas de cáncer de piel. Hay una regla que dice que “sin sombrero, sin juego”, por lo que no pueden salir a jugar si no están protegidos.
México: la enseñanza de la historia
En México la historia es muy valorada. En las escuelas es muy común que los niños sean introducidos a sus raíces motivándolos a participar en programas especiales de historia casi todos los meses. Los niños se visten con atuendos tradicionales o como revolucionarios políticos, y con entusiasmo cantan, bailan, recitan poesía y actúan en obras de teatro que representan eventos históricos importantes.
Argentina: el amor a los niños
No es extraño que un desconocido se acerque a los padres de un bebé para preguntarles si puede cargarlo en brazos. A los niños se los puede ver andando libremente por el altar de una iglesia mientras se celebra la Misa, o incluso en el lugar de trabajo de sus padres. Tampoco hay problema con la lactancia materna. Las madres pueden dar el pecho sin usar mantas de modestia donde quiera que se encuentren en público.
Francia: el ritual de la comida
La cultura de la comida en Francia es muy rica. En las guarderías los niños esperan a que todos tengan sus baberos y pasen el plato antes de comer su petit goûter. Participar en la comida es una ceremonia diaria, practicada y enseñada. Los niños tampoco comen entre comidas. Es una regla que un niño deba sentir hambre todos los días, antes de cada comida. Para los franceses “sólo un cuerpo hambriento puede apreciar completamente la comida”.
El cardenal Zen se prepara para decir misa tradicional en Hong Kong.
el 28 al 31 de mayo tuvo lugar en Spokane (Washington) la Conferencia anual sobre Sagrada Liturgia, en la que participaron el arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, y los obispos Thomas Daly (de Spokane) y Robert Vasa (de San Santa Rosa, California).
La conferencia estaba organizada por la Schola Cantus Angelorum (SCA), una schola femenina formada en 2007 en respuesta a la petición del Papa Benedicto XVI de que la liturgia católica se celebrara con el esplendor y la solemnidad del canto gregoriano.
El cardenal Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, se sumó al evento por medio de una entrevista grabada hace algunos meses para ser emitida ahora por vídeo. El cardenal habla inglés perfectamente. Los que entienden el idioma pueden disfrutar su exposición.
Con objeto de comprender la intervención del cardenal Zen en el contexto político y religioso chino, el profesor Anthony E. Clark dirigió unas palabras a los presentes recogidas por The Catholic World Report y que reproducimos en español a continuación:
Anthony E. Clark es profesor asociado de Historia de China en la Whitworth University y autor, entre otros, del libro China’s Saints: Catholic Martyrdom During the Qing, 1644-1911 [Los santos de China: martirio católico durante la dinastía Qing (1644-1911)]. También ha dirigido un programa sobre los santos y mártires chinos en la cadena católica EWTN.
China, la política, la fe y la aldea litúrgica: el cardenal Joseph Zen en contexto
El cardenal Joseph Zen se ha distinguido últimamente, sobre todo, como defensor valiente de dos cosas: la integridad de la Iglesia en China, y la integridad de la liturgia católica. A muchos les puede parecer que estas dos cosas no tienen nada que ver la una con la otra, pero mi deseo es subrayar cómo, en el contexto de China, la estructura eclesial y el mapa del culto litúrgico están profundamente relacionados.
Situaré al cardenal Zen y sus observaciones en el contexto único del catolicismo chino, que ha ocupado gran parte de las noticias en el mundo recientemente, sobre todo en los últimos meses, a raíz del acuerdo entre el Vaticano y China; acuerdo que ha causado mucha preocupación. La liturgia es el punto central de esta conferencia, por lo que intentaré unir la excepcional historia católica china con su particular práctica del culto y la oración.
