¿Sigue usted extrañando realmente el no poder recibir la Santa Comunión o ya se ha acostumbrado a vivir sin ella?
¿Está esperando con anhelo el día cuando se abrirán nuevamente las puertas del templo parroquial o ni ha pensado en ello?
Cuando uno se entera que en otros países están nuevamente celebrando la Misa Dominical con la comunidad parroquial ¿le ha dado una especie de santa envidia o fue una noticia como las demás?
Cuando nuevamente se abran las puertas del templo parroquial, para tener cierta seguridad que no faltará a la Misa Dominical sino que retomará la santa costumbre de "santificar las fiestas" y no se quedará en casa, los siguientes hábitos le darán cierta garantía. En caso contrario no participará en la celebración eucarística del Domingo cuando tenga nuevamente la oportunidad de santificar las fiestas.
Todos los Domingo con toda la familia participó en una transmisión de la Santa Misa de las redes sociales
- Estando vestidos 'domingueramente'
- Participando de manera recogida sin conversar o hacer observaciones
- Nos paramos o sentamos como corresponde
- Contestando en voz alta a los saludos del celebrante
- Diciendo en voz alta las oraciones
- Participando en los cantos
- Haciendo la Comunión Espiritual
- Dándose la paz
- Haciendo un momento de silencio después del fin de la transmisión
El Concilio Vaticano II enseña que la Eucaristía es "el fundamento y la cumbre" del culto cristiano. ¿Qué significado tiene para usted?
Vea también ¿Cómo participaba usted en la Santa Misa del Domingo?
Hay pretextos para justificar la falta: la Misa es aburrida
La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana (CIC 1324). Si nos aburrimos es tal vez porque no valoramos lo que ahí sucede...
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