Aquí podemos ofrecerle sólo unos pocos aspectos de las mil maravillas
de la Santa Misa
de la Santa Misa
Acerquémonos a la Eucaristía para que nuestro corazón se encienda. |
El fuego es para que arda. Si tenemos en la Eucaristía la brasa, acerquémonos a ella para que nuestro corazón se encienda. Santa Laura Montoya |
Toda alma cristiana necesita la Eucaristía.
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Toda alma cristiana necesita la Eucaristía. Según las palabras de Nuestro Señor Jesucristo: "En verdad os digo que si no comiereis la Carne del Hijo del hombre y no bebierais su Sangre, no tendréis vida en vosotros. Quien come Mi Carne y bebe Mi Sangre, tiene vida eterna" Juan 6, 53-54.
SS Pío XII Audiencia general Miércoles 7 de junio de 1939 |
La consagración, elemento central de nuestra vida cristiana.
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¡Oh, si fuéramos a la Misa a renovar el drama sagrado, a ofrecernos en el ofertorio con el pan y el vino que van a ser transformadas en Cristo pidiendo nuestra transformación! La consagración sería el elemento central de nuestra vida cristiana. Teniendo la conciencia de que ya no somos nosotros, sino que tras nuestras apariencias humanas vive Cristo y quiere actuar Cristo.
San Alberto Hurtado |
Invocando el nombre de la Virgen María.
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El que desee gustar de la dulzura escondida en el Sacramento del Altar y acercarse dignamente a este mismo Sacramento, ha de disponerse invocando el nombre de la Virgen María.
San Buenaventura Doctor de la Iglesia |
Un solo pan y un solo cuerpo.
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Concluyo con un sueño: en él la Curia romana es como una gran hostia, en el seno de la Iglesia, que es como un gran Cenáculo. Todos nosotros somos como granos de trigo que se dejan moler por las exigencias de la comunión para formar un solo cuerpo, plenamente solidarios y plenamente entregados, como pan de vida para el mundo, como signo de esperanza para la humanidad. Un solo pan y un solo cuerpo.
Siervo de Dios Cardenal F. X. Nguyen van Thuan |
Un manjar más dulce que la miel.
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Por eso, yo llamaría maná a la misma Virgen María, porque derramó sobre todos los pueblos un manjar más dulce que la miel.
San Máximo de Turín |
Ofrezcamos cada mañana nuestra voluntad humana para el cáliz de la redención.
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Un alma permanece superficial mientras que no ha sufrido. En el misterio de Cristo existen profundidades divinas donde no penetran por afinidad sino las almas crucificadas. La auténtica santidad se consuma siempre en la cruz. El que quiere comulgar con provecho, que ofrezca cada mañana una gota de su propia sangre para el cáliz de la redención.
San Alberto Hurtado | |
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