La singular identidad católica china se comprende mejor cuando consideramos los estudios llevados a cabo sobre la evolución de las lenguas y los dialectos. Cuando los lenguajes se desarrollan, tienden a cambiar sobre todo en los centros urbanos, más poblados y mejor conectados. Las aldeas remotas, lejanas en su mayoría de las ciudades interconectadas, tienden a conservar las formas antiguas de un determinado lenguaje o dialecto. Por lo tanto, a los expertos les gusta investigar en las aldeas remotas porque pueden oír el lenguaje antiguo, sin los cambios drásticos que ha sufrido en las grandes ciudades. Dado que China estuvo muy aislada del resto de la Iglesia durante las transformaciones radicales que tuvieron lugar durante el Concilio Vaticano II y después, la realidad devocional y litúrgica en China ha seguido siendo lo que yo llamo una "aldea litúrgica" hasta los años 90. De hecho, gracias, en gran parte, al haber estado protegida por la liturgia preconciliar, la Iglesia en China ha orquestado estratégicamente su propia supervivencia bajo las autoridades comunistas post-1949, que exigían la independencia eclesial de la Sede Apostólica, del Obispo de Roma y de las decisiones administrativas emitidas por el Vaticano.
Pocas Iglesias nacionales se definen a sí mismas, hoy en día, más "comprometidas con la unidad cristiana a través del compromiso con el Papa" que la Iglesia china. Mi objetivo, por lo tanto, es abordar tres temas vinculados a las declaraciones del cardenal Zen sobre la Iglesia en China y la sagrada liturgia, a saber: el contexto político del catolicismo en la República Popular China; la vida litúrgica de la Iglesia china posterior a 1949; ubicar al cardenal Zen en el contexto de este escenario histórico.
Desde 1949, año en que se estableció el actual gobierno del país, la Iglesia en China ha soportado siete décadas de desafíos; el cardenal Zen tenía 17 años cuando empezó esta era de lucha y resistencia católica. El año 1951 fue un año doloroso para los católicos en China, ya que fue el año en que se puso en marcha una campaña contra la Iglesia planificada con todo detalle. Shangai fue uno de los lugares donde se llevó a cabo esta campaña con más intensidad. Se utilizaron los mítines y los artículos anticatólicos de los periódicos para poner a la población en contra de los católicos: los católicos de Shanghai fueron continuamente asediados por la persecución estatal durante los años 50, 60 y 70.
Manifestación comunista anticatólica en Shanghai, en 1951.
Ya antes de 1949, el Partido Comunista chino había empezado a reprimir con mucha dureza a la población católica del país. En un documento del Partido desclasificado recientemente y conservado en el Archivo Municipal de Shanghai, se puede leer este objetivo expresado por el gobierno: "Cuando la lucha política y las fuerzas de producción hayan alcanzado un alto nivel de poder, entonces será posible para nosotros destruir la Iglesia católica. Este es nuestro objetivo y luchamos para conseguirlo". (Archivo Municipal de Shanghai, A22-1-233, "Guanyu Shanghai Tianzhujiao gongzuo de jieshao" 關於上海天主教工作的介紹.).
Por su parte, la Iglesia católica se había ganado la enemistad del Partido Comunista, por lo que el Partido tenía sus razones para sospechar de los católicos. En 1846, el papa Pío IX había afirmado que el comunismo, "es totalmente contrario a la ley natural y, una vez adoptado, destruirá completamente los derechos, la libertad, la propiedad y las posesiones de todos, e incluso la propia sociedad" (Qui Pluribus 1846). En su encíclica de 1937, Divini Redemptoris, el Papa Pío XI hizo un llamamiento a los "líderes militantes de la Acción Católica" para que ayudaran en la batalla de la Iglesia contra las "trampas del comunismo" (Divini Redemptoris 1937). La ardiente resistencia de la Iglesia china contra el comunismo se extendió incluso hasta las reuniones del Concilio Vaticano II, en el que el obispo exiliado de Nanjing, Paul Yu Bin, dio un animado discurso titulado: Mentioning Atheistic Communism by Name [Mencionar el comunismo ateo por su nombre]. El obispo pidió que se mencionara de manera específica el "comunismo ateo" en el esquema del Concilio Sobre la Iglesia en el mundo moderno. Pidió que el Concilio afirmara oficialmente que el comunismo es "ateísmo militante y materialismo extremo, es decir, la suma de todas las herejías" (Tercera sesión, discursos en el concilio, 23 de octubre de 1964).
