Evangelio según San Mateo 5,38-48.
Jesús, dijo a sus discípulos: |
Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. |
Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. |
Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; |
y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él. |
Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado. |
Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. |
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; |
así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. |
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? |
Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? |
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo. |
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Venerable Madeleine Delbrêl (1904-1964) |
“Sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo” (Mt 5,48)
En la medida que un cristiano profesa su fe y trata de vivirla, deviene insólito tanto para los creyentes como para los no creyentes. (…) Lo insólito del cristiano es simplemente su semejanza a Jesucristo, semejanza a Jesucristo incorporada a un hombre por el bautismo y que, atravesando su corazón, llega a flor de piel. (…) |
No sólo cree en Dios, sino que lo debe amar como un hijo ama a un padre amante y todopoderoso, a la manera de Cristo. (…) |
No sólo ama a su prójimo como a si-mismo, sino que debe amarlo “como Cristo nos amó”, a la manera de Cristo. (…) |
No sólo es hermano de su prójimo, sino del prójimo universal. (…) |
No sólo da sino que comparte, presta pero no reclama, está disponible para lo que le piden y para más de lo que le piden. (…) |
No sólo hermano de los que lo aman, sino también de sus enemigos. No sólo soporta los golpes, sino que no se aleja del que lo golpea. |
No sólo no devuelve el mal, sino que perdona, olvida. No sólo olvida, sino que cuando le hacen un mal, devuelve un bien. |
No sólo sufre y es puesto a muerte por algunos, sino que muere sufriendo para ellos. No sólo una vez sino cada vez. (…) |
No sólo compartiendo lo que es de él o está en él, sino dando lo único que Dios le ha dado como propio: su propia vida. (…) |
No sólo es feliz porque vive gracias a Dios y por Dios, sino porque vivirá y hará vivir a sus hermanos con Dios, para siempre. (EDD) |
Oración
Señor Jesús, siguiendo Tu ejemplo y mandato, oramos por nuestros enemigos hoy. Primero te pedimos que satures nuestras vidas con el poder y la fuerza del Espíritu Santo. Envía tu amor fluyendo a través de nosotros y perdónanos por aferrarnos a cualquier cosa que pueda obstaculizar nuestras oraciones. Liberamos cualquier falta de perdón, pensamientos de venganza o emociones de odio que puedan apagar Tu Espíritu en nuestros corazones. Entonces danos sabiduría mientras buscamos cómo bendecir, amar y orar por nuestros enemigos.
Oramos para que bendigas a nuestros enemigos y orquestes eventos en sus vidas que dejarán sus corazones expuestos ante ti. Tal como Tú caracterizaste la bendición en las bienaventuranzas, oramos para que les des una pobreza de espíritu que reconozca su profunda necesidad de ti. Oramos para que descubran Tu consuelo en tiempos de duelo, y se humillen ante Ti, a Tu manera y en Tu tiempo. Oramos para que les muestres misericordia antes de que sea demasiado tarde, sabiendo que todos éramos enemigos de Dios antes de que nos extendieras misericordia, y que ellos, a su vez, sean misericordiosos con los demás.
Señor, oramos para que en lugar de codiciar la pura maldad, tengan hambre y sed de Tu pureza y justicia, se conviertan en defensores de Tu justicia y que sus espíritus guerreros se transformen en pacificadores. Eliminar la fachada de bienestar; derriba las mentiras que los han engañado; y vallan sus caminos hasta que no vean salida sino hacia arriba. Oramos para que les muestres la futilidad de lo que están haciendo porque al oponerse al reino de Dios y en su oscuridad, a menudo ignoran las verdaderas razones de su comportamiento y las consecuencias resultantes. Revélales cualquier herida o trauma profundo en sus propias vidas que pueda estar contribuyendo a sus acciones destructivas.
