Dios nos sale al encuentro
¿Cómo se revela Dios en el Antiguo Testamento?
En el º ANTIGUO TESTAMENTO Dios se revela
como el Dios que ha hecho
el mundo por amor y que es fiel al hombre incluso
cuando éste se separa de él por el pecado. [54-64,70-72]
Dios se da a conocer en la historia:
Sella con Noé una Alianza para salvar a todos los seres vivos.
Llama a Abraham para hacer de
él «padre de muchedumbre de pueblos»
(Gén 17,5b) y bendecir en él a «todas las familias de la tierra» (Gén 12,3b).
El pueblo de Israel,
nacido de Abraham,
será su propiedad personal.
Dios se da a conocer
a Moisés por su nombre.
Su nombre misterioso [YAHVÉ] significa «Yo soy» (Éx
3,14).
Libera a Israel de la esclavitud en Egipto, sella una alianza en el Sinaí
y por medio de Moisés da a su pueblo
la ley.
Una y otra vez envía Dios
profetas a su pueblo, para llamarlo a la conversión y a la renovación de la
Alianza.
Los profetas anuncian que Dios establecerá una Alianza nueva y eterna, que realizará una
renovación radical y la redención definitiva.
Esta Alianza estará abierta a todos los hombres.
¿Qué nos muestra
Dios de sí cuando nos envía
a su Hijo?
En Jesucristo Dios nos muestra toda la profundidad de su amor misericordioso.
[65―66,73]
Por medio de Jesucristo el Dios invisible se hace visible. Se hace hombre
como nosotros. Esto nos
enseña hasta dónde alcanza el amor de Dios.
Lleva toda nuestra carga. Anda todos los caminos con nosotros. Está en nuestro abandono, nuestro dolor, nuestro miedo ante la muerte. Está allí donde no podemos avanzar más, para abrirnos la puerta hacia la Vida. º314
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