Paul Yu Bin, obispo de Nanjing.
Es más: en 1948, el obispo Antonio Riberi organizó el Shengmujun, 聖母軍, la Legión de María en China, una organización de élite formada en su mayoría por jóvenes católicos que se convirtieron en activistas anticomunistas. Como respuesta, el nuevo gobierno de Mao dirigió su objetivo contra la Iglesia católica, a la que definió como uno de sus enemigos más peligrosos.
Antonio Riberi, nuncio del Papa en Pekín.
La Iglesia católica consolidó sus esfuerzos para oponerse al nuevo gobierno comunista de China en dos campos: el primero, movilizando a la juventud católica china bajo la bandera de la Legión de María. En la edición de 1953 del The Official Handbook of the Legion of Mary [Manual oficial de la Legión de María], leemos este pasaje: "La Legión de María es una asociación de católicos ... [que] han formado una Legión para servir en la guerra que la Iglesia está librando continuamente contra el mundo y sus malvados poderes" (págs. 1-2). Se definían como un "ejército", en estrecha colaboración con la jerarquía eclesial. En 1950, los obispos y sacerdotes de China habían animado a los jóvenes católicos a organizarse en fraternidades marianas y en la Legión de María. A estos jóvenes católicos se les conocía como la "juventud católica".
Segundo, la Iglesia organizó acontecimientos públicos de gran alcance para dirigir la revolución espiritual de los fieles. Estas protestas a gran escala, la mayoría de ellas en Shangai, estuvieron encabezadas por el famoso obispo, monseñor Gong Pinmei. En 1951 llegaron a conocimiento del nuevo gobierno de China tanto las declaraciones del Papa contra el comunismo, como la difusión de la Legión de María en China y los eventos públicos organizados en Shangai por monseñor Gong. El Partido consideró que esto significaba una batalla abierta entre el gobierno y la Iglesia católica romana. Los medios de comunicación chinos, instrumentos del Partido, dirigieron su ira contra el obispo Gong que, según el gobierno, tenía demasiada influencia. Los artículos y los discursos vincularon a los misioneros católicos con el imperialismo americano, y retrataron a los miembros de la jerarquía católica como agentes secretos del imperialismo y el fascismo. Las religiosas, que se ocupaban de bebés niñas abandonadas y de los huérfanos, fueron acusadas de ser "asesinas de bebés".
Tira cómica del Shanghai Liberation Daily en 1951 promoviendo la expulsión de los misioneros y la creación de una Iglesia católica nacional independiente del Papa.
Una de las campañas más intensas del gobierno fue una cruzada anticatólica que se llevó a cabo con tiras cómicas en los periódicos. Un ejemplo del Liberation Daily de Shangai promociona la alternativa del nuevo gobierno a la afiliación a la Legión de María: la Asociación Católica patriótica y el Three-Selfs Movement oficial. En esta tira se ve a un sacerdote patriótico, de raza china -en China sólo es legal, hoy en día, un clero que sea claramente de raza china- con un panfleto en la mano en el que están subrayados los Three-Selfs: "Self-Govern, Self-Support, and Self-Propagation" [Autogobierno, autoayuda y autopropagación]. El obispo destituido es el nuncio papal, monseñor Riberi, que sujeta una hoja arrugada con el nombre Legión de María. El objetivo del gobierno era persuadir a los católicos de China a Renunciar al papa y las autoridades vaticanas. El sufrimiento de los católicos chinos de esa época lo ejemplifica de manera conmovedora lo que le sucedió al obispo Ignatius Gong Pinmei, que era el obispo de Shanghai cuando se publicaron esas tiras.