Sabiendo cómo a veces usas el dolor y la dificultad para traer bendición a nuestras vidas, rezamos lo mismo por nuestros enemigos. Usa cualquier medio que necesites para ablandar los corazones de piedra, abrir los ojos ciegos y ayudarlos a darse cuenta de su máxima necesidad de ti. Si es necesario, permite la persecución en sus propias vidas para que puedan experimentar Tu bendición. Háblales de manera milagrosa y sobrenatural si es necesario, a través de un sueño, una película, otro creyente, Tu Palabra, o incluso a través de nuestras propias vidas si alguna vez nos enfrentamos. De alguna manera, permíteles presenciar Tu poder y reconocer que Tú eres la fuente. Oramos por convicción, por una evaluación honesta de su propio destino y por un sentido de desesperación si eso es lo que se necesita para que consideren Tus afirmaciones y descubran Quién eres en realidad. Persíguelos, incluso permitiendo que la bondad los lleve al arrepentimiento. Y danos paciencia y una confianza profunda en Ti, Señor, aun cuando no podamos ver ningún cambio en nuestros enemigos. Cuando vacilemos, no queriendo orar por nuestros enemigos, ayúdanos a recordar Tu gracia en nuestras propias vidas, y lo que seríamos sin Ti.
(vea más abajo)
1). LA AMABILIDAD
La primera: ¿cómo hacer esto vida? Primero, siendo amable. Comienza siendo amable con acciones diarias. Quizás pienses que esto es insignificante, pero verás que con el tiempo te será mucho más sencillo tratar bien a otros.
Es probable que al principio recibas reacciones reacias, pero es más importante que no te des por vencido y que seas paciente; pronto te darás cuenta que la constancia siempre tiene su fruto.
Y si es que a veces es esa relación con un marido un poco más difícil, o con una mujer más complicada, o con un jefe, o con una cualquier persona, siendo amable uno puede ir poco a poco reblandeciendo los corazones.
2). NO RECIBIR INSULTOS
Respondiendo a los insultos con bien, una segunda forma de vivir esto. A los que nos insulten respóndeles con buenas palabras, dice también el Señor.
Es normal que, al recibir a veces un insulto, uno sienta como la necesidad de responder con algo aún más hiriente. Sin embargo, debemos cambiar esa actitud y no sólo decir palabras malas, sino más bien palabras buenas, buenas palabras y demostrarlo con acciones.
Recuerda que tus palabras tienen poder y que, por tanto, tienes que ser sabio y prudente al momento de abrir la boca, porque a veces podemos causar más heridas.
3). REZAR POR LOS ENEMIGOS
La tercera forma sería orando por ellos. Si alguien los rechaza, oren por esa persona. Hay personas que creen que rezar por sus enemigos implica pedir a Dios que los maldiga o los cambie. Y ¡no!, esto es erróneo.
Al rezar tienes que rogar que Dios haga su voluntad en la vida de esa persona, y también en la tuya, pues solo Él conoce el futuro y sabe qué es lo que más conviene. Rezar por los que no te caen bien o por tus enemigos.
4). PERDONAR
La cuarta sería perdonarles. Y nos acordamos de cuando el Señor dice: “Si alguien te da una bofetada en la mejilla, preséntale la otra mejilla” (Mt 5, 39).
No dejes que el rencor tenga un lugar en tu vida; en cambio, aprende a perdonar y sigue el ejemplo de Dios mismo.
“Señor Jesús, que Tú en la Cruz, ahora que estamos en este tiempo de Cuaresma, todavía mucho más presente, les perdonaste a tus enemigos: “Señor, no les tomes esto en cuenta” (Hch 7, 60).
No dejes que el rencor tenga un lugar en tu vida, en cambio, aprende a perdonar. Es lo mejor.
5). DAR SIN ESPERAR NADA A CAMBIO
La quinta: dando sin esperar nada a cambio. Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada a cambio.
Nunca esperes tener una recompensa por tus buenas acciones. Si haces el bien a los demás, hazlo por amor y no por buscar vanagloria. Ten siempre presente que hay más satisfacción en dar que en recibir.
6). LA COMPASIÓN
Y la sexta -que es uno de mis propósitos del curso de retiro-: mostrar compasión. Ustedes tienen que ser compasivos con todas las personas, así como Dios, su Padre, es compasivo con todos.
Ten una mente abierta, no te apresures a juzgar. Esto te ayudará a ser más compasivo con los demás.
Y es la forma en que Dios disfruta con sus hijos. Nos pareceremos más a Él siendo compasivos y misericordiosos con todos.
Estas seis formas son unas maneras prácticas de poner por obra este evangelio del día de hoy. Le pedimos a nuestra Madre, la Virgen, que nos ayude a ser cada vez más misericordiosos.
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