En 1954, monseñor Gong Pinmei comprendió que el nuevo gobierno de China actuaría contra la Iglesia católica, y que era sólo cuestión de tiempo que esto sucediera. Ese año declaró: "Si renunciamos a nuestra fe, desapareceremos y no habrá resurrección. Si somos fieles, a lo mejor desapareceremos, pero habrá resurrección". La clave de esta afirmación es que el obispo Gong -más tarde cardenal Gong-, estaba recomendando una especie de resistencia. Y es lo que hizo la Iglesia católica china en los años 50. Resistir.
Clero y seminaristas en Shanghai antes del arresto, en 1955, del obispo Ignatius Gong Pinmei y de muchos de los presentes en la imagen.
A pesar de su oposición al Partido, el 8 de septiembre de 1955, monseñor Gong Pinmei y varios cientos de sacerdotes y líderes eclesiales fueron arrestados y encarcelados en Shanghai, ciudad natal del cardenal Zen. Las propiedades católicas fueron confiscadas por las autoridades locales y la nueva bandera roja china fue izada en ellas, reclamándolas para el gobierno. Algunos de estos edificios católicos siguen siendo utilizados como oficinas gubernamentales en Shanghai. El obispo Gong estuvo encarcelado en la prisión de Tilanqiao de Shangai durante cinco años antes de su juicio, tras el cual fue sentenciado a cadena perpetua por actividades "contrarrevolucionarias" contra el Estado. Durante sus años de cautiverio, a Gong se le pidió en varias ocasiones que renunciara al Papa y se uniera a la Asociación patriótica. Algunas fuentes afirman que lo único que tenía que hacer para ser liberado era asentir con la cabeza a los oficiales de la prisión.
Su respuesta, legendaria, fue: "Soy un obispo católico romano. Si condeno al Papa, no sólo no sería obispo, sino que tampoco sería católico. Pueden cortarme la cabeza, pero nunca podrán arrancarme mi lealtad". Gong fue nombrado secretamente cardenal in pectore ("en el corazón") por el Papa Juan Pablo II en 1979; el obispo seguía viviendo en la cárcel de Shangai cuando el Vaticano hizo oficial su promoción. Tras su liberación en 1986, el cardenal Gong Pinmei estuvo en arresto domiciliario hasta 1988. Supo que había sido hecho cardenal durante un encuentro privado con el Papa, en el Vaticano, en 1988; su nombramiento se hizo público en 1991.
Muchos católicos chinos tuvieron que quedarse en China durante las brutalidades de la Revolución cultural, que duró de 1966 a 1976. Las iglesias católicas fueron profanadas, destruidas o incautadas por el gobierno para uso secular. Durante esa época, las iglesias católicas de Pekín fueron vaciadas y reclamadas por el gobierno: la North Church fue utilizada como escuela de secundaria; la South Church como una fábrica de procesamiento; y la West Church se convirtió en un almacén de hierbas chinas. En 1966, un gran ejército de la Guardia roja atacó las iglesias católicas en toda China. Por ejemplo, la South Church/Catedral, en la que había vivido Matteo Ricci, fue saqueada y se llevaron todos sus objetos religiosos (estatuas, objetos de arte, reliquias, tabernáculos, etcétera), que fueron apilados delante de la fachada de la catedral y quemados antes una gran multitud de radicales. En una foto podemos ver un cartel colgado en el techo de la iglesia en el que se lee: "¡Larga vida al presidente Mao!" (毛主席萬歲), mientras los curiosos se agolpan alrededor de una llama que se eleva hacia el cielo. En otra imagen, miembros de la Guardia roja sonríen y se ríen mientras destruyen estatuas de Jesús y María con martillos y palos; la figura de Cristo crucificado yace sin cabeza entre otras estatuas rotas. En otra fotografía tomada delante de la catedral Xikai de Tianjin, se ven imágenes del presidente Mao y de eslóganes anticatólicos colgados alrededor de la puerta principal de la iglesia. El tabernáculo está en las escaleras y la Guardia roja quema y destruye objetos del interior de la catedral.
Durante la campaña "Destroy the Four Olds" de la era de Mao, en el primer año de la Revolución cultural, los católicos de China fueron considerados "enemigos del pueblo". Se obligó a los sacerdotes y a las religiosas a pisotear las cruces mientras la Guardia roja gritaba: "¡Abajo Dios!". Lian Xi describe esa época de manera convincente: "En todo el país, los líderes de la iglesia eran arrastrados a 'sesiones de lucha', en los que eran humillados o golpeados; innumerables de ellos fueron enviados a establos (lugares improvisados de confinamiento para semejantes "demonios con cuernos"), o a campos de trabajo, o fueron llevados hasta el suicidio o la apostasía" (Lian Xi, Redeemed by Fire, 205). Vincent Goossaert y David Palmer han declarado que "la Revolución cultural produjo la más profunda y completa destrucción de todas las formas de vida religiosa de la historia china y, tal vez, también humana" (Vincent Goossaert y David Palmer, The Religious Question in Modern China, pág. 167). De 1950 a 1976, la Iglesia católica china fue perseguida y oprimida, y de 1966 a 1980 vivió en la clandestinidad. Es cuando se formó la llamada comunidad "clandestina".
Pues bien, ¿dónde encaja la liturgia católica en esta turbulenta historia? Después de 1949, el gobierno comunista prohibió cualquier vínculo entre la Iglesia china y el Vaticano, y estaba prohibido mencionar el nombre del Papa durante la misa. La liturgia romana se convirtió en algo similar a una "aldea litúrgica" en China hasta finales de los años 1980; en todo el país seguía utilizándose el misal preconciliar, y la formación de los seminaristas siguió siendo la de los años 50, hasta que en 1989 entró en vigor el Nuevo Rito de la Misa.
El obispo Aloysius Jin Luxian, jesuita.
Es importante recordar varios factores cuando se estudia la evolución de la liturgia católica en China durante la era comunista. Monseñor Aloysius Jin Luxian, SJ, obispo de Shanghai, que había estado en una prisión comunista de 1955 a 1982, cuando fue liberado viajó hasta Pekín para preguntar a las autoridades si el nombre del Papa podía incluirse de nuevo en la misa. El gobierno se negó, por lo que el obispo ordenó que sólo se utilizara el misal de 1962 para que el nombre del Papa pudiera mencionarse durante el Canon, dado que el rito tradicional entona el Canon en silencio, sin que lo oigan los fieles.
Monseñor Jin Luxian celebra misa en 1980 durante unas ordenaciones sacerdotales en Shanghai.
Así, la misa latina tradicional estuvo en uso en China hasta la Festividad de San Jerónimo en el calendario tradicional romano, el 30 de septiembre de 1989, cuando las autoridades permitieron que se mencionara al Papa en las misas, considerado como "líder espiritual" de los católicos chinos, pero no líder temporal. Esa primera misa en el nuevo rito, celebrada en Shangai, fue presidida por el padre Joseph Zen, y el texto de la misa fue traducido al chino vernáculo por el obispo monseñor Aloysius Jin Luxian.
Antes de finalizar estas observaciones, me gustaría sugerir que las tradiciones litúrgicas y la historia de China merecen mucha más atención de lo que se le ha prestado hasta ahora. Lo que yo llamo la "aldea litúrgica" de China se remonta a mucho antes del establecimiento de la República Popular china en 1949. Por ejemplo, la mayoría de los católicos, e incluso muchos profesores que enseñan liturgia en los seminarios y universidades, se sorprenderían al saber que el Vaticano ya había aprobado, en dos ocasiones, un misal romano en chino vernáculo antes de 1950. La primera aprobación emitida por Roma concernía al uso de una traducción china del Missale Romanum de 1670, llevada a cabo por el jesuita italiano, padre Ludovico Buglio, SJ, que tardó 24 años en completar su traducción del Misal romano, proyecto que había sido aprobado por el Papa Pablo V el 26 de marzo de 1615.
Durante los debates en Roma sobre si se debería permitir que China tuviera una liturgia en lengua vernácula, el gran teólogo San Roberto Bellarmino, SJ, escribió en 1538 que "todos los católicos son conscientes de que el Sacramento es totalmente completo sin importar la lengua utilizada, siempre que su significado sea el mismo" (en Anthony Clark, China's Christianity, pág. 94). Bellarmino pone el ejemplo de otras liturgias católicas que se celebran en lengua vernácula, como la de los armenios, los maronitas, los greco-católicos rutenos, etcétera, con lo que sugería que no había razones teológicas para impedir la celebración de la misa en chino. La segunda aprobación fue concedida por el papa Pío XII y el Santo Oficio el 12 de abril de 1949. El decreto del Santo Oficio establecía que todas las partes de la misa fueran en chino, excepto el "Canon, el Pater Noster, el Pax Domini y el Agnus Dei". Debido a la Disputa de los Ritos que tuvo lugar durante el siglo XVII y la subida al poder del comunismo en China en 1949, el vernáculo nunca fue implementado en China.
También la arquitectura, las vestiduras sacerdotales y los objetos sagrados han sido exclusivamente chinos a los largo de estos 1300 años de historia católica en China. Las iglesias habían sido construidas según el estilo chino, las casullas había sido hechas con seda china y con patrones chinos, y China es la única Iglesia nacional que diseña y utiliza su estilo único de bonete, llamado jijin 祭巾. Este tipo particular de bonete es utilizado por los obispos, los sacerdotes y los acólitos -todos llevan el mismo durante la santa misa-, lo que causó mucha sorpresa entre los prelados occidentales cuando llegaron por primera vez a China y se les pidió que llevaran el mismo cubrecabeza que el resto en el altar. La "aldea litúrgica" de China ha tenido, y tiene, otras varias expresiones que son únicas y propias.
Durante la elevación de la Hostia y el Cáliz, por ejemplo, en China a menudo se encienden hileras de petardos en lugar de hacer sonar la campanilla, que era lo que se hacía en el resto del mundo para atraer la atención de los fieles hacia los elementos consagrados de la Eucaristía. Los misioneros que acababan de llegar a China a menudo enviaban cartas en las que explicaban lo sorprendidos que se quedaron la primera vez que elevaron la Hostia durante la misa y de repente oyeron una fuerte explosión de petardos. Y dado que se consideraba un gesto fundamental de reverencia el que los hombres llevaran la cabeza cubierta en las ceremonias importantes, la Santa Sede permitió que en China los hombres llevaran sombrero y las mujeres no se cubrieran la cabeza durante la consagración del pan y el vino. Y si bien el canto gregoriano era a veces entonado durante la misa, la música litúrgica china no se parecía a ninguna otra del mundo. La música litúrgica más habitual en China siempre ha tenido un tono budista, por lo que tanto los misioneros como los fieles chinos ajustaban el texto de los himnos católicos a los tonos y el ritmo de los cantos sutra. Hasta los años 90, la mayoría de las misas en China eran celebradas, de principio a fin, mientras toda la congregación cantaba himnos cristianos con una tonalidad que era idéntica a los sutras budistas; sólo durante el Canon los fieles permanecían en silencio. Estos rasgos de la liturgia china son conocidos por algunos eruditos, pero nunca han sido formalmente estudiados en trabajos que luego hayan sido publicados.
Sacerdote chino celebra misa tradicional en el santuario de Nuestra Señora de Sheshan, en 2019.
Por último, la cultura católica china ha preservado prácticas devocionales occidentales que raramente vemos en los hogares católicos de Estados Unidos y Europa. La devoción al rosario, al Sagrado Corazón de Jesús y las letanías diarias siguen siendo muy habituales en China. En resumen, ¿cuál es, en general, el paisaje litúrgico de China en este momento? De muchas maneras, China sigue siendo una "aldea litúrgica". Sólo esos sacerdotes que reciben su formación en Estados Unidos o en Europa occidental muestran signos de hostilidad hacia el rito preconciliar de la misa romana. La misa latina tradicional se celebra regularmente en toda China, y cada vez con mayor frecuencia.
El cardenal Joseph Zen sigue siendo un activo defensor de la Liturgia Romana Tradicional, tal como era celebrada después del Concilio de Trento; tal como él dice, "debemos preservar este tesoro de la Iglesia". Él y varios sacerdotes chinos han apoyado activamente a un grupo de jóvenes católicos chinos en Hong Kong, cada vez más numeroso, que han formado una comunidad alrededor de la misa latina. Gracias a obispos como Joseph Zen, y al hecho de que China siguió siendo una "aldea litúrgica" a lo largo de las décadas posconciliares, la liturgia china está en continuidad con el patrimonio litúrgico de la larga historia de la Iglesia, tal como ha recomendado el Papa Benedicto XVI. Y China sigue confiando en la larga tradición sacramental y devocional que ha alimentado y sostenido, de manera muy eficaz, a los católicos chinos durante los terribles periodos de prueba, que siguen recurriendo a la rica herencia litúrgica que ha fortalecido sus almas durante dos milenios.
He aquí unos pensamientos para comprender y vivir la Eucaristía Dominical de manera más profunda:
Nos transforma todo enteros en su divina naturaleza.
Así como un poco de levadura, según la doctrina del apóstol, hace fermentar toda la masa, así también el divino cuerpo de Jesucristo, que padeció la muerte, y es el principio de nuestra vida, entra en nuestro cuerpo, nos le muda y transforma todo en sí. Porque al modo que un veneno que se ha derramado por los miembros sanos, los corrompe en poco tiempo, así por contraria razón, cuando el cuerpo inmortal de Jesucristo se ha llegado a mezclar con el del hombre, que en otro tiempo había comido el fruto envenenado, le transforma todo entero en su divina naturaleza. San Gregorio de Nisa
Para que lleguemos a ser lo que Él es.
El que es eterno, se nos da a todos para que le comamos con el fin de que, recibiéndole en nosotros mismos, lleguemos a ser lo que Él es, porque dice: Mi carne es verdadera comida, y mi sangre verdadera bebida. Cualquiera, pues, que ama esta divina Carne, no ama la suya; y cualquiera que tiene amor a esta divina Sangre, está purificado de todos los sentimientos que la sangre carnal puede causarle. Porque la Carne del Verbo, y la Sangre de esta Carne son suaves par los que las gustan, y deseables para los que las pretenden. San Gregorio de Nisa
Cada uno se pruebe y examine.
Sírvanos de ley el hecho de José de Arimatea, para que cuando recibamos aquella prenda del sacrosanto Cuerpo, no le envolvamos en lienzo de una conciencia sucia, ni le depositemos en el monumento del corazón, cuando está lleno de huesos de muertos y de todo género de inmundicias. Cada uno se pruebe y examine, como dice el apóstol: No le sirva de juicio de condenación si la recibe indignamente. San Gregorio de Nisa
Llenará tu alma de verdadera suavidad.
Si toma el alimento y la santa bebida de la Eucaristía, como que viene del Sacramento de la Cruz, pues aquel misterioso madero fue figura suya, el que hizo dulces las aguas del mar, llenará tu alma de verdadera suavidad. San Cipriano
Nos da la vida eterna en Jesucristo.
Vosotros dividís un pan, y este es el remedio para conseguir la inmortalidad, bálsamo que nos preserva de la muerte, y nos da la vida eterna en Jesucristo. San Ignacio de Antioquía